10pairings, la penúltima parte
Awww.... ya casi se me acaba el reto *sniff* MATT!!!!!!! Debería hacer los de Mello luego JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAjAJAJAJAJAJAJAJAJA
en fin, aquí está.
Autor: Danybel
Fandom: Death Note
Personaje: Matt
Pareja: 9/10 L
Género: Friendship
Rating: PG
Advertencias: aún tengo sueño T___T
A/N: emm…… voy a hacer té y luego les digo.
Todo por el chocolate
“Nunca en mi vida le hago vuelvo a hacer caso a Mello.” susurré “Y mas nunca vuelvo a comer tanto chocolate.” La única persona que conozco que puede comer tantos es él, mas nadie en su sano juicio comería tantos chocolates… y sin enfermarse o engordar. Ahora, por su culpa, desde ayer me duele es estómago. Sin duda lo único que me puede quitar esto es mi querido Nintendo… Y el cuarto en el que esta mi Nintendo esta lleno de cosas. Agh, mas chocolate. Cajas y cajas de chocolate. ¿O son dulces?
“Que demonios es todo esto?” Digo, gruñendo al no poder encontrar mi remedio del dolor estomacal.
“Un niño no debería hablar así” Ok, así que comer chocolate te hace tener ilusiones de cajas hablando.
“Da igual, a nadie le importa” le contesté a la primera caja que vi y le saqué la lengua, sintiéndome importante.
“¿Quieres?” Una mano se asomó tras una caja a mi derecha y yo salté del susto, dejando escapar un suave chillido.
La mano tenía una cesta llena de fresas y caramelos de colores. El ver la cestita me dio dolor de estómago.
Me acerqué hacia donde estaba la cesta, y me asomé detrás de la caja. Sentado en el piso estaba un muchacho, no creo que fuese mucho mayor que yo. Tenía el cabello alborotado y la piel mas blanca que la franela que llevaba puesta. Me di cuenta que tenía puestos unos pantalones azules -jeans, descoloridos- por la forma tan extraña en la que estaba sentado. Me reí cuando vi sus ojos completamente abiertos y una fresa guindando de sus labios. El muchacho sonrió y me puso la cesta enfrente. Yo negué fuertemente con las manos y la cabeza, y el dejó la cesta en el piso, mientras abría una barra de chocolate y se comía un pedazo. Nada que ver con Mello, este hombre se lo comía como un ser humano normal.
-Puedes sentarte- me dijo, y su voz me sorprendió un poco. Era tan monótona y grave que tranquilamente podía pertenecer a un zombie. Yo me senté rápidamente a su lado y sonreí al ver mi Nintendo en el piso junto a él. -Puedes jugar.
Yo sonreí y conecté todo al televisor, que estaba junto a una de las cajas abiertas de dulces. Prendí el aparato y puse dejé que mostrara la pantalla con el juego que tenía dentro. Era uno que no había jugado nunca. Me imagino que tendría los ojos tan abiertos como los del extraño, por que se rió.
Su risa me hizo ignorar la pantalla por varios segundos. Me volteé a verlo y su rostro no mostraba señas de que se hubiese movido. La única diferencia es que tenía una serpiente de gomita en la boca y que cada vez se volvía mas pequeña. Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Sinceramente, este hombre da miedo. Y mucho.
-Esto…- comencé, dejando el juego en la pantalla de inicio- ¿Quién eres?
-te digo con una condición- me dijo, metiéndose un chocolate en la boca.
-¿Cuál?- no miento, estaba emocionado cuando le contesté.
-Contesta todas las preguntas que te hago.
-¡Claro!- dejé el control del Nintendo en el piso, con la música del juego aún sonando.
-¿Nombre?
-Matt- dije, inflando el pecho con orgullo.
-¿Edad?- se metió un caramelo en la boca.
-Nueve- Y, antes de que pudiese decir algo, yo pregunté- ¿Y tu?
-Veinte- me dijo, metiéndose una dona con cubierta de chocolate en la boca. -¿Color favorito?- preguntó luego de meterse otra dona completa a la boca.
-Azul ¿Cómo puedes comer tanto?- mi asombro creció al verlo meterse otra dona en la boca.
-Costumbre, creo. ¿Estación favorita?
