[BAP Fanfic] System Failure

Oct 21, 2013 16:25


Title: System FailureFandom: B.A.P
Pairing: OT6 (implied Banglo, Himdae y Youngup)
Rating: G
Words: 7375
Disclaimer: El prompt es de obsscure, ellos son de ellos mismos y el desarrollo una invención mía.
Notes: Escrito para obsscure por el SN 3.0; Igualmente le he hecho algunos cambios y he añadido cosas, espero que te guste mucho más ahora de lo que ya te gustó. Sufrí con él porque quería escribirte algo precioso y cuando leí el comentario que dejaste en el foro estaba en la sala de espera en el hospital con lágrimas en los ojos y ganas de saltar de alegría aparte de la sonrisa estúpida más grande del universo. Love u so much ~♥



System Failure

La sala era completamente blanca, esterilizada, compuesta por diferente maquinaria. En el centro se encontraba la única cápsula ocupada e iluminada, dentro de ella la figura de lo que aparentaba un joven de dieciséis años, científicos rodeaban la cápsula con la esperanza de por fin haber logrado crear un androide funcional.

-Esta vez funcionará, ¿verdad? -la voz severa de un general del ejército se escuchó desde el fondo de la habitación-. Logrará desestabilizar el navío del equipo expeditivo del planeta Mato, ¿cierto? No podemos permitirnos que ese planeta siga existiendo y complicando nuestros avances de conquista.
-Puedo asegurarle que el modelo Z-7530800 es completamente operativo y que con sólo estar en modo activo afectará a la tecnología de la nave cada vez que se aproxime al ordenador base de la sala de motores.
-Eso espero, por su propio bien doctor. Ya sabe lo que pasará si no es así.

El científico no necesitó que le recordaran la amenaza que le había metido en ese entuerto. Observó como el militar abandonaba la sala y se giró para mirar de nuevo a su hijo, esperaba no haberle condenado demasiado y que sus futuros compañeros le tratasen bien. Tenía la impresión de que no le volvería a ver nunca más.

∞∞∞

Volvió a centrar su atención en la figura ante él. No entendía qué hacía realmente en esa reunión en la que únicamente debería estar presente la persona a cargo de la misión. Él tan sólo era el capitán de la nave, aunque conociendo a su mejor amigo seguro que terminaría siendo quien tomaría todas las decisiones en la misión. Intentó escuchar atentamente a lo que la gobernadora les estaba explicando, pero la verdad es que a él poco le importaba ahora mismo si iban a ser cinco o cincuenta en la tripulación. Siquiera si uno de ellos era un… ¿androide? Se enderezó en la incómoda silla en la que estaba sentado, notando como todos sus músculos se ponían rígidos, al escuchar eso. ¿Qué mierdas se suponía que iban a hacer ellos con un androide en la nave? Debería haber prestado más atención al discurso de la gobernadora, pero él era un hombre de acción, no de diplomacia. Eso ya se lo dejaba a Himchan. Se mantuvo en silencio y estático en su asiento, escuchando con atención todas las preguntas que le hacía su amigo a la gobernante del planeta, hasta que observó como ésta y su pequeño séquito de políticos abandonaban la estancia. Una vez se cerró la puerta centró su mirada en la preocupada de su amigo y superior. No hubo necesidad alguna de expresar lo que pensaba, veía claramente los mismos pensamientos reflejados en los ojos de Himchan.

Aquella imposición no les gustaba a ninguno de los dos, pero tendrían que acallar sus quejas puesto que eran órdenes directas de la gobernadora y todos sabían perfectamente lo que pasaba con aquellos que las refutaban. Y, siendo sincero, Yongguk no tenía muchas ganas de pasar los siguientes quinientos años de su vida encerrado en una minúscula celda bajo tierra. Suspiró antes de levantarse de su asiento y dirigirse directamente a su nave tras despedirse de su amigo con una leve palmada en el hombro. La misión conllevaba demasiados riesgos como para tomarlos a la ligera, más ahora que iba a tener un androide metido en su nave.

∞∞∞
La desesperación se estaba abriendo paso por todo su cuerpo, no sabía qué hacer para remediar esa situación y si no se daba prisa perdería aquello que más apreciaba.

∞∞∞

Himchan se dejó caer directamente sobre su cama, sin preocuparse de si sus ropas se arrugaban o no. Sabía que la misión era importante, pero algo no le terminaba de encajar en la ecuación y eso no le gustaba. En unos días partirían en busca de un planeta que tuviera una fuente tan potente como los llantos de los pájaros Eu-ak que sostenían a todo Mato, pero no era el viaje lo que le preocupaba, sino la inesperada adhesión de un androide a la tripulación. Poseía el conocimiento suficiente para saber que en Mato no existían, sí prototipos que habían fallado en muchas de las etapas de la investigación, pero nunca un androide completamente ejecutable. Cuando le había preguntado en la reunión a la gobernadora que de dónde había sacado el prototipo sólo le había contestado que lo habían donado anónimamente para la misión y aquello únicamente había conseguido agravar el malestar que sentía.

Apartó los pensamientos relacionados con la reunión de su mente y cerró los ojos dispuesto a dormir todo lo que pudiera antes de que fuese imposible para él dejar de pensar en ella, el androide y todo lo que aquello conllevaba. Ahora lo importante era descansar. A partir del día siguiente ultimaría los detalles que faltasen con Yongguk y acabaría con todos los permisos burocráticos. A veces simplemente odiaba demasiado su cargo.

