Fic: Una Proposición Personal 7/?

Jun 07, 2008 11:18

Fandom: Star Wars (Universo Expandido)
Pareja: Luke Skywalker y Mara Jade
Clasificación: Y al fin llegó el capítulo donde sube el rating. R, chicas. ;p
Género: Romance y Angst
Tiempo: Diecinueve años después de la Batalla de Yavin.
Resumen: Lo que en un principio fue un matrimonio por convenencia toma un cambio inesperado para nuestros protagonistas.

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Luke despertó con la sensación que tanto le desagradaba luego de un baño de bacta, de oídos y ventanas de su nariz recubierta del líquido. Fue innecesario lo que Mara ordenó al llegar al sistema más cercano bajo el mando de la República. Ella pidió un baño completo. El comenzó a protestar pero la mirada verde llena de ira le detuvo.

‘Así aprenderás a pensarlo mejor la próxima vez que quieras jugar al héroe omnipotente.’

No se sorprendió de haber recibido ese pensamiento de Mara, estaba seguro de que ese había sido su intención principal; hacerle saber que no le agradó su atrevido comportamiento… o el hecho de que él le besara. Pero… dudaba tanto que no le hubiese agradado. Porque en ese mismo instante que despertaba, mientras una ola de deseo arremetía contra él al recordar el beso, a su mente regresaba la sensación del cuerpo de Mara intentando acercarse más al suyo entretanto ella dejaba escapar un leve gemido hasta que el beso fue interrumpido por la voz alarmada de Faughn a través del intercomunicador.

Por varios segundos el pánico se apoderó de él, pensando que tal vez ella se había ido y se tranquilizó al sentir su presencia no muy lejos de él. ¡Gran Fuerza! ¿Qué le estaba sucediendo?

El droide médico le fue haciendo unas preguntas y explicándole que le haría y cuánto tardaría en terminar al tiempo que le introducía unos tubos diminutos por oídos y nariz para succionarle los residuos del líquido ambarino y viscoso. Luke intentó esperar pacientemente; fue una batalla perdida. Deseaba volver a tener a Mara frente suyo. Cada vez que recordaba el beso que compartieron, en ese breve momento Mara dejó caer sus barreras y sucedió algo inesperado para ambos; sus almas parecieron fundirse en una sola. Y, aún ahora, podía sentir la fuerza del enlace entre ambos, latiendo como si fuera un ente con vida.

Artoo entró en ese momento a su habitación, silbando. Luke sonrió.

-Sí, Artoo, estoy mejor.

El astromech volvió a silbar con menos ansiedad.

-Sí, lo sé. - y Luke dejó escapar un suspiro al ser recordado de que aún tenía una misión que cumplir.

Por primera vez en su vida deseó hacer todo a un lado e intentar definir y desenmarañar lo que Mara evocaba en su interior. Mas si era cierto lo que Mara le había narrado en el trayecto hacia este sistema; los Documentos de Camaas podían hundir a la República a una guerra civil. Además de la extraña nave que apareció frente a ellos en el Starry Ice y todo ello, junto a la sensación de que acechaba ante ellos un desconocido e inminente peligro, le obligaba a seguir adelante y no detenerse.

El droide médico le anunció que había finalizado y un agradecido Luke abandonó la cama en busca de su ropa Necesitaba salir de allí y sentarse a meditar. Tenía que hallar el camino que debía tomar para seguir adelante.

_ _ _

Mara pretendía tener toda su atención en el diagrama de la nave desconocida que le presentaba el ordenador personal. Sin embargo, sus pensamientos estaban en otro lugar o mejor dicho, en alguien. El beso del granjero la tomó desprevenida. A pesar de que ella odiaba las sorpresas, ésta, sin embargo, fue una placentera. En un gesto inconsciente se llevó los dedos a sus labios, recordando la tibieza y suavidad de los labios masculinos. ¿Qué en el Sith estaba sucediendo entre ambos? Cerró sus ojos y apoyó su frente sobre su mano. Era desconcertante como toda su vida, la cual siempre había estado bajo una rígida rutina, estaba por completo trastornada desde que aceptó la oferta de Skywalker. Y si le añadía a todo ello el apremiante presagio de un peligro cercano…

Su comlink comenzó a zumbar, logrando que diera un leve salto de la sorpresa. Toda la situación tenía sus nervios de punta.

-Mara.

Ella reconoció la voz con rapidez, -Karrde.

-¿Hallaste a Luke?

-Sí.

-Bien.

Mara captó la tensión en la voz de Karrde. -¿Sucede algo?

-Todo este embrollo con los Documentos de Camaas va de mal en peor. Un edificio donde se hallaba una compañía de embarques de mercadería en Dordolum fue el blanco de un ataque terrorista en estos días.

Mara comprimió los labios, -No me digas, pertenecía a Bothans o ¿me equivoco?

El se limitó a asentir con un rígido movimiento de su cabeza. -Si todo esto continua así, pronto nos veremos sumergidos en una guerra civil.