-Verano. Wow, yo no puedo hacer eso
-Aún eres muy pequeño. ¿Amigo?
-¿Cuando sea grande lo voy a poder hacer? Mello y Near.
-¿Near?
-El niño nuevo, llegó hace un mes. A Mello le cae mal porque es mas listo que el.
-¿Y tu eres mas listo que el?
-No, Mello es mas inteligente que yo, pero yo soy muchísimo mejor en los juegos, siempre se pone bravo cuando le gano en basket.
El muchacho sonrió y me ofreció una dona. En ese momento recordé porque estaba ahí y gruñí.
-¿No te gustan?- la forma en la que puso la cabeza me recordó a los perros cuando te miran. De lado y con los ojos muy, pero muy abiertos.
-No es eso.- le expliqué de forma apurada, pensando que le había herido los sentimientos- Es que Mello me dijo que comiese con el y él lo único que come es chocolate entonces comí demasiado y me dio dolor de barriga.- respiré profundo y el muchacho sonrió.
-No comas tantos dulces- sonó muy gracioso viniendo de alguien que se estaba metiéndose un oso de gomita en la boca- ¿No vas a jugar?
Yo me volteé a ver el televisor y me sobresalté, agarrando el control de nuevo y dándole a ‘Play new game’. Todo el rato que estuve jugando pude escuchar el sonido del muchacho comiendo cerca de mi. Sonreí al escuchar el ‘pop’ de una bolsa de dulces nueva y me reí muchísimo cuando él me pidió el otro control para jugar juntos. No se exactamente cuantas horas pasaron, pero cuando terminamos de jugar, yo tenía hambre. Y claro, el muchacho me ofreció dulces.
Mientras me comía una galleta de avena, el muchacho se levantó -¿Ya te vas?- pregunté, levantándome también.
-Tengo que abordar un avión en dos horas- me dijo mientras recogía varios de los dulces y se los metía en los bolsillos.
-¿Y cuando vuelves?- pregunté, pasándole varios de los dulces.
-No se- se quedó pensando un momento y luego dijo -La verdad, no creo que vuelta hasta dentro de varios años.
-¿Por qué?
-Porque con mi trabajo es difícil descansar.
-¿Descansar?- pregunté sorprendido, volteando la cabeza tal y con el había hecho antes, como los perros.
-Este es mi hogar, aquí vengo a descansar- comenzó a caminar hacia la puerta, con una bolsa de ositos de gomita en las manos.
En ese momento recordé que no sabía su nombre, y justo antes de que saliera, grité- ¡OYE!-el se volteó y me sonrió, yo caminé hacia el y viéndolo a los ojos pregunté- ¿Cómo te llamas?
-Matt- me dijo, sonriendo. Yon infl’e los cachetes y crucé los brazos frente a mi pecho. El muchacho sonrió- Soy L.
En ese momento mis brazos cayeron a mis lados y mi boca se abrió, formando una ‘O’ perfecta.
L sonrió y me acarició la cabeza. -Portate bien ¿Si? Nos veremos luego.
Y sin decir mas, salió del cuarto, dejándome solo, con el sonido de sus paso alejándose. Sonreí y decidí ir en busca de Mello.
-¿Dónde te habías metido?- me preguntó mi mejor amigo cuando llegué al cuarto que compartíamos.
-Estaba en la sala del tercer piso jugando Nintendo…- en ese momento se me ocurrió algo. Este día sería mi secreto- ¿Y tu?
-Leyendo- Mello me pasó un libro- es bueno, léelo.
Yo tomé el volumen -que tenía mas de quinientas páginas- y sonreí abriéndolo en la primera página. Nunca me imaginé que la persona que mas admiraba se podía meter una dona completa en la boca.
‘Espero poder verlo de nuevo, a L’ pienso, sonriendo, viendo como Mello levanta una ceja en mi dirección.
De repente siento como mi rostro se pone completamente rojo y escondo la cara en el libro.
Espero poder ver a L de nuevo. . . Y que nadie mas lo vea.
FIN
A/N: YAY!!!!!! Me tardé toda la vida en hacer esto u.u el te no ayudó mucho. Es mas, cuando lo abrí ayer par aver que había escrito, me quede O_o la verdad, ni siquiera me acordaba que había escrito algo!!!! Y bueno, espero que les guste…… No pude hacer que L pervirtiera al niño, no me salió el poner a L de pedo, asi que…
Dany
en fin, aquí está.