∞∞∞

Lo primero que vio al abrir los ojos el modelo Z-7530800 fue una habitación llena de cajas apiladas y lo que parecían víveres y herramientas necesarias para la manutención tanto de la tripulación como de la nave. La cápsula donde estaba metido se abrió automáticamente al mover él una mano, parpadeó rápidamente antes de posar uno de sus pies fuera de la misma. Estaba programado para personarse ante el oficial a cargo de la misión así como ante el capitán de la nave nada más salir de su estado de hibernación, así que salió de la sala de almacenamiento y recorrió los pasillos de la nave, observando cada recoveco y guardándose el recorrido en su interior como un mapa recién elaborado, hasta llegar a lo que parecía ser la sala de mandos. Ahí se encontró con dos figuras, una de ellas inclinada sobre la mesa de control y la otra sentada confortablemente a su lado con las piernas cruzadas.

De acuerdo con su manual de comportamiento lo primero que debía hacer era tocar a la puerta, pero nadie tuvo en cuenta que las puertas de la nave se abrían automáticamente al movimiento, por lo cual el modelo Z-7530800 se adentró en la habitación y se plantó tras las dos figuras ahí presentes.

-Modelo Z-7530800 reportándose ante el comandante Kim Himchan y el capitán Bang Yongguk -la voz ligeramente mecánica delatando su condición de androide a pesar de su aspecto físico tan logrado.

El androide notó como la figura inclinada sobre el panel de control se ponía rígida en un segundo mientras la otra daba un pequeño brinco en su asiento antes de girarse y mirarle fijamente con un tinte de sorpresa. Vio como abría la boca dispuesto a decir algo, pero antes siquiera de que algún sonido saliese de ella apareció otra figura por detrás del androide refunfuñando.

-Himchan, en serio, os hemos estado llamando desde hace un rato diciéndoos que es la hora de comer, si no os dais prisa Daehyun va a terminar comiéndose todo antes de que lleguemos, porque ya sabéis cómo es cuando hay comida de por medio, ni siquiera Jongup puede detenerle… -la voz del recién llegado, un chico que no debería ser muy mayor por su cara de mofletes prominentes y labios fruncidos en una mueca de disgusto, se acalló nada más fijar su vista en el androide-. Vaya, ¿ya ha despertado? ¿Puedo investigarlo ya entonces? Me prometisteis que podría hacerlo cuando se despertase.
-Youngjae.

El joven llamado Youngjae apartó la vista del androide para fijarla en la esbelta figura del hombre que seguía apoyado rígidamente en el panel de control, músculos firmes y cabello negro y corto que denotaba su condición de militar. El modelo Z-7530800 lo identificó como el capitán de la nave. Bang Yongguk. Según sus órdenes era a la persona que debía obedecer, incluso por encima de la persona con el rango más alto en la misión. Observó como Yongguk se separaba del panel y con un ligero movimiento de cabeza les indicaba a él y a los otros dos que le siguieran.

Salieron de la sala de mandos, el androide justo tras el capitán aunque sentía la mirada fija de los otros dos sobre su espalda, después de todo su sensor estaba en óptimas condiciones y podía sentir absolutamente todo lo que le rodeaba. Memorizó el recorrido desde la sala hasta lo que parecía ser una mezcla entre cocina y habitación para todo, puesto que estaba repleta de cosas esparcidas por el suelo. Ahí se encontraban otros dos chicos. Ambos de piel bronceada, uno más alto que el otro. El alto era esbelto, su pelo castaño con una ligera decoloración en el flequillo y labios prominentes, una sonrisa extensa plantada en ellos. El otro, en cambio, poseía un cuerpo musculoso, ojos casi inexistentes por la amplia sonrisa que compartía con el resto y el cabello de un azul medianoche de punta. Por extraño que pareciese, el androide por un instante pensó que podría llegar a sentirse a gusto en presencia del más bajo.

∞∞∞
La sala se estaba llenando de humo y ni siquiera él podía distinguir de dónde podría provenir el problema. Necesitaba darse prisa. Debía darse prisa.

∞∞∞

-¡JUNG DAEHYUN!

Ninguno de los presentes en el comedor tenía que girar la cabeza para saber que Daehyun había vuelto a desatender sus funciones como cocinero y que, de nuevo y por sabe quién cuántas veces ya, Himchan tenía que hacerse cargo de preparar la comida. Llevaban ya meses en la nave buscando ese planeta que pudiera ayudarles a encontrar una fuente de energía parecida a la que usaban en Mato y de momento la búsqueda había sido infructuosa. Youngjae suspiró, la escena que venía a continuación llevaba repitiéndose cada poco tiempo y siempre terminaba de la misma forma. Apartó la mirada de aquello que tenía en sus manos y la posó en Jongup y Zelo, que estaban en la otra punta de la mesa. Se habían acostumbrado a la presencia de Zelo, como habían decidido llamarle al final, aunque Jongup le llamaba Junhong diciendo que Zelo seguía siendo un nombre que recordaba la procedencia del androide.

Youngjae dejó escapar otro suspiro al ver pasar al comandante hecho una exhalación camino a la habitación de su amigo, sabía que a Daehyun le gustaba el otro, pero no entendía el afán que tenía de cabrearle con tal de llamar su atención. Volvió a fijar su mirada en los cables que tenía en la mano y que sobresalían de uno de los aparatos de cocina que Daehyun había conseguido romper, y que todavía seguía sin entender cómo. Frunció los labios al notar que sería completamente imposible salvar el maldito circuito eléctrico, se iba a cargar a Daehyun la próxima vez que lo viera, si es que Himchan no lo había hecho ya. Suspiró de nuevo y sus ojos se detuvieron en el otro extremo de la mesa, donde ahora Jongup se entretenía jugando con Zelo a algo que no conseguía descifrar y que lograba que ambos tuvieran unas sonrisas enormes en la cara. Envidiaba al androide por poder pasar tanto tiempo con el mecánico sin tener la mirada amenazante de Himchan sobre su pescuezo como le ocurría a él.

