[EXO-fic] Flip the Script (1/2)

Jul 22, 2013 16:51

Título: Flip the Script
Pareja: Luhan/Sehun
Autora: Deernicorn (@XOXOT12)
Rating: PG-17 (sé que no existe, pero me lo invento xD).
Número de palabras: 7603
Resumen: «Desde todos los puntos de vista posibles, Oh Sehun era el hijo perfecto a ojos de sus padres y de todos quienes lo conocían, salvo porque tras su fachada de joven decoroso se escondía uno muy diferente que muy pocos habían llegado a conocer. Y porque ocultaba un secreto que, de desvelarse, destrozaría muchas vidas.».
Advertencias: Es un PWP, así que si las escenas de sexo no son para ti, este fic tampoco lo es.
Notas de autora: Sé que siempre juré que nunca escribiría algo yaoi. Pero sucedió /EXO/ y los planes cambiaron xD Simplemente quise ponerme a prueba y ver si era o no capaz de escribir escenas yaoi y de transmitir sentimientos entre personas del mismo sexo, ya que siempre he escrito hetero.
Jamás creí escribir un pwp, porque son todo lo contrario a lo que yo suelo escribir. Me gusta escribir fanfics largos, de muchos capítulos, desarrollar las situaciones, los personajes, los sentimientos, etc. Pero sinceramente en este momento de mi vida no me apetecía meterme en algo así. Quería algo corto y conciso e ir al grano con lo que me interesaba "demostrarme" a mí misma. Quizá más adelante me atreva con algo más extenso y profundo, quién sabe.
No diré que no estoy satisfecha con el resultado, porque cumple la función para la que lo escribí, pero quizá no mucha gente entienda mi propósito. De hecho, creo que quizá creáis que tiene demasiadas escenas, lo cual no discutiré, pero quise echar toda la carne en el asador. Me remito de nuevo al motivo por el que me decidí a escribirlo.
La idea de este fic surgió de una idea inicial que tuvo una amiga mía (I love you, babe), y la cual me cedió amablemente para desarrollar como yo quisiese. Hay ciertos guiños que quizá no entendáis y os parezca que están fuera de lugar, pero aún así quise introducirlos. Tal vez sólo las personas que comparten fandoms conmigo desde hace más de cinco años, los reconozcan y los entiendan. (María xD)