Autor: Danybel
Fandom: Death Note
Personaje: Matt
Pareja: 9/10 L
Género: Friendship
Rating: PG
Advertencias: aún tengo sueño T___T
A/N: emm…… voy a hacer té y luego les digo.
Todo por el chocolate
“Nunca en mi vida le hago vuelvo a hacer caso a Mello.” susurré “Y mas nunca vuelvo a comer tanto chocolate.” La única persona que conozco que puede comer tantos es él, mas nadie en su sano juicio comería tantos chocolates… y sin enfermarse o engordar. Ahora, por su culpa, desde ayer me duele es estómago. Sin duda lo único que me puede quitar esto es mi querido Nintendo… Y el cuarto en el que esta mi Nintendo esta lleno de cosas. Agh, mas chocolate. Cajas y cajas de chocolate. ¿O son dulces?
“Que demonios es todo esto?” Digo, gruñendo al no poder encontrar mi remedio del dolor estomacal.
“Un niño no debería hablar así” Ok, así que comer chocolate te hace tener ilusiones de cajas hablando.
“Da igual, a nadie le importa” le contesté a la primera caja que vi y le saqué la lengua, sintiéndome importante.
“¿Quieres?” Una mano se asomó tras una caja a mi derecha y yo salté del susto, dejando escapar un suave chillido.
La mano tenía una cesta llena de fresas y caramelos de colores. El ver la cestita me dio dolor de estómago.
Me acerqué hacia donde estaba la cesta, y me asomé detrás de la caja. Sentado en el piso estaba un muchacho, no creo que fuese mucho mayor que yo. Tenía el cabello alborotado y la piel mas blanca que la franela que llevaba puesta. Me di cuenta que tenía puestos unos pantalones azules -jeans, descoloridos- por la forma tan extraña en la que estaba sentado. Me reí cuando vi sus ojos completamente abiertos y una fresa guindando de sus labios. El muchacho sonrió y me puso la cesta enfrente. Yo negué fuertemente con las manos y la cabeza, y el dejó la cesta en el piso, mientras abría una barra de chocolate y se comía un pedazo. Nada que ver con Mello, este hombre se lo comía como un ser humano normal.
-Puedes sentarte- me dijo, y su voz me sorprendió un poco. Era tan monótona y grave que tranquilamente podía pertenecer a un zombie. Yo me senté rápidamente a su lado y sonreí al ver mi Nintendo en el piso junto a él. -Puedes jugar.
Yo sonreí y conecté todo al televisor, que estaba junto a una de las cajas abiertas de dulces. Prendí el aparato y puse dejé que mostrara la pantalla con el juego que tenía dentro. Era uno que no había jugado nunca. Me imagino que tendría los ojos tan abiertos como los del extraño, por que se rió.
Su risa me hizo ignorar la pantalla por varios segundos. Me volteé a verlo y su rostro no mostraba señas de que se hubiese movido. La única diferencia es que tenía una serpiente de gomita en la boca y que cada vez se volvía mas pequeña. Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Sinceramente, este hombre da miedo. Y mucho.
-Esto…- comencé, dejando el juego en la pantalla de inicio- ¿Quién eres?
-te digo con una condición- me dijo, metiéndose un chocolate en la boca.
-¿Cuál?- no miento, estaba emocionado cuando le contesté.
-Contesta todas las preguntas que te hago.
-¡Claro!- dejé el control del Nintendo en el piso, con la música del juego aún sonando.
-¿Nombre?
-Matt- dije, inflando el pecho con orgullo.
-¿Edad?- se metió un caramelo en la boca.
-Nueve- Y, antes de que pudiese decir algo, yo pregunté- ¿Y tu?
-Veinte- me dijo, metiéndose una dona con cubierta de chocolate en la boca. -¿Color favorito?- preguntó luego de meterse otra dona completa a la boca.
-Azul ¿Cómo puedes comer tanto?- mi asombro creció al verlo meterse otra dona en la boca.
-Costumbre, creo. ¿Estación favorita?
-Verano. Wow, yo no puedo hacer eso
-Aún eres muy pequeño. ¿Amigo?