Estiró los brazos sobre la mesa y apoyó la cabeza sobre los mismos, su mirada fijada en los otros dos ocupantes de la sala. En opinión de Youngjae, Zelo podía comportarse como un niño pequeño, tenía la curiosidad innata de estos a pesar de poseer mucho más conocimiento que el mismo Youngjae o que Himchan -porque debía admitir que el comandante era bastante inteligente y poseía mucha información pese a que muchas veces se hiciese el desatendido-, siempre observando todo fijamente sin parpadear y la boca abierta en una pequeña “o” que dejaba salir pequeños sonidos de contento cada vez que algo le gustaba especialmente. También seguía a Yongguk a todas partes, los ojos brillantes de admiración. A Youngjae le recordaba a una cría de pato recién nacida siguiendo a su madre, para diversión de Daehyun y suya que no podían evitar aprovechar la inocencia de Junhong para gastarle algunas bromas. Una sonrisa divertida se apoderó de sus labios al pensar en qué podrían hacer la próxima vez para que Zelo cayese en alguna de sus bromas, aunque últimamente parecía casi imposible con Jongup al lado del androide la mayor parte del tiempo que éste no pasaba junto a Yongguk.

En ese momento apareció Yongguk seguido de Himchan con una sonrisa victoriosa y un muy rojo Daehyun que se dirigió automáticamente a sentarse a su lado. Eso sólo podía significar que Yongguk había terminado intercediendo en el monólogo de Himchan y había sido él quien le había dado una amonestación a su amigo. Lo sentía por él, ninguno de ellos quería enfadar al capitán o recibir alguna charla de él porque -al menos Youngjae-, se sentían como niños pequeños que habían hecho algo mal y su padre les regañaba. Y Youngjae odiaba decepcionar a la gente por la que sentía respeto. Igualmente sabía que Daehyun se comportaría durante unos días y después volvería a dejar su puesto para estar junto a él en el taller que había en la parte inferior de la nave.

Youngjae se levantó de la silla y, tras darle una pequeña palmada en el hombro a su amigo como consuelo, se dirigió a la cocina para ayudar a Himchan a preparar la comida. Mejor eso que seguir observando como Jongup y Zelo no dejaban de reírse.

∞∞∞

Nada más terminar de comer Yongguk se encerró en la sala de mandos, completamente solo. Desde que Zelo había despertado aquel día hacía ya meses atrás, el androide se había pegado a su persona y aquello le agobiaba en parte. Estaba acostumbrado a la presencia de Himchan, habían estado juntos toda su vida, desde el hospital de recién nacidos hasta el mismo campamento de formación e incluso cuando Himchan se decantó por la parte burocrática del ejército y él por la práctica siguieron compartiendo tiempo juntos. Era una presencia que le hacía sentirse cómodo y con la que no debía expresarse para hacerse entender. Simplemente compartían una conexión que era casi imposible encontrar y que Yongguk bendecía tener la oportunidad de disfrutar.

Que ahora un androide comenzase a seguirle a todas partes en su propia nave conseguía que su temple se desequilibrase. Incluso el resto de miembros de la tripulación guardaban las distancias con él porque sabían que lo que más apreciaba Yongguk era su espacio personal. Hasta Himchan, que era con quien más tiempo pasaba por elección propia, sabía que en ocasiones necesitaba estar realmente solo sin la presencia de nadie más atormentándole. Sin embargo parecía que Zelo ignoraba a cosa hecha todas las fulminantes miradas que le dirigía Yongguk cada vez que le pisaba los talones y ya no sabía qué hacer para que Junhong no violara su espacio.

La búsqueda de una fuente alternativa para Mato le preocupaba más conforme pasaba el tiempo y no conseguían encontrar un planeta con las condiciones necesarias. Se encerraba en su habitación cada día con más frecuencia en busca de alguna posible ruta que les pudiese llevar hasta su incierto destino, hasta que llegaba Himchan a sacarle a rastras para que se alimentase o simplemente porque alguno de los otros -principalmente Daehyun-, había hecho alguna de las suyas y no le hacía caso. Yongguk ahora comprendía lo que había tenido que pasar su padre criando a tres hijos que no paraban de hacer travesuras y recibir regaños por ellas, para volver a realizarlas cinco minutos después de los mismos.

Yongguk suspiró con resignación. En el fondo se preocupaba por todos los miembros de su tripulación aunque era incapaz de demostrarlo y, pese a las veces que Himchan le dijese que no hacía falta que lo hiciese porque los otros podían sentirlo igualmente, a Yongguk le pesaba esa parte de su carácter. Pasó una de sus manos por su pelo antes de centrar su mirada en el mapa estelar que ocupaba toda la mesa que tenía en la sala. Aquella misión iba a conseguir lo que no habían logrado ninguna de las anteriores, desesperarle a tal punto de agriar su humor completamente.

El capitán notó unas manos bastante conocidas sobre sus hombros, masajeándolos. Por eso no se sorprendió cuando escuchó la voz de Himchan a su espalda.

