“Take me Home”
Había estado en la vida de BamBam desde el día en que nació, Jackson, el hijo menor de los Wang. Habían sido amigos cercanos a la Familia Bhuwakul desde que se mudaron a Corea.
Él y Jackson habían crecido juntos, amigos desde la infancia que se volvieron hermanos.
Algunos - si no es que todos - de los recuerdos de BamBam eran de Jackson, su mejillas regordetas y ojos amables, sus manos suaves y su risa cacareante mientras jugaban. Dulces recuerdos que BamBam nunca podría olvidar, incluso si lo intentara. Eran sus tesoros.
Jackson enseñándole cómo manejar una patineta, y curando sus rodillas la primera vez que se cayó. Jackson enseñándole como hacer platos Chinos, y riendo hasta llorar cuando casi queman la cocina. Jackson enseñándole como invitar una chica a salir, abrazándolo fuerte cuando BamBam le dijo que él no estaba interesado en chicas.
Jackson lo era todo, su pasado, su presente, y esperaba que su futuro. Jackson fue el primer y único enamoramiento de BamBam desde que tenía once.
Siete años y contando.
Jackson fue el primer beso de BamBam.
BamBam lo recordaba como si fuera ayer. El sabor, la sensación que fluyó a través de todo su cuerpo y su alma.
Fue imprudente y apresurado; fue impensado y simplemente puro instinto.
Y estúpidamente BamBam no pudo haber tenido su primer beso con Jackson de otra forma.
Jackson junto sus bocas, sus labios deslizándose con avidez sobre los de BamBam cómo si necesitara ser rápido en caso de que el más joven se apartara.
Su mano se cerró en el pelo de BamBam, sus dedos tirando los cabellos. Lamió el suave labio inferior de BamBam con su lengua húmeda pero no hizo ningún intento de entrar en la boca del joven.
Y BamBam estaba sin aliento y sorprendido, tratando de mantenerse al compas del mayor. Sus temblorosas manos apretadas a los costados mientras su cuerpo empezaba a calentarse, incómodamente.
Estaba empezando a disfrutar la sensación, besándolo de vuelta con esfuerzo, el único hombre que siempre había querido devorándolo como tantas veces lo había imaginado. Aunque la realidad era muy diferente y mucho mejor de lo que BamBam siempre había imaginado.
Entonces de repente el toque caliente se había ido, tan rápido como el aliento de BamBam. Observó como tantas emociones cruzaron el hermoso rostro de Jackson, y su corazón parecía gritar dentro de su pecho mientras la emoción que ardía en los ojos de Jackson era la única que él no quería ver.
Arrepentimiento.
Jackson se quedo viendo a BamBam, sus ojos tristes y su boca abierta soltando rápidos y temblorosos suspiros. Se alejó hasta que su espalda chocó con el mostrador, tan lejos de BamBam a través de la pequeña cocina como fuera posible.
BamBam se sentía en ruinas, la pared a su alrededor estrellándose contra el suelo cuando Jackson apartó sus ojos lejos de él.
“L-Lo siento Bam… Lo siento mucho.” Susurró, su usualmente Hermosa y confiada voz cortada por la emoción. Y de nuevo arrepentimiento.
No digas eso… No te disculpes por darme la única cosa que siempre he querido.
BamBam trato de vocalizar sus pensamientos, pero su garganta parecía estar sellada. Abrió y cerró su boca tratando de sacar las palabras.
Solo di algo!
“Jackson Hyung…" susurró suavemente, preocupado porque el mayor no lo hubiera escuchado, pero vio cómo el chico mayor hizo una mueca de dolor y supo que lo había hecho.
“No puedo hacer esto. Esto es un error. Lo siento no puedo hacer esto.” Jackson murmuró para sí mismo, sin darse cuenta de que lo estaba diciendo en voz alta. Si él hubiera mirado hacia arriba hubiera visto las lágrimas corriendo por el rostro de BamBam.
Dejó la habitación rápidamente y se alejó de BamBam.
Llevando ambos corazones consigo cuando lo hizo.
BamBam cayó de rodillas, sin creer que la felicidad que había recibido le había sido arrebatada tan rápido.
