Título: Blackout
Personajes: Dean y Sam
Género/Rating: Mayores de 13
Resumen: Un apagon y ocurren muchas cosas.
Advertencias: ninguna.
Nota: cuarta temporada
Las oficinas repletas de personas aceleradas tratando de hacer su trabajo y completarlo; para que no le despidieran mientras allí en su cómoda oficina de vidrios tintados con su café arabico recién hecho traspasaba a su garganta con un gemido de placer por parte suya.
Todo tranquilidad hasta que llego él. Era algo magnético la forma en que al instante sus ojos se fijaban en su gran gran persona. La silla de cuero era acomodada con tal de que no perdiera de vista a Sam Wesson. No olvido todo lo que paso con el otro a pesar de que hubieran pasado semanas.
Pero su orgullo era más fuerte y no hay que olvidarse de su sentido común -que por lo visto el otro no tenía ni un poco-. A pesar de que los lunáticos sueños que el otro decía tener, el también comenzaba paulatinamente con flashes de su vida con el otro. Y su garganta se cerraba pensando que podría pasarle al otro sin él a su lado.
Porque según sus informantes era el último día que el alto chico pisaba la empresa. Y no quería dejarle partir. Un dolor punzante le recorría por entero cada vez que pensaba en eso. Fue al baño y a veces pasaba -sin que se dieran cuenta- a servicio telefónico.
Y le vio con sus cosas en cajas en sus inmensas manos. La adrenalina -como el ultimo tiempo- se le subió a la cabeza y no le pensó dos veces en ir a buscarle, cerrar la puerta y trancarla.
La respiración era rápida pero no quitaba la vista del otro. E ilógicamente oyó unos gritos de terror. La luz se había apagado de la nada y ellos encerrados allí. Se dijeron muchas, muchas estupideces hasta que con los nervios a flor de piel. Se besaron desapareciendo a la vez toda la ropa. Los recuerdos, los sentimientos guardados hicieron mella en lo que duro el apagón.
-vámonos- le miró con decisión,
-ya era hora idiota.
-perra.
Dejo su futuro prometedor para ir a un futuro incierto con el chico que le prometió todo.