-Deberías relajarte más, Bang. Por más que mires en un mapa, ahí no vas a encontrar lo que necesitamos. Sabíamos desde el comienzo que esta misión no iba a ser como las otras -sintió un último apretón en los hombros antes de que los ojos de su amigo se apoderasen de su rango de visión.
-Odio cuando tienes razón -otro suspiro escapó de su boca mientras veía que Himchan sonreía con suficiencia. Yongguk sabía a la perfección lo que intentaba su amigo.
-Lo que suele ser siempre, Bang.

Yongguk no pudo evitar la risa gutural que brotó de su garganta al escuchar a su amigo decir esas palabras. Siempre terminaban las conversaciones de la misma forma cuando uno de los dos, principalmente Yongguk, estaba pasando un mal momento. Era como si se hubiese convertido en su motto, en su pequeña broma privada que nadie más compartía ni comprendía.

∞∞∞
Giró su cabeza de nuevo, intentando encontrar el origen de todo, su mente todavía inmersa en la impotencia que le sobrecogía. Se estaba quedando sin tiempo.

∞∞∞

Junhong observó desde la puerta como Himchan no dejaba de tocar y rozar con sus manos alguna parte del cuerpo de Yongguk. Su procesador no comprendía qué era esa sensación tan molesta que se apoderaba de él, ni tampoco por qué tenía unas ganas tremendas de golpear al comandante. Por algún motivo que no sabía, después de seguir las órdenes que le habían dictado de seguir todo mandato -así como también al capitán en sí-, Zelo había encontrado gratificante la silenciosa compañía de éste, a pesar de que Yongguk poco más y no le aguantase.

Sentía admiración por la férrea actitud que Yongguk poseía respecto a la misión y cómo llevarla a cabo, así como también su experiencia como militar. Zelo volvió a enfocar sus ojos ante la escena que se presentaba en la sala; Himchan no paraba de hablar y dar pequeños apretones con su mano en el brazo de Yongguk mientras éste sonreía. Junhong sintió la opresión dentro de él incrementarse. Lo único que deseaba hacer era entrar ahí y separarles, alejar a Yongguk del comandante. En vez de eso, lo único de lo que fue capaz fue de alejarse de ahí. No entendía por qué le dolía tanto ver esa escena, ni siquiera era un ser vivo de verdad, sólo era un androide, un artefacto creado a partir de cables y circuitos eléctricos que debía cumplir una misión.

Zelo siguió caminando hacia su habitación, aquella que Jongup le había mostrado tan alegremente porque estaba junto a la suya y porque la había decorado él mismo para Junhong. Ni siquiera le devolvió el saludo a Daehyun cuando se lo encontró en medio del pasillo que llevaba a la zona de los dormitorios, ni tampoco escuchó lo que seguramente fuese otra de las bromas que Youngjae y él disfrutaban en hacer. Simplemente continuó su camino hasta que llegó a su habitación y se encerró en ella, decidido a no salir de ella hasta que no comprendiese qué le pasaba.

∞∞∞

La situación en la nave había cambiado y hasta él lo había notado. ¿Cómo no hacerlo cuando Zelo se había encerrado en su habitación desde hacía unas semanas y sólo salía para lo mínimamente necesario? Daehyun dejó la espátula con la que estaba removiendo la comida para fijar su mirada en Jongup, que desde que Junhong se había encerrado había intentado hablar con él infructuosamente. Lo sentía por el menor porque sabía que por primera vez no se había sentido excluido, porque aunque no lo hubiera dicho nunca antes y lo tratase de disimular, cuando sólo eran los cinco en la tripulación Jongup se había llegado a considerar desplazado y por ello se había escondido tantas veces en el taller. Todos habían notado el bien que le había hecho a Jongup el reclutamiento obligatorio del androide, permitiéndole disfrutar de una amistad como la que Youngjae y él compartían. Sin embargo, ahora que Zelo se había encerrado en su habitación y no hablaba con nadie, ni siquiera con Yongguk, el mecánico había vuelto a su anterior comportamiento silencioso.

Centró su atención de nuevo en la comida al ver entrar a Youngjae en la estancia y acercarse inmediatamente a Jongup, Daehyun estaba convencido de que con la intención de distraerle un poco de todo puesto que a los pocos segundos escuchó la risa ahogada del menor. Y, seguramente también, aprovechar que Himchan no estaba tan pendiente de él para poder avanzar un poco en esa relación tan extraña de estira y afloja que normalmente el comandante cortaba de raíz con una mirada fulminante en dirección a Youngjae, para diversión de Daehyun que adoraba ver sufrir a su amigo.

-¡Ey, Daehyun! ¿Te apetece venir a ver una película en el salón? -la voz de su amigo se escuchaba feliz, seguramente porque iba a poder pasar tiempo con Jongup.
-Paso. Disfrutad vosotros de las películas de guerra de Yongguk o las románticas de Himchan -escuchó bufar a Youngjae con las referencias a los géneros de película que podían ver si por un casual lograban siquiera tener acceso a la pantalla que tenían en el salón.
-Más bien pensaba en robarte una de tus películas porno.
-¿Qué películas porno, Daehyun? -sintió como cada uno de sus músculos se congelaban en ese mismo instante, el sonido de la espátula chocando contra el suelo en eco por el silencio que reinaba en la habitación en esos momentos.