Se quedo allí hasta que un bastante nervioso Jinyoung lo encontró, sosteniéndolo cerca y meciéndolo hasta que sus sollozos cesaron y, finalmente, sus lágrimas dejaron de correr.
BamBam no le contó a Jinyoung la causa de su tristeza, pero estaba casi seguro que por el destello de complicidad en el ojo de Jinyoung, el mayor sabía la razón.
Eso fue cuando BamBam tenía quince y Jackson dieciocho, en la reunión por el cumpleaños de JaeBum. Su primer y único beso que BamBam simultáneamente amó y odió.
Esa fue una de las tantas veces que Jackson sin saberlo batió lejos un pequeño fragmento del corazón de BamBam; aunque era la primera vez que BamBam verdaderamente experimentó la sensación de un corazón roto.
BamBam había estado con el mayor tanto tiempo que realmente no sabía cómo estar sin él, no sabía cómo era el mismo si él y él no quería aprender que clase de persona podría ser sin Jackson. El no quería pensar en un futuro sin Jackson en el.
Pero BamBam estaba empezando a pensar que tal vez ese futuro sin su precioso Hyung era la única forma de sobrevivir.
BamBam honestamente no sabía qué había pasado con ellos. Jackson y él.
Pero sabía que su amor por Jackson lo estaba Matando.
“Que quieres decir con que no has escuchado de él? Pensé que sabias… Él está saliendo con una chica que conoció… No te lo dijo?”
BamBam descansó su cabeza contra la cabecera, con las rodillas contra el pecho y los brazos envueltos apretadamente alrededor de ellas. Las palabras de Mark sonando en su cabeza desde que el mayor las había dicho.
Finalmente empezó a calmarse, los senderos de sus lágrimas en sus mejillas, secándose. Suspiró por millonésima vez apretando sus ojos llenos de lágrimas y alejando todos sus pensamientos.
Miró hacia abajo a su lado donde vio su teléfono encenderse, suspiró mientras se le quedaba viendo, sin darse cuenta de quién era por sus aun ojos borrosos. Desenrolló un brazo de sí mismo y tomó el pequeño aparato mas cerca para leer el mensaje.
Arréglate, estaré en tu casa en 5 minutos.
Qué vago.
BamBam apretó los dientes, sus lágrimas cayendo de nuevo cuando cerró los ojos, comenzó a ponerse de pie, con el cuerpo en piloto automático.
Podría haber respondido que no, decirle que lo dejara jodidamente solo como lo merecía… Pero que se supone que debía hacer? Aún amaba a ese idiota después de todo.
Tomó un suéter grueso de lana, tirando de su cabello para unir sus piezas rotas. Pasando sus manos por sus ojos y respirando profundamente se limpió los ojos con las palmas de sus manos, sus lágrimas saladas mojando su piel.
Dio otro suspiro profundo tomando su teléfono de la cama y saliendo de la habitación. Camino distraídamente a través de sus casa vacía, la oscuridad no cubriéndolo totalmente como usualmente lo hacía.
Se paró frente a la gran ventana de su sala, con ojos vacios hasta que vio afuera una par de luces de auto. Su mano derecha descansando sobre su estomago y envolviéndose en su codo para tratar de poner las últimas piezas de sí mismo juntas.
Sus ojos se movieron desde el piso hacia la sombra de su figura iluminada por las luces de afuera. BamBam se mantuvo ahí, sabiendo que el otro chico no dejaría el auto; él esperaría a que BamBam entrara en el auto por sí mismo.
BamBam debería decirle que se fuera, porque sabe cómo terminará esto. Sabe hacia dónde va esto. Él se sentirá aun más destrozado y roto y Jackson seguirá con su vida como si nada.
Lo odiaba. Odiaba todo el poder que tenia sobre él, odiaba lo mucho que lo amaba, tanto que el podría hacer cualquier cosa que el otro pidiera.
BamBam se odiaba a sí mismo por ella, su estúpida debilidad.
Pero él lo amaba, y él nunca haría nada que hiriera a Jackson; aún cuando el mayor lo hería continuamente.