En fin, me estoy extendiendo demasiado. Leedlo y amadlo, ignoradlo u odiadlo :D

PD. Livejournal se comió todos los márgenes y sangrías... >_<





Flip the Script

i/ii

La jornada de trabajo de Oh Sehun había concluido al fin. Ahora sólo podía pensar en la maravillosa cama que lo esperaba en la casa que compartía con sus inflexibles padres. El chófer conducía con velocidad moderada el lujoso vehículo negro de cristales tintados mientras él intentaba relajarse sin éxito en el asiento trasero, hojeando el periódico del día con desinterés. Su padre ocupaba, una vez más, los titulares de la prensa nacional con sus grandilocuentes declaraciones.
No es que Sehun despreciase el cargo político que ostentaba su padre en el Gran Partido Nacional; al fin y al cabo estaba en plena campaña electoral para ascender al Gobierno como Ministro de Economía, pero eso también repercutía en él.
Sehun se había acostumbrado con el tiempo a comportarse como el intachable hijo de Oh Honsu, político respetable y presidente de una poderosa multinacional. El joven había dedicado gran parte de su vida a seguir los pasos de su padre y a prepararse para algún día poder sucederlo en la empresa, así como a no cometer ningún error que pudiese empañar su carrera política. Por su parte, su madre se había encargado de inculcarle los mejores valores y modales y, por supuesto, de buscarle a una muchacha refinada con la que casarse en un futuro no muy lejano. Desde todos los puntos de vista posibles, Oh Sehun era el hijo perfecto a ojos de sus padres y de todos quienes lo conocían, salvo porque tras su fachada de joven decoroso se escondía uno muy diferente que muy pocos habían llegado a conocer. Y porque ocultaba un secreto que, de desvelarse, destrozaría muchas vidas.
Tras doblar el periódico y dejarlo a un lado, Sehun cerró los ojos y alzó la mano derecha para frotarse la sien pausadamente. Justo entonces, la vibración del móvil que llevaba en el bolsillo del pantalón de su impoluto traje le obligó a abrir los ojos. Una sonrisa retorcida se dibujó de pronto en su rostro al ver el nombre que aparecía en la pantalla, y contestó mientras cerraba los ojos de nuevo. Una noche con las manos de Luhan relajando todo su cuerpo a base de caricias era justamente lo que necesitaba.
-¿Aburrido? -preguntó con tono divertido.
Sehun escuchó una risita al otro lado del auricular. Claro que lo estaba, por algo lo había llamado.
-Mucho. ¿Dónde estás? Quiero verte.
-¿Sólo verme? -preguntó con voz grave, pronunciando las palabras lentamente, con sensualidad.
-Hay muchas cosas que quiero hacerte antes de que te corras dentro de mí…
Sí, Luhan era justamente lo que necesitaba en ese momento. El repentino endurecimiento de su miembro lo corroboraba.
-¿Y tu prometida? -preguntó Sehun con voz burlona.
-¿Y la tuya? -contraatacó Luhan. Al no recibir respuesta, prosiguió-: La mía acaba de irse a Jejudo; quería acompañar a mi padre en su mitin de hoy y decidí que lo mejor era no contrariarla.
Luhan era hijo de otro importante político, compañero de partido del padre de Sehun, que a su vez aspiraba al Ministerio de Defensa. De hecho, se habían conocido gracias a sus progenitores, quienes convenientemente habían insistido en que podrían llegar a ser buenos amigos. Y por supuesto que lo eran, pero a un nivel mucho más íntimo de lo que ellos podían siquiera atreverse a imaginar.
Luhan se consideraba afortunado de que su prometida, una joven militante del Gran Partido Nacional, siempre prestase más atención a su progenitor que a él. La situación se había acentuado durante la campaña electoral, en la que su novia prácticamente lo acompañaba a casi todos sus viajes y mítines como si de una esposa abnegada se tratase. Aquello permitía a Luhan mantener una aventura de lo más fructífera, aunque muy discreta, con el hijo del compañero de partido de su padre. Lo más importante para un político era su imagen y ambos lo tenían muy claro. Si sus progenitores o, peor aún, la prensa, se hicieran eco de la relación homosexual que ambos mantenían, sus imágenes de patriarcas de sendas familias conservadoras e intachables quedarían destrozadas y sus carreras destruidas. Y si había algo que sus padres jamás perdonarían era, además de las humillaciones públicas, todo aquello que pudiese entorpecer sus carreras políticas. Aunque «aquello» se refiriese a la felicidad de sus propios hijos.