Daehyun se dio la vuelta para encontrarse la mirada divertida de Youngjae y los ojos como témpanos de Himchan observándole desde la puerta de la cocina. Ahora mismo sentía unas imperiosas ganas de quedarse sin mejor amigo... y tenía la impresión de que no se arrepentiría más adelante de ello. Observó a la pareja desaparecer por la puerta, o más bien como Youngjae arrastraba a un sonrojado Jongup hacia ella cogiéndole de la mano, dejándole ahí solo junto a lo que parecía ser un enfadado Himchan. Daehyun no se explicaba el porqué de esa actitud, después de todo no eran pareja, simplemente eran compañeros en la nave, porque Daehyun ni siquiera era militar, y el porno tampoco era algo por lo que tendría que reaccionar así. Mucho menos cuando era él quien mantenía tanto contacto con el resto, especialmente con el capitán. Ese último pensamiento le hizo ver en rojo.

-Son sólo unas pocas películas. Además, no pasa nada, ¿no? No es como si se las hubiera enseñado a Jongup, y tampoco las veo mucho. E incluso aunque las viese, ¿por qué debería importarte? Somos simples compañeros de tripulación y al menos yo no me acuesto con el capitán.

Daehyun se arrepintió en ese mismo momento de lo que acababa de decir, se había pasado y lo sabía, pero cuando se ponía nervioso -o celoso como en este caso- no pensaba en lo que decía. Cuando vio por primera vez a Himchan estaba tan nervioso que terminó contando hasta sus momentos más embarazosos, Youngjae se estuvo riendo de él durante semanas y le dijo que debía controlarse o aquello le crearía problemas algún día. Daehyun tenía la impresión de que hoy era ese día, sobre todo cuando no escuchó ningún sonido proveniente del otro lado de la habitación. Himchan normalmente era ruidoso por naturaleza, siempre hablando y riéndose, no oír ningún sonido emerger de él era raro y preocupante.

-Sabes, a veces llegas a ser un completo idiota, Jung Daehyun.

Fue un simple murmullo que le dejó estático en su sitio mientras veía al comandante salir de la habitación con pasos acelerados, casi corriendo. Quizás se había pasado más de lo que había creído.

∞∞∞

Lo que Daehyun acababa de decirle le había dolido demasiado. No podía creerse que el otro pensase seriamente que él se acostaba con Yongguk, era su mejor amigo, su hermano, nada más. Simplemente había sido el único que había permanecido a su lado sin pedir nada a cambio, sin intentar aprovecharse del cargo de Himchan nunca. Pasó en una exhalación por el salón ignorando a Youngjae y Jongup, a pesar de que el menor le había llamado con un tinte de preocupación en su voz. No quería que se preocupasen por él, nunca había mostrado sus debilidades ante nadie, salvo Yongguk; siempre había sido él a quien los demás habían recurrido cuando tenían algún problema. Se dirigió a la zona de los dormitorios, el comentario de Daehyun todavía en su mente.

Conocía a Yongguk, sabía que tras esa fachada de militar compuesto siempre se escondía un mar conflictivo de sentimientos que ni siquiera él sabía desentramar muchas veces, por eso mismo iba a arreglar esa situación de una vez por todas y para eso tenía que sacar a cierto androide de su habitación. Porque ante todo, el único que era capaz de comprender a la perfección a Yongguk, incluso mucho antes que él mismo, era Himchan y por eso sabía que Yongguk y Junhong necesitaban estar el uno junto al otro.

Ni siquiera se molestó en llamar a la puerta, pulsó la codificación que abría todas las compuertas de la nave y que Yongguk le había dado hacía ya tantos años atrás. Se encontró con la figura de Zelo hecha un ovillo en una de las esquinas, la cabeza gacha entre sus piernas. En un principio había tenido sospechas del objetivo del androide, que fuese una donación anónima seguía intrigándole demasiado, pero todos le habían cogido cariño. Incluso Yongguk a pesar de negarse a admitirlo, él no necesitaba que el capitán se lo dijese para saberlo, para notarlo. Viéndolo así, Zelo sólo parecía un niño al que acababan de regañar por haber hecho una travesura que se había escapado de sus manos. Suspiró antes de acercarse y agacharse junto a él.

-Junhong -era la primera vez que se dirigía a él con ese nombre, el único que lo había hecho había sido siempre Jongup.

Observó como Zelo levantaba la cabeza y le miraba con los ojos llenos de tristeza y confusión. Dejó escapar otro suspiro antes de sentarse al lado de Junhong y darle un pequeño abrazo para sorpresa de éste. Notaba la tensión del cuerpo del androide, así como también que no sabía qué hacer. Se separó a los pocos segundos, queriendo evitar que la incomodidad del otro se desvaneciese un poco.

-Sabes, Junhong, no es bueno esconderse en la habitación de uno cada vez que no entendemos las cosas. Te lo digo por experiencia. He pasado muchas veces por situaciones en las que no comprendía por qué pasaban las cosas, ni tampoco lo que sentía respecto a ellas. Sé que para ti tiene que ser más duro porque crees que por ser un androide no puedes sentir, pero la verdad es que pienso que la persona que te creó sí quería que sintieses las emociones que podemos sentir los demás -hizo una pequeña pausa para mirar directamente a los ojos curiosos de Zelo-. Lo que sientes cada vez que me ves cerca de Yongguk son celos, pero no tienes que preocuparte de nada. Él y yo somos amigos. No. Somos hermanos. Nos hemos conocido desde siempre, hemos pasado por todo juntos siempre siendo el apoyo del otro y no voy a negar que fuimos los primeros del otro en lo que relaciones amorosas se refiere. Sin embargo eso pasó hace mucho tiempo, Junhong. Así que lucha por él, déjate llevar por esos sentimientos que tienes dentro de ti y que están en conflicto con tu naturaleza. A veces arriesgarse merece la pena, aunque puedas perder todo.

