FIC. Cuando el infierno te pide un bis... (2/??)

Sep 29, 2008 17:24


Título: Cuando el infierno te pide un bis...
Capítulo: 2/??
Autor: darthlady
Fandom: Crossover Sw/BtVS
Personaje/Pairing: Spike/Dean
Rating: PG
Resumen: Segunda parte del fic "Sex, Spike y Rock´n´Roll", que encontrareis en mis memorias. Si no quereis leerlo (el anterior digo) basta con que sepais que Spike y Dean pasaron una gran noche a rimo de Metallica.
Advertencias: Es puro crack, no os voy a decir yo que no. Y lo publico con reticencias porque aun es WIP (aunque lleve una cantidad bastante ingente escrita que me sorprende a mi misma). 
Total Palabras:1465
Ni Supernatural es mio, ni BtVS tampoco (por desgracia).



Definitivamente este caso iba a volverles locos de remate a todos. Buffy continuaba empeñada en que el demonio iba después a limpiar. Sinceramente no había visto muchos demonios preocupados por la higiene personal o de cualquier tipo.  Sam estaba convencido de que Dean se había infectado con algún germen de locura que flotaba por el pueblo, porque ya estaba revolviendo en la casa, absolutamente convencido de que la rubia tenía razón… bueno, vale, tenía que admitir que todo era muy raro. Pero ¿Demonios limpios? Eso era demasiado hasta para él. Oh, bien. Viene Giles. Seguro que él pone algo de orden. Tiene pinta de ser alguien sensato.

-Chicos, he encontrado esto al lado de los cubos de basura. Creo que vas a tener razón Buffy…

Giles sostiene en sus manos una bolsa de basura repleta de ropa manchada de sangre, de pelusas de polvo, unos estropajos usados…

-No sé si será un demonio, pero lo que está claro es que vuelve para limpiar.  ¿Alguna sugerencia?

Me temo que no Giles, Sam vive en el mundo de los cuerdos, en el que los demonios no limpian, los vampiros tienen nombres normales y su hermano no los mira como si fuese él el que tiene hambre y no al revés.  Así que no, Giles, por su parte ninguna idea. Pero Buffy parece que ya se ha puesto en marcha así que no cree que importe tanto…

-¿Porqué no nos dividimos? Spike, Dean y yo preguntaremos a los demonios, si hay alguno de ellos tan limpio tienen que saber algo, se tiene que notar...

-Si no, siempre podemos seguir el rasto de buen olor desde el bar de Willy... no tiene que ser difícil encontrarlo con lo mal que huelen todos…

-¡Oh calla, Spike!  Nosotros a preguntar. Vosotros tres -continúa mientras señala a Willow, Sam y Giles- id a la biblioteca a ver si encontráis algo interesante… y tú, Xander vuelve a casa y asegúrate de que mi hermana no se salta el castigo a la torera por favor…

Giles nunca ha podido dejar de sentir que la biblioteca era un poquito suya. Es una tontería si lo piensa, porque hace muchos años que no trabaja allí. Pero no puede evitar sentir como suyo ese olor a libros sin abrir y café por las mañanas. El silencio y saber dónde está cada libro y cada autor. Aunque la verdad es que desde que llegó la nueva bibliotecaria, cada vez desconoce más esos pequeños detalles. En cierta manera duele un poco.

-¿Y éste libro no estaría mejor entre los de religiones?

-Está escrito en latín, así que está entre los de latín. Giles, no quiero volver a discutirlo.

No hay nada que hacer. Si ella dice que en los de latín, en los de latín se queda. Con un suspiro  Giles deja que Eve, que así se llama la causa de sus desvelos bibliotecarios, le  arranque el libro de las manos y lo devuelva a su estante, mientras le indica a Willow en que sección están los libros que necesitan para su investigación.  Fue un alivio encontrar que la nueva bibliotecaria era una amante de los vampiros y que más que extrañarle le entusiasmó su existencia.  Aunque fue bastante complicado convencerla de que el hecho de que te muerda un vampiro claramente no es sexy.  Que Spike insistiese en demostrarle como era un mordisco de esos, sospecha que no ayudó mucho en su empeño en convencerla de la falta de atractivo que tienen esas situaciones.

-Sección 8-A, Folklore y leyendas. No sé si será muy adecuado poner a los demonios en leyendas, pero si hago una sección de demonios, me temo que mi jefe me manda directa al psiquiátrico…

Y eso es todo lo que es capaz de añadir antes de darse la vuelta, ver a Sam y comenzar a tartamudear. Giles casi siente piedad de ella… Casi. Si no cambiase de orden sus libros le resultaría más fácil sentir compasión de ella mientras ve como se pone colorada como un tomate maduro, abre y cierra al boca y concluye sus balbuceos con un:

-Libros allí. Hablamos luego. Cosas que hacer. Adiós. Encantada, que alto eres, uy, perdón. Eso. Adiós.

