[SHINee/EXO Fanfic] Possessiveness
Dejó escapar un gruñido al sentir de nuevo a la figura sobre él moverse. Observó la sonrisa divertida que adornaba esos labios que tantas ganas tenía de besar pero que le estaban prohibidos en ese preciso instante. Esos momentos en los que el menor se transformaba en un ser demasiado sensual que tomaba el control le volvían loco. El placer siempre apoderándose de su cuerpo mientras sentía aquellos toques dados con la intención de provocarle, de tentarle cada vez que se encontraban por los pasillos del edificio de la empresa y no podían escaparse a un cuarto vacío con alguna de sus tontas excusas. Minho adoraba esa sensación de prohibido que su relación con Kyungsoo conllevaba. Ambos sabían que no estaría bien visto por los directivos, que podría significar muchas cosas y que ninguna de ellas les gustaba. Por esa razón siempre se encontraban a escondidas, aprovechaban todos los momentos en que coincidían en alguna actividad. O, como en ese mismo instante, disfrutaban de la habitación que Minho compartía con Taemin en el hotel mientras su amigo estaba divirtiéndose por la ciudad en la que actuaban esa vez en el SM Town.
Aquellas eran las mejores ocasiones. Simplemente esperaba a que su amigo desapareciera en busca de Jongin y cualquiera que se ofreciera para ir de paseo por la ciudad para cinco minutos más tarde escuchar el sutil toque a la puerta de su habitación. Se había convertido en algo tan común que ya lo hacían sin pensarlo siquiera. La puerta abriéndose ligeramente y al segundo su espalda contra la misma, esos tentadores labios devorando los suyos. La pasión que pocas veces mostraba Kyungsoo recorriendo sus venas sin reparo alguno. Siempre empezaba apresuradamente, las manos dejando su fantasma aquí y allá sobre su piel, que iba apareciendo rápidamente. Sus labios recorriendo el cuello de Kyungsoo para escucharle gemir de esa manera que le excitaba sobremanera, desde lo más profundo de su garganta. El camino hasta la cama siempre difuso en los recuerdos de esas contadas ocasiones en las que podían dar rienda suelta a toda esa tensión.
Su mente se quedó en blanco cuando sintió a Kyungsoo moverse sobre él de nuevo, parsimonioso. Sabía perfectamente lo que el menor quería, así como también que lograría su cometido sin mucho más esfuerzo. Porque después de todo, Minho amaba cuando Kyungsoo se comportaba de forma tan posesiva con él. Sobre todo si era en la cama.
Aquellas eran las mejores ocasiones. Simplemente esperaba a que su amigo desapareciera en busca de Jongin y cualquiera que se ofreciera para ir de paseo por la ciudad para cinco minutos más tarde escuchar el sutil toque a la puerta de su habitación. Se había convertido en algo tan común que ya lo hacían sin pensarlo siquiera. La puerta abriéndose ligeramente y al segundo su espalda contra la misma, esos tentadores labios devorando los suyos. La pasión que pocas veces mostraba Kyungsoo recorriendo sus venas sin reparo alguno. Siempre empezaba apresuradamente, las manos dejando su fantasma aquí y allá sobre su piel, que iba apareciendo rápidamente. Sus labios recorriendo el cuello de Kyungsoo para escucharle gemir de esa manera que le excitaba sobremanera, desde lo más profundo de su garganta. El camino hasta la cama siempre difuso en los recuerdos de esas contadas ocasiones en las que podían dar rienda suelta a toda esa tensión.
Su mente se quedó en blanco cuando sintió a Kyungsoo moverse sobre él de nuevo, parsimonioso. Sabía perfectamente lo que el menor quería, así como también que lograría su cometido sin mucho más esfuerzo. Porque después de todo, Minho amaba cuando Kyungsoo se comportaba de forma tan posesiva con él. Sobre todo si era en la cama.