Sabía que tenía una sonrisa triste en la cara, la veía reflejada en la mirada acuosa de Zelo, pero ahora mismo lo único que le importaba era la felicidad de las personas que le importaban, y Junhong era una de ellas.

-¿Qué te parece si vamos a ver a Jonguppie? Seguro que se alegra de poder jugar contigo de nuevo. Se ha sentido un poco solo últimamente.

Se levantó del suelo y le ofreció una mano a Zelo, recibiendo una cálida sonrisa a cambio por parte de éste.

∞∞∞
No lo pensó demasiado. Simplemente tenía que hacerlo. No había más posibilidades, ni opciones realmente.

∞∞∞

El tiempo pasaba y Jongup estaba feliz porque Junhong volvía a pasar mucho más tiempo fuera de su habitación, ahora quien le preocupaba era Himchan, aunque éste intentara disimularlo se notaba que desde el día que logró sacar a Zelo de su habitación las cosas entre Daehyun y él estaban tensas. El comandante simplemente ignoraba a Daehyun y éste no dejaba de mirar a Himchan con culpabilidad. Después de ver ese día salir de tal forma a Himchan, Youngjae se había apresurado a entrar a la cocina para saber qué había pasado, a los pocos minutos había salido de ella catalogando a su amigo de completo imbécil. Jongup no había querido preguntar qué había pasado, y mucho menos cuando vio entrar a Yongguk en la sala. Todos sabían cuánto se preocupaba el capitán por su mejor amigo, y lo impasible que llegaba a convertirse si alguien se atrevía a dañarle.

Otro cambio importante que habían notado todos había sido que desde entonces la relación entre Himchan y Junhong se había estrechado. Zelo pasaba más tiempo con el mayor y lograba que se riese como siempre, ante este hecho Yongguk fruncía el ceño y Daehyun simplemente apartaba la mirada. Él, en cambio, se alegraba de escuchar esa risa y, aparte, volvía a tener la compañía de Junhong para hacer la revisión de la nave cada vez que Himchan estaba con Yongguk en la sala de mandos y Youngjae estaba ocupado en alguna cosa que el capitán le había mandado o escuchando a Daehyun quejarse de algo.

Ese día le tocaba hacer revisión de nuevo, pero esta vez iba solo porque Zelo se había ido a hacerle compañía a Himchan en la habitación del mayor. Todo iba bien, siempre se fijaba en los pequeños detalles mecánicos que podían lograr que algo dejase de funcionar, después de todo era Youngjae el que se encargaba de los tecnológicos, por eso se extrañó cuando notó una ligera fluctuación en el tanque del combustible. La gestión del combustible estaba computarizada para evitar el malgasto del mismo, no debería habérseles escapado en cualquiera de las inspecciones que realizaban, menos si esa fluctuación era por un posible escape. Tendría que avisar a Yongguk y Youngjae de eso para evitar posibles accidentes.

∞∞∞

Sentía que había pasado algo y que, por una vez, Himchan no quería decírselo, así que seguramente le afectaba a él directamente. Era en las únicas ocasiones en las que su amigo no le decía algo y eso sólo lograba que se preocupase más y también que se preguntase por qué de repente su amigo compartía mucho más tiempo con Zelo que con él. Quizás debía corregirse. Más bien se preguntaba por qué de repente Junhong se había hecho más cercano a Himchan y por qué le molestaba a él ese hecho.

Antes siempre se sentía agobiado porque Zelo le seguía a todas partes, pero durante el tiempo que éste se había encerrado en su habitación -y que seguía sin saber el motivo de por qué lo había hecho- se había llegado a sentir solo, incluso cuando tenía la compañía de Himchan como todos los días. Ahora Junhong había salido de su habitación, pero ya no le seguía y encima le robaba la compañía de su amigo. No sabía si sentía celos del androide por pasar el tiempo con Himchan, o de éste por el mismo motivo. Apoyó la cabeza sobre la mesa cansado de darle más vueltas al tema que se había casi apoderado de su mente durante días enteros.

-El estado melancólico no es lo tuyo, ¿lo sabías Bang? -la voz de su amigo le sobresaltó ligeramente, logrando que casi se cayese de la silla donde estaba mal sentado- Para melodramático ya estoy yo. Sabes que me gusta llamar la atención.

Yongguk más bien sabía que era todo lo contrario. Himchan odiaba que le prestasen atención cuando se trataba de cómo se sentía. Se enderezó en la silla y señaló aquella donde siempre se acomodaba su amigo. Si Himchan había decidido hacerle compañía a esas horas de la noche significaba que quería mantener una conversación realmente seria, sino simplemente se habría ido a dormir. Le vio sentarse como aquel día en que Junhong apareció por la puerta, completamente reclinado sobre el respaldo de la silla y las piernas cruzadas, siempre le había fascinado que su amigo tuviese ese porte tan… estirado. Se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro fijamente. Si Himchan tardaba tanto en decir algo es que no sabía cómo hacerlo, y eso sólo significaba que, o bien el tema no le gustaba, o que sabía que a él no le iba a gustar.