-Interesante… -dijo Sehun al fin.
Luhan notó por su tono de voz que estaba sonriendo.
-Mucho… -dijo con una sonrisa y los ojos brillantes de anticipación; justo como Sehun se estaba imaginando al otro lado del teléfono.
-¿Dónde estás?
-Rumbo al centro de Seúl, desde Incheon. Había mucha prensa y mi padre quería cerciorarse de que los medios captasen la «romántica» despedida de su hijo y su futura nuera.
En ese mismo momento Sehun ordenó al chófer que diese media vuelta. Quería verse a solas con su amante y, para eso, necesitaba estar lejos de su familia. Necesitaba ir al apartamento que ambos habían alquilado para sus furtivos encuentros.
-¿Estás acompañado? -preguntó Sehun.
-Sí…
-¿Por el chófer?
-Sí…
-Dile que te traiga a nuestro apartamento y bájate los pantalones.
-¿Para qué? -preguntó desconcertado.
-Bájatelos -ordenó-. Y los calzoncillos también.
Luhan inspiró aire y pulsó un botón para que el cristal tintado que separaba el asiento trasero del del conductor descendiese. Después de indicarle a dónde ir y volver a pulsar el botón para que el cristal ascendiese de nuevo, Luhan se bajó los pantalones como su amante le había indicado y, a continuación, hizo lo propio con los calzoncillos bóxer.
-Ya estoy…
-Buen chico, así me gustas. Ahora quiero que te toques.
-Si vamos a vernos, no le veo el sentido…
-Quiero que vayas preparando tu entrada porque estoy duro como una piedra y voy a penetrarte antes incluso de que me saludes.
-Oh… -aquellas palabras bastaron para que sintiese un calor abrasador en sus entrañas. Buscó inmediatamente a tientas en el bolsillo de su pantalón un pequeño sobre negro y, tras abrirlo, se echó un poco de lubricante en las yemas de los dedos.
Luhan se escurrió un poco sobre el asiento de cuero negro para acceder con mayor facilidad a su entrada y la acarició con el dedo corazón mientras con la otra mano frotaba su miembro.
-¿Qué estás haciendo? -Sehun apretó los ojos y alejó la mano derecha de su miembro endurecido. Si mantenía el ritmo con el que se estaba tocando perdería el control antes de reunirse con su amante.
-Deslizando mi dedo justo donde te quiero tener a ti… -respondió Luhan entre jadeos.
-Me muero por hacerte mío…
-Y yo por ser tuyo…
-Imagíname junto a ti. Imagina mi pene enterrándose en tu cuerpo… Hazlo  más rápido -era una nueva orden, pero cargada de erotismo. Ambos sabían que sólo necesitaba escuchar su voz para que todo su cuerpo se excitase.
-Ya lo hago… pero… ahhh…
-Más adentro, pequeño…
-No puedo más, te necesito…
-En unos minutos te haré perder el sentido… -No era una promesa, era una realidad. Ambos lo sabían-. Mastúrbate con la otra mano.
Luhan evitó mencionar que ya lo estaba haciendo e introdujo el dedo corazón más profundamente en su interior, mientras se masturbaba a un ritmo cada vez más intenso.
-Dios, no puedo…
-No te corras sin mí -su voz sonaba más grave todavía.
Era una orden que él no estaba muy seguro de poder cumplir. Estaba al borde del abismo.
-Estoy en la esquina… -volvió a gemir para él.
-Y yo en el garaje. Te espero arriba.
-No cuelgues… me excita tu voz -su voz sonaba a ronroneo.
-Échame de menos… -dijo antes de colgar con una sonrisa malévola dibujada en su rostro.
El chófer apenas había frenado cuando Sehun, tras advertirle que se fuera y no lo molestase hasta la mañana siguiente, se apeó del vehículo. No eran necesarias más explicaciones; el empleado sabía de sobra que cuando Sehun iba a aquel apartamento él tenía que hacer de cuentas que era ciego, sordo y mudo. Sobre todo, mudo.
Sehun se metió en el ascensor, tratando de ocultar con las manos su excitación y presionó el botón número 5.