Una guerra civil; esa aseveración hizo que toda la piel de Mara se erizara. Tuvo que admitir, para su horror, que su jefe no estaba muy lejos de la verdad. Alguien tenía que estar detrás de todo esto… e involuntariamente se le vino a su cabeza una imagen de Palpatine. Algo igual de siniestro parecía cernirse sobre ellos.

-¿Qué tan pronto puedes venir?

-¿Dónde estás?

-En la nave imperial de Booster. Te he enviado las coordenadas a tu nave.

-Bien, estaré ahí tan pronto termine aquí.

-Muy bien, te estaremos esperando.

Mara, luego de terminar su conversación con Karrde, inmediatamente se comunicó con la sala médica y le informaron que Luke ya había terminado con su tratamiento de bacta. Ella frunció el ceño, esperaba que él no estuviese preparándose para salir corriendo a su pasatiempo favorito; salvar la galaxia. Caminando con pasos enérgicos, se encaminó al cuarto que ella le había separado. Sin esperar a ser invitada, ella entró el código al panel de acceso y apenas se abrió la puerta que unas fuertes manos le asieron por la cintura y tomaron posesión de su boca. Fue instintiva su respuesta. Los labios masculinos se separaron de los suyos para exclamar maravillado en un susurro:

-¡Wow! Aún está ahí. - y sin perder el tiempo volvió a arremeter contra su boca, tomando todos sus sentidos desprevenidos con ese asalto erótico. Ella dejó escapar un leve gemido y sin vacilación alguna, Luke colocó una de sus manos en la nuca de Mara y la otra en la parte baja de la espalda femenina, para profundizar el beso y saborear toda su boca mientras la acercaba más hacia él. Una extasiada Mara contuvo la respiración mientras todo pensamiento abandonaba su cabeza concentrando su ser en todas las sensaciones que corrían por su interior.

Luke había comenzado a meditar pero se le había imposibilitado al sentir la presencia de Mara entremezclándose con la suya, los recuerdos del último beso embistiendo contra sus propósitos de hallar algún camino. Tan pronto como le sintió venir, ni corto ni perezoso, captó sin dificultad su intención y esperó a que la puerta se abriera para besarla. Una ola de deseo como ninguna sacudió a Luke. Tantos años de control se derrumbaron al sentir la calidez de esa boca que tanto había soñado con besar. Ella era pura miel y todo lo prohibido. El se separó con suavidad de los labios de Mara y su respiración se escuchaba agitada e irregular. Por primera vez en su vida, Mara no dijo nada, sólo le miraba atónita, intentando entender que le sucedía.

Luke acarició su labio inferior con el dedo pulgar y Mara cerró sus ojos.
-Siempre deseé saber que sería besarte.

-¿Siempre? - ella abrió sus ojos.

Casi se queda sin aire, los azules ojos habían tomado el color intenso del azul cobalto.

-Desde que desperté en aquella prisión en Myrkr y la dueña de unos verdes ojos y de una hermosa cabellera rojiza me apuntaba con su pistola; desde entonces quise saber que sería besarte.

Volvió a besarla; era una necesidad física volverla a sentir. Una nueva sensación les asaltó nuevamente. Su esencia pareció fundirse con la de Mara. Nada existía alrededor de ellos. Mara había permitido que una parte de sus barreras desvaneciera y el enlace que siempre había existido entre ambos se intensificó. Luke se sintió honrado y dichoso de que ella se ofreciera de esa manera a él y correspondió al gesto entregando casi todo su ser. Con el temor de perderla, Luke se separó de Mara con renuencia. Sin embargo, para la sorpresa de ambos, aún sentían la fuerza del enlace.

-¿Luke? - preguntó ella, temiendo creer lo que sentía.

Colocó su frente sobre la de ella, cerrando sus ojos. Era una dulce delicia escuchar su nombre de los labios de Mara. El la abrazó con fiereza, pensando que ambos estuvieron a punto de perderse uno al otro. El escondió su rostro en el cuello femenino, sus labios sintiendo el errático pulso de ella. Mara a su vez se aferró a él. Nunca en su vida se había sentido tan vulnerable, pero segura de que su lugar perfecto en este universo era entre esos brazos que la rodeaban y le proveían toda la protección que necesitaba contra las crueldades de la vida. En ese círculo de fortaleza solo existía el ahora y la promesa de un futuro, juntos… ¿Se atrevería ella a creer en esa posibilidad?

-¿Por qué no?

No se sorprendieron de que pudieran escucharse mentalmente. De algún modo u otro, en su interior, siempre lo habían sabido.

-¿No…?- su voz llegó a sus oídos como una desconocida, procurando evadir el remolino de emociones que hacía estragos en su interior, -¿No crees que nos estamos precipitando?

-Mara. - le llamó él con suavidad, -¿Acaso no lo escuchas?

Ella rodó sus ojos, tarde o temprano el granjero implicaría que todo era obra de la Fuerza.

-Skywalker… -gruñó ella, nada convencida.