Fue hacia la puerta delantera del auto, abriéndola y cerrándola mecánicamente, la distancia entre él y Jackson volviéndose incómodamente más pequeña. Cerró la puerta y deslizó sus llaves en el bolsillo de los pantalones, volviendo y manteniendo los ojos fijos en el suelo mientras se deslizaba en el interior del coche. BamBam podía decir que Jackson ni siquiera lo miraba mientras manejaba en reversa y lo llevaba a ninguna parte.
Ni una palabra fue dicha entre ellos. Usualmente BamBam hubiera estado incómodo con el silencio; él nunca fue capaz de soportar el no hablar.
Jackson se sentía igual: teniendo que soportar el silencio de alguna forma.
Pero las cosas eran diferentes ahora, la atmósfera entre ellos era extraña.
BamBam vio como el oscuro camino era iluminado por las intensas luces del auto, su mente pensando en nada mientras tomaban los caminos alrededor de su casa que le eran tan familiares. Se sentía vulnerable y lo odiaba.
Él no miró a Jackson, y el mayor no lo miró a él. Casi como sí estuvieran jugando algún juego enfermizo en el que veían quien rompería el silencio primero, cuales emociones explotarían antes que el otro.
BamBam no perdería. No esta vez.
No fue hasta pasados unos diez minutos en el viaje silencioso, que Jackson rompió el silencio, en cualquier otro momento BamBam podría haberse sorprendido, El terco Jackson Wang rindiéndose primero. Pero él no podía sentir ni una pizca de emoción en ese momento.
“ Cómo estas BamBam?” Preguntó, su voz seria y autoritaria; qué no era propio de Jackson en lo absoluto.
BamBam soltó una risa sarcástica.
“Me estas preguntando eso?“ BamBam tragó, sintiendo de repente rabia y fiereza hervir debajo de su piel.
“ Perdón?” el shock coloreó la voz de Jackson, sus ojos cada vez mas amplios, sorprendido del tono afilado de BamBam. Él nunca le había hablado de esa forma.
“Ha pasado un tiempo desde que escuche sobre ti” BamBam prácticamente gruñó entre sus dientes apretados. Enojo corriendo a través de él de manera imparable, trato de calmarse enfocándose en el destello verde por la ventana del coche.
“Mook…” Susurró Jackson con voz suave.
No me llames así. No te atrevas.
BamBam se tensó ante el apodo, sintiendo su corazón apretándose de manera dolorosa en su pecho. Cerró los ojos sintiéndose caer en los hábitos habituales por una fracción de segundo, deseando nada más que voltear y mirar a Jackson; pero ese impulso desapareció tan rápido como llegó.
“Supe que estas saliendo con una chica.”
“Mook… Puedo explic-”
“No quiero oírlo.” Susurró BamBam interrumpiendo a Jackson. Cerrando sus ojos y poniendo sus manos en puños sobre su regazo.
“Mook, solo escúchame.”
“Escuchar qué Jackson? Escuchar tus escusas sobre porque me has estado ignorando por 3 meses? Esperas que me siente aquí y escuche como me mientes a la cara sobre porque me has sacado de tu vida? Sé la verdad, no necesito tu mierda!” BamBam espetó, su cuerpo entero temblando de ira. Su respiración era violenta y sus ojos lanzaban dagas al camino ante sí.
Un largo silencio se arrastró entre ellos. BamBam desesperadamente tratando de alejarse de la tentación de dejar el coche y caminar hasta su casa y Jackson tragando su culpabilidad, en absoluto preocupado por el lenguaje de BamBam ó la repentina caída de las formalidades.
“Mook… No es tan simple.” Jackson suspiró apretando fuerte el volante, sus nudillos volviéndose blancos.
BamBam soltó una risa vacía y Jackson se estremeció.
“Claro que no. ¿Yo no lo entendería verdad? No entendería que has conseguido otra inútil conquista. Sorpresa maldita sorpresa. Déjame adivinar, ella te dice que ignores a tus amigos y tú no puedes decir que no porque ‘ella realmente te gusta’. Oh espera, eso no es cierto, porque tú sigues hablando con todos los demás, entonces soy sólo yo el que te está molestando. ¿Pero eso no es nuevo cierto?” BamBam gritó, apenas dejando lugar para respirar, las palabras saliendo sin ningún filtro. Sabía que lamentaría eso. Él lo lamentaría mucho porque sabía que le estaba haciendo daño a Jackson.