-¿Qué pasó entre Daehyun y tú, Himchan? -si su amigo no estaba decidido a sacar aún el tema que le había llevado a desperdiciar horas de su preciado sueño, entonces él quería respuestas al tenso aire que se respiraba cada vez que esos dos estaban en la misma habitación.
-Nada, Bang, precisamente nada. Sólo que parece ser que nuestra relación puede malinterpretarse y que Daehyun es un completo idiota, pero dejando de lado eso, nada.
-Es realmente idiota si no es capaz de ver que estás completamente colgado por él, si fuese Youngjae quien dejase su puesto cada dos por tres ni siquiera te molestarías en suplirle, lo cogerías de las orejas y le encerrarías en el taller hasta que acabase con lo que tuviese que hacer -frunció el ceño al pensar en lo obvio que era para él que Daehyun y Himchan estaban, al menos, interesados el uno en el otro-. No entiendo cómo no lo puede ver. Así que, ¿qué tanto ha malinterpretado nuestra relación?
-¡Oh! Sólo cree que nos acostamos juntos, ya sabes de forma salvaje, muchos arañazos y marcas -sabía que la última parte la había añadido su amigo por la sonrisa cínica que Himchan tenía en la cara.
-Quizás sería bueno que se lo demostrásemos alguna vez entonces, ¿no?
-No, no me apetece traumatizarle de por vida, ya sabes cómo nos ponemos cuando nos dejamos llevar. La última vez necesité ir tan tapado que hasta la gobernadora se me quedó mirando con curiosidad.

Ambos estallaron en risas. Les parecía tan absurdo que los demás pensasen en ellos como pareja. Sí, se habían acostado juntos en el pasado, e incluso algunas veces por necesidad, pero jamás podrían salir con el otro de forma seria, simplemente sería raro para ellos.

-Sabes, Bang -escuchó la voz de Himchan después de tranquilizarse-, estuve dándole vueltas a una cosa que nos dijo tu madre cuando éramos críos. Nunca le hice mucho caso porque hasta hace poco no le daba mucha importancia, pero creo que ahora es posible que nos venga bien a los dos recordarlo.
-¿A qué te refieres?
-¿Cómo era? “Nuestras vidas no son nuestras. Desde que nacemos hasta que morimos estamos ligados a los demás.” Hemos pasado tantos años siguiendo las órdenes de nuestros superiores que nos hemos olvidado de vivir realmente. Las únicas personas a las que realmente estamos ligados están todas en esta nave o en nuestro planeta. Creo que no podemos luchar contra nuestra naturaleza, incluso si eso incluye a un androide.

Vio que su amigo se levantaba y estiraba su cuerpo antes de darle una pequeña palmada en el hombro y dirigirle una sonrisa divertida.

-Va siendo hora de que te abras a los demás tal y como haces conmigo, Bang. Sobre todo con cierto crío que lo ha pasado mal por nuestra culpa. Junhong se lo merece, y tú también -después de decir eso, Himchan simplemente le dejó ahí con todo dándole vueltas.

Yongguk realmente odiaba cuando Himchan tenía razón.

∞∞∞

Zelo se sentía mal cuando se levantó ese día, algo completamente anormal teniendo en cuenta que era un androide y no un ser vivo. ¿Podían los androides sentirse mal? Decidió que sería buena idea preguntarle a Youngjae si podía hacerle una revisión para ver si tenía algún problema en alguno de sus circuitos, últimamente se sentía más cansado y necesitaba ponerse más veces en estado de hibernación. Junhong siempre que empezaba a sentirse agotado iba directamente a Himchan, había terminado confiando en el comandante para esos momentos que le sobrevenían de repente porque no quería preocupar a Jongup.

Salió de su habitación y se dirigió hacia el comedor donde suponía que estarían el resto. Se equivocó en parte, sólo se encontraban Daehyun y Himchan en un estado de tensión demasiado palpable. Se sentó junto al comandante y recibió la sonrisa que éste le dio con otra de su parte.

-¿Dónde están los demás? -su voz salió demasiado débil, hasta él mismo lo notó.
-Jongup detectó ayer un pequeño problema con el tanque de combustible y han ido a mirarlo. Si algo le ocurre puede que nos quedemos varados en medio del espacio durante no sabemos cuánto tiempo esperando un equipo de rescate, y tardarían bastantes meses teniendo en cuenta la distancia a la que estamos de Mato -Himchan se lo explicó mirándole fijamente, podía notar la preocupación en sus ojos-. ¿Te encuentras bien, Junhong? Parece como si estuvieses más pálido.
-Estoy bien, un poco desestabilizado, creo. Le preguntaré a Youngjae que me inspeccione después de que termine con el problema del tanque, seguro que no es nada.

Disimuló lo más que pudo, pero la verdad es que en ese mismo momento había notado como un cortocircuito dentro de él. Quizás debía buscar a Youngjae y pedirle que le hiciese ese examen pronto. Se levantó de la silla logrando extrañar a los otros dos, sabía que no querían quedarse solos, pero quizás necesitaban un tiempo a solas para poder aclarar de una vez la situación en la que se encontraban. Con una sonrisa de disculpa hacia Himchan, se alejó de la habitación camino a la sala de máquinas. Contra más se iba acercando a la sala de máquinas, más lento se notaba, era como si le afectase acercarse a esa sala de la nave en particular. No le había pasado en ninguna de las otras ocasiones en las que había estado ahí con Jongup, acompañándole en las inspecciones, no entendía por qué ahora sí lo hacía.

Entró en la sala y al único que se encontró fue a Youngjae concentrado en la pantalla al lado del tanque, seguramente investigando en el código fuente por el posible fallo. Se acercó a él mucho más lento de lo que quería, pero por algún motivo casi no se podía mover ya. Cuando llegó junto a él posó una de sus manos sobre el hombro del mayor.

