Cain, Abel, héroes y villanos.

Apr 21, 2008 14:46

 
El otro día una amiga mía me dijo que soy incapaz de hablar como una persona normal del séptimo libro de Harry Potter , porque soy una cabezota y no quiero escuchar a los demás. Y lo mismo con Sasuke… o con Darth vader.

Es posible que eso sea cierto. No voy a negarlo porque sería una estupidez. No pretendo que a todo el mundo le gusten los mismos personajes que a mí porque eso realmente sí que sería una estupidez y además bastante aburrido. Pero tampoco puedo evitar saltar a defenderles, porque sinceramente, los héroes están muy bien y todo el mundo les quiere y son muy buenos y bla bla bla. Es decir, uno no puede evitar ser indulgente con Harry, o querer a Luke, o querer abrazar a Naruto y estrujarle los carrillos. Ninguno de ellos es especialmente listo, vale, pero son honestos, y son firmes y sobrellevan muchas cosas. Pero, sinceramente, no me siento identificada con ellos. Y cuando leo un libro busco un personaje al que pueda entender.
Y ahora va a parecer que soy nazi ¿no? Vamos, Siths y Slytherins se alzan en la mente de muchos como el totalitarismo nazi. En el caso de los siths es cierto. No pienso negarlo, y tampoco voy a decir que apruebe su ideología. No lo hago. Pero si hay algo que les diferencia de los sith y que hace que les deteste menos que a los jedis: son sinceros con ellos mismos. Quieren el poder y harán lo necesario para conseguirlo. Lo saben y lo admiten. Los jedis quieren exactamente lo mismo, los jedis son la clase de organización que te piden que dejes morir a la persona que amas porque “el compromiso fuera de la orden está prohibido”. Pues muy bien. No me interesa. No diré que los siths son buenos, pero tampoco me oiréis decir que los jedis son los “buenos”. Para mí no lo son.  Simplemente manejan mejor la manipulación de la opinión pública.
Pero luego está Darth vader y ahí si me desgañitaré gritando que era un buen hombre. Confundido, aterrado y lleno de odio. Un hombre con errores muy graves y algunos imperdonables. Un hombre que se salvó por lo mismo que le condenó: Por amor, por la familia. Me gusta porque no es perfecto y sufre. No mata a Palpatine por hacer lo correcto, no se une al imperio porque crea en su política de terror. Es un hombre utilizado, frustrado y desesperado que se equivoca y cuando se da cuenta ya es demasiado tarde y ya no hay vuelta atrás porque el camino ya está trazado.
Cuando leí por primera vez Harry Potter, no me dijo nada. Seguí leyendo los libros porque era verano y necesitaba algo para la playa y fue así hasta el tercer libro. El principal fallo de Rowling ,para mi, no era la redacción mediocre (vamos, no es tan mala redactando pero no es Shakespeare tampoco), ni mucho menos. Era la moralina, la moralidad de niños de primaria. Y no me vengais con lo de “eran libros para niños”. La primera vez que leí El señor de los anillos tenía 9 años, y os aseguro que fueron ese libro y su Gollum, y la Guerra de las Galaxias las que me dieron una de las lecciones más importantes en mi vida: redención y perdón. Gollum no era perfecto, no era bueno, tampoco era malo, estaba desesperado, era rastrero y horrible. Pero había algo latiendo ahí debajo de todo eso: el dolor, la soledad, la dependencia. No podías evitar tener lástima por él, no podías evitar desear que no lo siguiese pasando mal, porque su dolor era tangible. Tolkien le daba la redención incluso sin que él lo pidiese. Y yo tenía 9 años, lo entendí y me conmovió. Los niños no son idiotas. Así que, que llegue esta mujer y me diga que ser elegido Slytherin equivale a que te preparen ya una habitación en Azkabán pues la verdad que me repateaba bastante.
Llegó el tercer libro y con el llegaron Sirius y Remus. Un convicto que ¡Sorpresa! Era un buen tipo. Y el licántropo más maravilloso que alguna vez ha salido en un libro. Y me dije, pues quizás has estado entendiendo mal a esta mujer, quizás si ve las cosas como tú. Eso se reforzó con el sexto libro…y se destrozó con el séptimo.
Porque se ve que el querer mantenerte lejos de la pelea es que apoyas al bando contrario. Porque se ve que hay un rasero distinto dependiendo de qué casa seas. Hay una escena en el último libro que para mí es esclarecedora: las tres casas apuntando a Slytherin, la mesa de Slytherin vacía. Me da igual que luego diga que se quedaron a luchar, es más preferiría que no lo hubiera dicho: Porque no tenían porqué quedarse. No luchar es una opción tan respetable como cualquier otra. No quiero que me vendan el valor Gryffindor, porque yo no lo entiendo como valor. Valor es enfrentarse a las cosas que debes enfrentarte ,no es correr hacia el peligro. Eso es temeridad y no lo veo nada honorable. Valor es hacer lo correcto. Valor es sobrevivir. Y si algo hace bien Slytherin es sobrevivir.
Otra cosa, no sólo hay malas personas en Slytherin. ¿Nadie recuerda a Peter? ¿Nadie recuerda lo imbéciles que eran Sirius y James? Eso fue lo que me decepcionó. Para Rowling solo hay perdón por dos razones: amar a los elfos domésticos o ser Gryffindor. Eso es lo que me repelió del séptimo. No hubo redención para los desterrados, no hubo catarsis, no hubo perdón, ni siquiera hubo intento de comprensión.
 Y eso es lo que me gusta de Kishimoto. Pone el dolor en bandeja. Sasuke sufre, Naruto sufre y la única diferencia entre ellos es que Sasuke se deja llevar por el dolor y se equivoca. ¿Eso le hace malo? No. Los humanos erramos.  Creo fervientemente que la raza humana es capaz de las cosas más maravillosas, pero estoy absolutamente segura de que también somos responsables de las más horribles. Y si tuviese que adjudicar el adjetivo de “malo” no lo haría a un pobre niño de 12 años, asustado y al que mataron toda su familia y quiere hacer todo lo necesario para vengarles.
No, no soy flexible con mis opiniones en este tema. No me apeo del burro. ¿Por qué? Porque respeto muchísimo que el mundo tenga otras ideas, pero si tengo las que tengo es porque las considero las más apropiadas para mí. Mis personajes no tienen que funcionarle a todo el mundo. Pero no puedo evitar que a mí me rompan el corazón: porque están solos, porque sufren, porque se equivocan y porque son humanos. Pueden ser egoístas como Sasuke, irascibles como Anakin, ambiguos como Snape, pedantes como Draco. Pueden ser idiotas, fanfarrones, violentos y dolorosos. Pero ¿sabéis una cosa? Entre Caín y Abel siempre me pondré de parte de Caín. Abel ya tiene a quien le cuide.

PD: Siento si no tiene mucho sentido. Pero de alguna extraña manera ha sido catártico.

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