Pero él no podía hacerlo más.
Podía sentir las lagrimas llenar sus ojos y los ecos de sus gritos por todo el auto.
Los ojos de Jackson brillaron con sus propias lágrimas mientras las palabras de BamBam lo golpearon con fuerza. Se tragó sus sollozos e intentó de nuevo.
“Mook, Por favo-”
“No Jackson. No te preocupes yo entiendo. Quien carajo se cree ella qué es diciéndote a quién y a quién no puedes ver? El Jackson que conozco nunca dejaría que eso pasara… Han estado juntos por tres meses no tres malditos años! ¿Por qué diablos se trata sólo de mí Jackson? Es divertido?, disfrutas hacerme daño? Estoy empezando a creer que lo haces porque eso es todo lo recibo, Dolor.”
>>Te he conocido toda mi vida Jackson, todo lo que hago es preocuparme por ti y todo lo que tú haces es tirar mi preocupación directo a la basura justo en mi cara! Siempre he estado aquí para ti y tú siempre me alejas cada vez que conoces a alguien con quien puedas acostarte! Estoy harto! Para de desecharme y darme la mano otra vez! Deja de ignorarme un día y al otro no, Deja de joderme Jackson No puedo seguir con esto!” BamBam gritó, lágrimas cayendo por su rostro.
La última cuerda dentro de sí se rompió, y en ese momento, honestamente no le importaba si él nunca volvía a ver a Jackson de nuevo.
Tal vez el podría vivir bien su vida sin Jackson Wang, sin ese perfectamente terco, dulce, estúpido hombre.
BamBam no se molesto en limpiarse las lágrimas, sabiendo que no se detendrían. “Llévame a Casa.” Le susurró descansando su cabeza contra la ventana y cerrando sus ojos, rezando para que estuviera en casa pronto, entonces podría encerrarse en su habitación y estar a solas con su tristeza y culpa.
Escuchó a Jackson liberar un tembloroso suspiro, ignorando el hecho de que sabía que el mayor estaba llorando. Una mirada y BamBam podría caer directo al suelo, caer directo a Jackson. Él podría tomar de vuelta todo lo que había dicho y disculparse una y otra vez hasta que Jackson lo sostuviera.
No esta vez.
BamBam se negó a disculparse por decir la verdad, el había estado guardando todo su dolor por demasiado tiempo. Ya era hora de que Jackson dejara de ser tan terco y lo escuchara por primera vez.
El auto se detuvo y sin abrir los ojos abrió la puerta, deslizándose fuera del asiento.
La fuerte mano de Jackson se cerró alrededor de su muñeca y un tipo diferente de fuego corrió a través de las venas de BamBam mientras el aire fue eliminado de sus pulmones. Su muñeca se estremeció con la calidez, la demasiado familiar corriente eléctrica por todo su cuerpo cuando Jackson lo tocó.
Sus lágrimas corrieron rápidamente, estaba demasiado cerca de voltear y mirar al hombre mayor. Estaba peleando consigo mismo, decidiendo si Jackson lo merecía, si podía traicionarse a sí mismo, si podía levantarse por sí mismo de otra caída.
Jackson habló a través del silencio alejándolo del conflicto en su cabeza.
“Kunpimook… No quiero perderte…” susurró temblorosamente, su mano apretando suavemente alrededor de la muñeca del chico mas joven; mientras trataba de mantenerlo ahí tanto como le fuera posible.
BamBam se tragó sus palabras, las palabras que desesperadamente quería decir: ‘Tú nunca me perderás.’
Alejó su mano del agarre de Jackson, caminando desde el auto hasta su puerta tan rápido como su cuerpo rígido lo permitía. Abrió la puerta y después de entrar, la cerró con fuerza, su espalda sobre la madera mientras se dejaba caer. Finalmente dejó salir su llanto en su casa vacía, llorando fuerte mientras escuchaba los ecos de sus sollozos.
Si tan solo hubiera una forma para dejar de amarlo, lo haría. Si tan solo hubiera una forma de ponerle fin a este dolor, lo haría.
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