¿Por donde era? Ah, sí, leyendas y folklore, habrá que empezar a investigar.

*****

El bar de Willy sigue poniendo la misma música horrible de siempre. Spike no se explica cómo le gusta tanto ir ahí… ah sí, el alcohol no es de garrafón y uno encuentra la información casi sin buscarla… bueno a veces uno encuentra cosas más interesantes que la información. Ese Dean fue una grata sorpresa.

-¡Ey, Willy! ¿Me echabas de menos?

-La verdad, no mucho rubito, ya llevaba una semana sin pelea por aquí… ¿se me acabó al buena racha verdad?

-No si nos portamos bien. No me gusta portarme bien ay lo sabes, pero haré un esfuerzo: Tú me das información y yo no destrozo tu local…otra vez.

La sonrisa depredadora y…

-¿Qué será? ¿Un whisky?

-Ese es mi chico, ¿Ves Dean, como los seres del inframundo somos encantadores? Ve llamando a tu hermano y avísales de que tenemos algo.

*****
-Aquí es.
Están delante de una de esas casas de gran jardín y cerca blanca impoluta. Jardines bien cuidados y pajaritos gorjeando en el jardín. Un sitio donde las madres dejarían jugar a sus hijos y al que  las batidas de seguridad vecinal no dedicarían más de dos segundos de atención. Se quedan parados frente a la puerta, dudando entre  abrir de golpe o llamar a la puerta. “No seas bruto Spike, ¿Y si no es esta la casa que buscamos?”, “Pues pedimos disculpas y mandamos a Xander a arreglarles la puerta”
-Ni se te ocurra.
Una voz de mujer desconocida frena a Spike con la pierna a medio camino de golpear la puerta.
-Eh, eh , eh, chiquillo. Acabo de limpiar así que ni pienses en matarme aquí.

Vale, eso sí que no se lo esperaban. Una mujer chiquitita, de voz suave pero firme, con el pelo recogido en una coleta y cruzada de brazos está parada en la puerta mirándoles con una ceja levantada… justo de la misma manera en la que Spike la está mirando a ella.
-¡Oh! No me miréis así, por favor. Es de muy mala educación quedarse mirando alguien como si fuera un fantasma. Es humillante pensar que pueden compararla a una con uno de esos ectoplasmas tan sucios. Y ahora si queréis pasar, podríamos negociar eso de acabar con mi vida. Mi cuello permanece sobre mi cabeza y a cambio yo os doy información sobre qué está pasando aquí.
Se aparta para dejarles paso, y se dirige hacia dentro de la casa luego parece que se lo piensa mejor y se da la vuelta para volver a dirigirse al conjunto de bocas abiertas y ojos desorbitados que la observan desde la puerta. Señala a Dean y a Spike y…

-          Si no os importa, las botas dejarlas en el descansillo…

Hay varios momentos de duda, claramente tienen ganas de entrar y matar a esa demonio. Es a eso a lo que se dedican, a llevarse por delante todas las cosas oscuras que puedan. Pero les ha dejado helados, e intrigados. Son cazadores, depredadores, y no pueden por menos que reconocer a un digno rival y respetarle... aunque sea pequeñito y muy femenino. Saben que eso no significa nada, Buffy es pequeñita y podría patearles a todos el trasero en un momento. Y al final es ella la que toma la decisión, les aparta de un pequeño empujón y pasa a la casa.

-. Ya sabéis lo que tenéis que hacer con las botas.

El salón es agradable, dentro de que algo enfermizo puede resultar agradable.  El juego de té está en la mesa, y Dean empieza a plantearse que igual la visita no es tan sorpresa como ellos pensaban. La Cazadora rompe el silencio.

-¿Y bien? ¿Cuál es esa información tan maravillosa?
-¿Algo de té? ¿Café mejor? Personalmente pienso que el café aquí es bastante terrible, pero en fin, parece que a la gente le gusta. Tomad asiento. Por cierto mi nombre es Charlotte, encantada - No para de moverse de un lado para otro, trayendo galletas saladas, una tetera, servilletas y un sinfín de cosas más-  Bien la cosa es que no tenéis muy claro dónde os estáis metiendo. Vuestra fama os precede claro, pero ¿sinceramente? Este apocalipsis en concreto os viene un poco grande.

Spike no parece nada convencido, de pie apoyado en la pared (y ganándose una profunda mirada de desaprobación de Charlotte).

-Muy bien princesa, eso ya lo hemos oído. No me gustaría ser rudo, pero...¿Se puede saber por qué demonios nos cuentas tú esto?

-Oh, bueno, se puede decir que mi devoción por mi jefe acaba donde acaba el precio de mi hipoteca.

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