No llores por mi pecosa... eres mas bonita cuando ries que cuando lloras
" No llores por mi pecosa, eres mas bonita cuando ries que cuando lloras"
Terry Grandchester
Estas palabras por absurdo que suene fueron las primeras que me hicieron sentir mariposas en el estamogo y aun 17 años despues no pierden su efecto, me siguen causando un sin fin de emociones tantas o quiza mas que las que se producen cuando escucho la melodia de Terry y no sonara infantil que a mis 23 años siga sintiendo "amor" por una caricatura.
La verdad es que no son pocas las que me diran que " entienden" el porque de mi obsesion pero se que de ese extenso numero de fans solo un reducido numero entenderia lo que es realmente amar a alguien que no existe y es que no es sencillamente encontrar mono al dibujito o sexy sino realmente sentir amor, dolor, pasion por alguien que jamas existio, enfrentar esa verdad puede producir sensaciones de frustacion, de verdadero dolor.
A lo largo de mi vida he puesto mis ideales y fijado mis metas amorosas de forma inconsiente en estos personajes literarios, amores imposibles, rotos, que se persiguen por una eternidad y que deben conformarse con un verano de felicidad.
Aquellos amores que a pesar de saberse el uno para el otro se ven obligados a permanecer separados por mas de un vida, amores que son tan intensos que acaban por destruirse, amores de ficcion, amores que solo pueden vivir aquellos no humanos, aquellos que imaginamos...
A mi cada uno de esos amores me ha enseñado a volar, a pensar, a extrañar pero sobre todo a vivir mi vida como si se tratara de uno de esos maravillosos relatos en los que podemos tropezar con momentos magicos, extraordinaros e invisbles para aquellos que se niegan a ver la verdadera esencia de las cosas.
Si estos amores son asi de fantasticos enfrentar el hecho de que son en esencia ficcion deja un vacio quiza muy grande en aquellas que toda la vida hemos soñado con tener coletas rubias y pecas con el unico fin de encontrar a ese " principe" que dulcemente nos mire y diga en una voz increiblemente tierna " no llores por mi pecosa, eres mas bonita cuando ries que cuando llores", aquel chico increiblemente perfecto que montado en su caballo nos invite a vivir una tarde maraviilosa y reniegue a su fortuna, su nombre y su futuro por amor.
Y es justo cuando ponemos pausa al DVD o cerramos el libro que nuestro mundo de ilusion desaprece sumergiendonos a una realidad gastada y gris donde los apuestos caballeros de mirada gentil y palabras dulces no existen, ese mundo donde la magia es una alquimia mas y el amor solo es de unos cuantos afortunados...
Entonces prefiero, al ver tan horrida perspectiva, quedarme en mi mundo de ensueños, deseando y envidiando esos amores de literatura, emocionandome, temblando, gozando, llorando, riendo quiza no sea mas que una mas de las que se atreve a soñar...pero se que soñar siempre me hace volar y no hay forma de no ser libre al volar...
En el fondo todas queremos coletas, pecas y finales felices...
Terry Grandchester
Estas palabras por absurdo que suene fueron las primeras que me hicieron sentir mariposas en el estamogo y aun 17 años despues no pierden su efecto, me siguen causando un sin fin de emociones tantas o quiza mas que las que se producen cuando escucho la melodia de Terry y no sonara infantil que a mis 23 años siga sintiendo "amor" por una caricatura.
La verdad es que no son pocas las que me diran que " entienden" el porque de mi obsesion pero se que de ese extenso numero de fans solo un reducido numero entenderia lo que es realmente amar a alguien que no existe y es que no es sencillamente encontrar mono al dibujito o sexy sino realmente sentir amor, dolor, pasion por alguien que jamas existio, enfrentar esa verdad puede producir sensaciones de frustacion, de verdadero dolor.
A lo largo de mi vida he puesto mis ideales y fijado mis metas amorosas de forma inconsiente en estos personajes literarios, amores imposibles, rotos, que se persiguen por una eternidad y que deben conformarse con un verano de felicidad.
Aquellos amores que a pesar de saberse el uno para el otro se ven obligados a permanecer separados por mas de un vida, amores que son tan intensos que acaban por destruirse, amores de ficcion, amores que solo pueden vivir aquellos no humanos, aquellos que imaginamos...
A mi cada uno de esos amores me ha enseñado a volar, a pensar, a extrañar pero sobre todo a vivir mi vida como si se tratara de uno de esos maravillosos relatos en los que podemos tropezar con momentos magicos, extraordinaros e invisbles para aquellos que se niegan a ver la verdadera esencia de las cosas.
Si estos amores son asi de fantasticos enfrentar el hecho de que son en esencia ficcion deja un vacio quiza muy grande en aquellas que toda la vida hemos soñado con tener coletas rubias y pecas con el unico fin de encontrar a ese " principe" que dulcemente nos mire y diga en una voz increiblemente tierna " no llores por mi pecosa, eres mas bonita cuando ries que cuando llores", aquel chico increiblemente perfecto que montado en su caballo nos invite a vivir una tarde maraviilosa y reniegue a su fortuna, su nombre y su futuro por amor.
Y es justo cuando ponemos pausa al DVD o cerramos el libro que nuestro mundo de ilusion desaprece sumergiendonos a una realidad gastada y gris donde los apuestos caballeros de mirada gentil y palabras dulces no existen, ese mundo donde la magia es una alquimia mas y el amor solo es de unos cuantos afortunados...
Entonces prefiero, al ver tan horrida perspectiva, quedarme en mi mundo de ensueños, deseando y envidiando esos amores de literatura, emocionandome, temblando, gozando, llorando, riendo quiza no sea mas que una mas de las que se atreve a soñar...pero se que soñar siempre me hace volar y no hay forma de no ser libre al volar...
En el fondo todas queremos coletas, pecas y finales felices...