***

-¿Dónde estás, cretino? -Luhan entró en el apartamento minutos más tarde.
-Sabes que me encanta cuando te enfadas… -Sehun salió del cuarto de baño con un bote de color azul en la mano y una toalla envuelta en la cintura.
-Caminar húmedo, sin calzoncillos y empalmado no es nada cómodo, ¿sabes?
-Quizá yo pueda hacer algo al respeto… -replicó Sehun, agitando el bote azul mientras se acercaba a él con una sonrisa traviesa.
-Ah, ¿sí? -preguntó Luhan con fingida inocencia; se acercó a su amante y rodeó su cuello con el brazo izquierdo mientras lo despojaba de la toalla y acercaba la mano derecha a su hombría-. Mmm… apuesto a que también ha sido difícil para ti…-envolvió la mano en su miembro palpitante y lo acarició lentamente de arriba a abajo-. Tenía entendido que me follarías antes de saludarme… -dijo plantándole un provocativo beso en la boca para posteriormente morderle el labio inferior. Sabía que aquello lo excitaba.
En ese momento sus pantalones se deslizaron por sus muslos y cayeron sobre sus tobillos. Sehun le había desabrochado el botón y bajado la cremallera, para dejarlo desnudo de cintura para abajo ante él.
-Primero he de comprobar si has sido un buen chico… -dijo con una sonrisa retorcida mientras se aplicaba un poco de lubricante en las yemas de los dedos índice y corazón y Luhan, a su vez, se deshacía de los pantalones con los pies.
Tras tirar el bote al suelo, Sehun deslizó la mano entre las piernas de Luhan y empezó a mordisquear su oreja mientras acariciaba su entrada. Luhan también comenzó a acariciarlo a él, con una mano clavada en su cuello para sostenerse y sus finos dedos deslizándose entre el cabello de su nuca. Le gustaba estar así, cerca de él, y respirar en su cuello su dulce aroma mientras su excitación crecía en sus manos y él le daba placer.
Sehun asió a Luhan por la cintura y lo alzó con facilidad para montarlo sobre sus caderas. Aproximó su boca a la de su amante y lo besó con urgencia mientras introducía la lengua en el interior de su boca y los dedos en el interior de su cuerpo.
-¿Me das el aprobado? -preguntó Luhan con una sonrisa antes de mordisquearle la oreja.
Sehun introdujo un dedo más en su entrada a modo de respuesta que hizo que Luhan diera un respingo.
-Te doy el sobresaliente… -susurró contra su cuello, sin dejar de mover los dedos en su interior, mientras lo llevaba en brazos hasta el borde de la amplia cama de matrimonio en la que tantos momentos de placer habían compartido.
Luhan se puso de rodillas sobre la cama y, tras despojarse de su camisa y quedar completamente desnudo, avanzó con la intención de acostarse en el medio de ella. Antes de que lograse su objetivo, Sehun lo sujetó con autoridad por la nuca y lo empujó hacia abajo. Luhan quedó arrodillado sobre la cama y, un momento después, Sehun se colocó detrás. No hubo necesidad de decir nada, las palabras sobraban porque sus cuerpos siempre encontraban un código de comunicación más efectivo.
La penetración fue inmediata y sin ceremonias, justo como él la esperaba. Apoyó la frente en el colchón y no se preocupó por controlar sus gemidos. Sehun lo tenía abrazado por la cintura mientras se movía dentro de él y con la otra mano guiaba su miembro hacia donde se unían sus cuerpos.
-Sehun-ah… -gemía mientras levantaba el trasero para buscar la forma de que pudiera enterrarse en su interior más profundamente.
Sehun utilizó la mano con la que lo abrazaba para acariciar sus pezones, endurecidos y perfectamente listos para que él jugueteara con ellos, los tocara y acariciara como le placiera. Se inclinó hacia adelante para reducir el espacio existente entre ellos y empezó a lamer su hombro, ascendiendo por la línea de su cuello hasta terminar en su oreja.
-¿Te gusta? -susurró entre jadeos contra su oído, mientras clavaba sin piedad su regia longitud en él.
-Sabes que sí…  Me encanta… Ahhhh… -respondió Luhan entre gemidos.
-Quién te hace el amor mejor que yo, ¿eh? -preguntó mordiéndole tentadoramente el lóbulo de la oreja.
-Nadie, maldita sea… Oh, Señor… -dijo entre jadeos entrecortados.
Luhan comenzó a masturbarse. Estaba a punto de alcanzar el clímax y ambos lo sabían.
-Córrete para mí, pequeño. Vamos, córrete… -gruñó preso del placer mientras se movía rítmicamente dentro de él.
Luhan se mordió los nudillos para amortiguar su grito y las paredes de su interior se tensaron alrededor del miembro de su amante. Sehun lo asió con fuerza y dejó salir su liberación después de unas cuantas embestidas más para caer posteriormente sobre su espalda, ambos bañados en sudor.
Tras un rato así, inmóviles, Sehun rodó sobre él para colocarse a su lado y ambos se miraron, sonriendo.
-A veces te maldigo por ser quien eres, y otras doy gracias por no poder convivir contigo… -dijo Sehun.
-¿Por qué? -preguntó Luhan con curiosidad.
