Aug 20, 2008 15:08
Por fin traigo el capi 6.
En fins... no hubo rapeo... pero el 7 promete... Al fin... al fin... llegamos al capi llamado BED... jajajajaja. Imaginaos!
Espero que os guste.
MIL BESOOOS
muaaaaaks!
CAPITULO 6. ¿Fight?
Las piernas de Ishida comenzaron a flaquear, temblando rápidamente. Kurokawa comenzó a acariciar el pecho de Ishida por encima de la camisa, hasta que de un tirón arrancó los botones.
- No. - Dijo Ishida en un susurro. Las lágrimas afloraban en su rostro. Realmente lo estaba pasando muy mal. - Dejame...
La lengua del redactor jefe recorrió el cuello de Ishida hasta llegar al pecho, donde comenzó a succionar fuertemente hasta dejar una marca amoratada. De pronto un ruido.
- ¡¡Ishida!! - Éste calló al suelo, temblando. Kurokawa se giró al escuchar el grito. Unos golpes en la puerta, la cual al final cedió. Ishida estaba en el suelo tapándose la cabeza y el rostro, no quería ver a Kurokawa. - ¡¡No te atrevas a tocarle!!
Alguien entró, colocándose en medio, entre uno y otro. De pronto Ishida se dio cuenta delante de él, dándole la espalda, ahí... justo en frente... estaba su Ángel. Abrió los ojos, mientras veía como Kurokawa le miraba con odio. Éste sonrió con desdén y se lanzó hacia el Ángel, para golpearlo con todas sus fuerzas. De esta forma comenzaron a pelearse. Pero en una de las ocasiones, Kurokawa cogió un bolígrafo del suelo y se lanzó hacia el Ángel para clavarselo.
- ¡¡NOOO!! - Ishida se levantó con todas sus fuerzas apartando a su eterno salvador y siendo él, el que recibía el golpe, en pleno estómago. Al recibirlo, el golpe junto con el bolígrafo, que se medio clavó, éste se derrumbó en el suelo. Todos, tanto el Ángel, como el redactor jefe, como Kaede y el resto de compañeros quedaron en silencio. Ishida en el suelo gimió. - ¿Ángel?
- Estoy aquí, Eiji... estoy aquí.
- Menos mal que estás a salvo. - Cerró los ojos y quedó inconsciente. En ese momento el Ángel tomó a Ishida en brazos y se levantó, saliendo de allí.
- No vuelvas a acercarte a él, Kurokawa. - Dándose media vuelta, se alejó de allí, dejando un aura de protección por toda la oficina.