-Zelo, me has asustado. ¿Te ocurre algo? -debía hacerlo, porque escuchaba la voz de Youngjae un poco remota, como si estuviese a metros de distancia en vez de a centímetros-. Ey, en serio, me estás asustando.
-Creo que hay algo aquí que está afectando a mis circuitos -oyó su propia voz como un simple murmullo.
-¿Crees que puedes esperar un momento mientras termino con esto para que te revise o sientes que es demasiado grave?

Quería decirle algo, pero parecía como si su modulador de repente hubiese dejado de funcionar. Eso le impidió también avisar a Youngjae de la pequeña chispa que había saltado de repente de uno de los cables que había por encima del tanque. Lo único que pudo hacer fue apartar al otro antes de que la llamarada que se formó de repente le golpease.

-Mierda, creo que tenemos serios problemas -susurró mientras sostenía el cuerpo de Youngjae pegado al suyo. Había reaccionado tan automáticamente que se había olvidado que su cuerpo estaba hecho de metal.

El fuego comenzó a aumentar rápidamente cortándoles el paso hacia la puerta y con ello a que pudieran avisar a alguno de los otros. La desesperación se estaba abriendo paso por todo su cuerpo, no sabía qué hacer para remediar esa situación y si no se daba prisa perdería aquello que más apreciaba. La sala se estaba llenando de humo y ni siquiera él podía distinguir de dónde podría provenir el problema. Porque sabía que aquel fallo había sido tecnológico, que si podía conectarse directamente al sistema electrónico de la nave podría hacer algo, pero para eso necesitaba encontrar el panel central de la habitación. Necesitaba darse prisa. Debía darse prisa. Giró su cabeza de nuevo, intentando encontrar el origen de todo, su mente todavía inmersa en la impotencia que le sobrecogía. Se estaba quedando sin tiempo. Youngjae no duraría mucho tiempo más en una habitación llena de humo, podía morir en cualquier momento, al igual que el resto si el humo se filtraba a través de la puerta.

Arrastró el cuerpo inconsciente de Youngjae hasta la esquina más alejada del fuego con la esperanza de que así inspirase menos humo y tanteó por la pared buscando el panel central. Necesitaba encontrarlo ya, notaba que se estaba desestabilizando más, junto a la nave que parecía perder balance también; algo técnicamente imposible estando en el espacio. Sabía lo que tenía que hacer cuando encontrase el panel, sabía que no le gustaría a ninguno de los otros, pero estaba decidido a ello. «El único propósito de tu existencia es evitar a toda costa que el equipo expeditivo logre cumplir su misión, por nada deben conseguirlo.» Las palabras que le había dirigido ese militar tan severo justo antes de mandarle al planeta Mato le asaltaron de nuevo, pero no podía fallarles a ellos. No le gustaba para nada eso, pero ya no podía seguir con la verdadera misión que le habían dado, había terminado cogiendo cariño a esas cinco personas que le habían tratado como a uno más. Porque incluso Yongguk aunque fuese inconscientemente lo había hecho, sobre todo después de su encierro en su habitación. Estaba decidido a salvar a aquellas personas que le habían hecho sentirse humano.

Por fin su mano lo encontró y no lo pensó demasiado. Simplemente tenía que hacerlo. No había más posibilidades, ni opciones realmente. Se conectó al panel y comenzó a formatear todo el código fuente de la nave. Esperaba que a esas alturas alguno hubiese notado el humo que comenzaba a filtrarse por la puerta y que se apresuraran para ayudar a Youngjae. Aprovechó para programar una ruta hasta el planeta más cercano al que se encontraba la nave y dejó que sus circuitos comenzasen a sobrecalentarse. Se estaba llevando más allá de sus capacidades, pero él simplemente era un androide, un artefacto creado a partir de cables y circuitos electrónicos. Él podía ser reparado, el resto no, ellos eran irremplazables. Echó un último vistazo hacia el cuerpo de Youngjae y después hacia la puerta, de donde provenían unos pequeños golpes, seguramente no tardarían en entrar.

Lo último que vio fue la figura de Yongguk en el umbral de la puerta. Después le sobrevino la oscuridad.

∞∞∞

La nave chocó en un planeta que sus habitantes llamaban Tierra. Ninguno de ellos sabía cómo habían llegado ahí, simplemente sospecharon que había sido cosa de Junhong. Se instalaron en un apartamento de uno de sus altos edificios y lo acomodaron con toda la tecnología de la nave que habían podido salvar. Poco a poco se habían ido acostumbrando al raro comportamiento de esa especie y habían podido ponerse en contacto con su planeta, informando que por fin habían encontrado una fuente que podía sustituir a los llantos de los pájaros Eu-ak.

Himchan dejó lo que estaba haciendo y se dirigió a donde sabía que estaría su amigo, daba igual el tiempo que llevasen ahí, Yongguk era incapaz de no ir al menos una vez al día a esa habitación. Sabía que se encontraría la misma imagen de siempre, Yongguk sentado en la incómoda silla mientras observaba el cuerpo inerte de Junhong.

-Ey, Bang. Sabes que despertará. Junhong es incapaz de dejarte sin decirte lo que siente por ti.
-Lo sé. Después de todo siempre tienes razón.

member: bang yongguk, member: yoo youngjae, pairing: bang yongguk/choi junhong, pairing: kim himchan/jung daehyun, fandom: bap, typetext: one-shot, member: moon jongup, advertencia: angst, member: kim himchan, member: choi junhong, member: jung daehyun, pairing: yoo youngjae/moon jongup, advertencia: au

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