-Porque creo que sería incapaz de vivir bajo el mismo techo contigo sin hacerte el amor a cada instante, y dudo que eso sea sano para un cuerpo tan flacucho como el mío…
Luhan sonrió.
-Es cierto, eres un flacucho…
Sehun le dio una palmada en las nalgas a modo de reproche y Luhan se echó a reír.
-¡No me has dejado terminar! -protestó entre risas-. Quería añadir que a pesar de ello… -dijo acercando la mano a su miembro, que casi había recuperado su tamaño habitual-… me fascina cómo responde tu cuerpo siempre a mis caricias, por muy agotado que estés.
Sehun sonrió, sintiendo cómo nuevamente su miembro se endurecía.
-¿Ves? -preguntó entre risas-. Ya necesito volver a hacerte mío…
Luhan se colocó a horcajadas sobre él, devorando su boca mientras Sehun le acariciaba las nalgas.
-No sé a qué esperas… -le dijo mordiéndole el labio inferior.
-Deja que me recupere… -replicó él entre risas.
Luhan comenzó a moverse sobre él, frotándose contra la hombría de él, que comenzaba a crecer bajo su cuerpo.
-Dios…-masculló Sehun cerrando con fuerza los ojos-. Eres un diablo…
-Y no sabes la de cosas malas que quiero hacer contigo, cariño…
Luhan se deslizó sobre él hasta que sus ojos quedaron a la altura de su vientre y le lanzó una mirada lujuriosa antes de introducir la punta de su miembro en la boca. Muy lentamente lo fue introduciendo en toda su longitud, mientras escuchaba a Sehun gruñir de placer y contemplaba cómo cerraba los ojos y apretaba los labios, abandonándose al placer.
Luhan comenzó a utilizar su lengua con destreza y a chupar como si de una sabrosa piruleta se tratara. Lo sujetó con su mano derecha para acariciarlo, notando sus venas cada vez más hinchadas, y siguió lamiendo una y otra vez, arrancándole un gemido ronco de deleite con cada movimiento.
Sehun colocó la mano sobre la cabeza de su amante y deslizó los dedos por entre sus cabellos, suplicándole entre jadeos entrecortados.
-No te detengas...
Luhan aceleró el ritmo de sus chupadas, cada vez más profundas, e introdujo casi toda su longitud en la boca, acompañando sus lametones con los movimientos de sus manos.
-Luhan, me voy a correr...
-Hazlo…
Luhan volvió a meter rápidamente el miembro de Sehun en la boca y entonces éste se derramó en su interior mientras soltaba un gemido que resonó en toda la habitación.
Luhan se colocó de nuevo a su lado, sonriente y satisfecho con su propia labor.
-Eres increíble… -murmuró Sehun, plenamente satisfecho.
-Y tú tienes un pene maravilloso… -respondió Luhan, acariciándoselo de nuevo.
Sehun soltó una risotada.
-Estás loco…
-¡Es sublime! Mira qué altivo es. Parece uno de esos loores de la realeza británica.
-¿Qué demonios te has bebido antes venir? -Sehun levantó una ceja, mirándolo como si fuera un auténtico lunático.
-¡Cállate! A él le gusta… -se inclinó para darle un tentador lametón-. Le voy a poner nombre…
-No te atreverías…
-Será… -colocó su dedo en la base y empezó a subir mientras hablaba-. Lord Christopher…. Andrew… Drake… -sonrió alegre al ver que le quedaba espacio por recorrer-… Marqués de la Santa Gloria -agregó sonriente.
-¿Sabes qué, diablito? -se sentó con un movimiento rápido y lo alzó para arrojarlo sobre la cama y tenderse sobre él-. Puedes llamarlo como mejor te parezca. Al fin y al cabo serás tú quien grites su nombre… -separó sus piernas y entró en él sin hacer o preguntar nada más.
-¡Ohhhhhhhhhhhhhhhh Sehunnnnnnnnnn! -se arqueó contra él al sentir un leve pinchazo y su impulsividad lo tomó por sorpresa, puesto que no estaba todo lo lubricado que hubiera deseado. Su miembro entraba y salía de él a su antojo, lanzándolo a un precipicio sin dejarlo caer.
Sehun lo miró asustado un momento. No había sido su intención hacerle daño; la humedad aún cubría su entrada y todavía había restos de lubricante en él, así que pensó que podría recibirlo sin problemas. Luhan lo miró y entendió su preocupación cuando redujo la velocidad para después detenerse por completo.
-Por favor, no pares…
-¿Estás bien? -se inclinó para besarlo en los labios y en la cara, arrepentido por su arrebato.
-Contigo siempre estoy bien. No te detengas, por favor… -Sehun le lanzó una mirada traviesa y continuó moviéndose dentro de él.
Luhan se aferró a sus definidas y duras nalgas, empujándolo, intentando tenerlo todo de él. No podría vivir sin aquello. Se volvería loco sin él, sin sus besos, sin su cuerpo aplastándolo y amándolo en tantas formas como fuera posible. Le rogó más y le suplicó que no parara nunca, pero el final fue inevitable y el orgasmo lo arrastró, haciéndolo gritar y clavar las uñas en su espalda.
Y la mañana siguiente daba igual. No importaba si ambos tenían otra vida oculta, si lo suyo estaba prohibido o si tenían que vivir escondidos del mundo como un par de delincuentes. Cuando estaban juntos, cada segundo no podía ser más perfecto de lo que era. Ni ellos más felices.
Parte 2/2 ->>>

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