-¿Cuando sea grande lo voy a poder hacer? Mello y Near.
-¿Near?
-El niño nuevo, llegó hace un mes. A Mello le cae mal porque es mas listo que el.
-¿Y tu eres mas listo que el?
-No, Mello es mas inteligente que yo, pero yo soy muchísimo mejor en los juegos, siempre se pone bravo cuando le gano en basket.
El muchacho sonrió y me ofreció una dona. En ese momento recordé porque estaba ahí y gruñí.
-¿No te gustan?- la forma en la que puso la cabeza me recordó a los perros cuando te miran. De lado y con los ojos muy, pero muy abiertos.
-No es eso.- le expliqué de forma apurada, pensando que le había herido los sentimientos- Es que Mello me dijo que comiese con el y él lo único que come es chocolate entonces comí demasiado y me dio dolor de barriga.- respiré profundo y el muchacho sonrió.
-No comas tantos dulces- sonó muy gracioso viniendo de alguien que se estaba metiéndose un oso de gomita en la boca- ¿No vas a jugar?
Yo me volteé a ver el televisor y me sobresalté, agarrando el control de nuevo y dándole a ‘Play new game’. Todo el rato que estuve jugando pude escuchar el sonido del muchacho comiendo cerca de mi. Sonreí al escuchar el ‘pop’ de una bolsa de dulces nueva y me reí muchísimo cuando él me pidió el otro control para jugar juntos. No se exactamente cuantas horas pasaron, pero cuando terminamos de jugar, yo tenía hambre. Y claro, el muchacho me ofreció dulces.
Mientras me comía una galleta de avena, el muchacho se levantó -¿Ya te vas?- pregunté, levantándome también.
-Tengo que abordar un avión en dos horas- me dijo mientras recogía varios de los dulces y se los metía en los bolsillos.
-¿Y cuando vuelves?- pregunté, pasándole varios de los dulces.
-No se- se quedó pensando un momento y luego dijo -La verdad, no creo que vuelta hasta dentro de varios años.
-¿Por qué?
-Porque con mi trabajo es difícil descansar.
-¿Descansar?- pregunté sorprendido, volteando la cabeza tal y con el había hecho antes, como los perros.
-Este es mi hogar, aquí vengo a descansar- comenzó a caminar hacia la puerta, con una bolsa de ositos de gomita en las manos.
En ese momento recordé que no sabía su nombre, y justo antes de que saliera, grité- ¡OYE!-el se volteó y me sonrió, yo caminé hacia el y viéndolo a los ojos pregunté- ¿Cómo te llamas?
-Matt- me dijo, sonriendo. Yon infl’e los cachetes y crucé los brazos frente a mi pecho. El muchacho sonrió- Soy L.
En ese momento mis brazos cayeron a mis lados y mi boca se abrió, formando una ‘O’ perfecta.
L sonrió y me acarició la cabeza. -Portate bien ¿Si? Nos veremos luego.
Y sin decir mas, salió del cuarto, dejándome solo, con el sonido de sus paso alejándose. Sonreí y decidí ir en busca de Mello.
-¿Dónde te habías metido?- me preguntó mi mejor amigo cuando llegué al cuarto que compartíamos.
-Estaba en la sala del tercer piso jugando Nintendo…- en ese momento se me ocurrió algo. Este día sería mi secreto- ¿Y tu?
-Leyendo- Mello me pasó un libro- es bueno, léelo.
Yo tomé el volumen -que tenía mas de quinientas páginas- y sonreí abriéndolo en la primera página. Nunca me imaginé que la persona que mas admiraba se podía meter una dona completa en la boca.
‘Espero poder verlo de nuevo, a L’ pienso, sonriendo, viendo como Mello levanta una ceja en mi dirección.
De repente siento como mi rostro se pone completamente rojo y escondo la cara en el libro.
Espero poder ver a L de nuevo. . . Y que nadie mas lo vea.
FIN
A/N: YAY!!!!!! Me tardé toda la vida en hacer esto u.u el te no ayudó mucho. Es mas, cuando lo abrí ayer par aver que había escrito, me quede O_o la verdad, ni siquiera me acordaba que había escrito algo!!!! Y bueno, espero que les guste…… No pude hacer que L pervirtiera al niño, no me salió el poner a L de pedo, asi que…
Dany