-Mara. - le interrumpió él algo molesto, -Alguna vez en tu vida, no podrías confiar en su llamado. Es una parte intrínseca tanto en mi vida como en la tuya.

Con suma delicadeza, como si saboreara cada segundo, Luke comenzó a liberar la cabellera de su trenza para luego enredar sus manos en ella y sentir su suave textura.

-Granjero, -esta vez fue ella quien le amonestó, adivinando sus intenciones. Estaba tan embriagada por el estado de sus sentidos, por todo lo que él estaba despertando en ella, que estaba segura no le negaría nada, -Estamos en medio de un conflicto, no creo que sea el momento correcto…-

El le interrumpió de nuevo, -Al Sith con todo. En estos momentos sólo me importas tú.

¡Por las sagradas estrellas! Ella nunca estuvo preparada para esa respuesta suya. El la alzó en sus brazos y caminó con ella a su dormitorio. Mara jamás imaginó que el granjero fuera a ser tan posesivo y el miedo se entremezcló con el placer, anudando sus entrañas. ¿Cómo podía él evocar en ella ese desconcertante efecto? Tan pronto llegaron a la cama, los vestidos se convirtieron en una restricción molesta y el suelo comenzó a cubrirse de las distintas piezas, en el urgente deseo de sentir piel contra piel. Luke devoró con su mirada el desnudo cuerpo de Mara. Era exquisitamente hermosa. Con infinita reverencia la acomodó en su cama para luego unirse a ella y al primer contacto de sus desnudos cuerpos ambos fueron sacudidos ante la arrolladora sensación que los arremetió hasta el centro de cada uno.

Implorantes gemidos escapaban a través de los sensuales labios de la comerciante mientras las ásperas manos recorrían todo su cuerpo. Luke arqueó su cuerpo cuando las suaves manos femeninas acariciaron su espalda. Ella se deleitó en el movimiento de esos músculos bajo sus manos. ¿Cuántas veces no había deseado acariciar ese magnifico cuerpo cuando lo veía ejercitarse en la Academia con su pecho al descubierto? Mara se mordió su labio inferior para acallar el grito que brotó de su garganta cuando los labios de Luke tomaron uno de sus senos. Enredó sus manos en la rubia cabellera mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás. Una mano comenzó a descender entre ambos cuerpos y se detuvo al hallar ese lugar recóndito y vulnerable de Mara.

-¡Luke! - exclamó ella sin aliento.

-¿Sí, Mara? - y él le sonrió de manera seductora mientras continuaba acariciándola.

-¡Gran Fuerza! - gritó ella.

Los quejidos llenos de placer lo enloquecieron y la besó, para perderse en esa deliciosa suavidad que le proveía su boca. No pudiendo controlar más su deseo de sentirse por completo unido a ella, él la penetró en un movimiento rápido y certero. El placer de sentirlo dentro de ella casi la hace desfallecer y comenzó a moverse con él. Era agonía y dulzura, tempestad y tranquilidad. Sintieron que ambos dejaron atrás sus cuerpos para llegar a las estrellas. Mara se atemorizó ante la fuerza de lo que sentía pero inmediatamente sintió la presencia de Luke confortándola y sintiendo su seguridad, se abandonó a las sensaciones que por primera en su vida vez sentía. Cuando al fin, junto a él, llegó a ese lugar en el universo donde una estrella pareció estallar en todos los colores del arco iris.

Llegó la calma y con ella, la realización de todo lo que Mara había sentido. Nunca pensó que hacer el amor sería algo tan sublime y hermoso. Con algo de violencia, se separó de los brazos de Luke. La vulnerabilidad le asfixiaba. ¿Qué en el Sith estaba pensando ella cuando le permitió a Luke que le hiciera el amor? Se llevó ambas manos a su rostro; ¿amor? Eso si que era una broma cruel.

-¿Mara? - le llamó él preocupado.

Ella no respondió, perdida en sus lúgubres pensamientos. Mara no era una tonta ingenua; sabía perfectamente a quien él amaba. La roba-cuerpos…

El posó una mano en su hombro y Mara, instintivamente, levantó todas sus barreras.

-No me toques. - su voz se escuchó gélida.

Un herido Luke retiró su mano. Fue un dolor físico al sentir que ella volvía a erigir sus barreras alrededor de su persona. ¿Acaso no se había percatado de lo que sentía por ella? ¿Acaso no le importaba?

-Mara, yo…

Ella se volteó con brusquedad, temiendo lo que vendría. Una disculpa.

-No te atrevas, Skywalker.

Luke se enfureció, -¿Qué en el Kriff…?

-No quiero escucharlo. - y ella subió su voz, alarmada, - No quiero saberlo.

Y abandonó la cama intempestivamente, buscando por el suelo las piezas de su ropa. Sabía que si escuchaba la verdad, todo su corazón se destrozaría en pedazos. ¡Oh, ella muy bien sabía que su granjero era honesto! No podría mentirle y le diría que a pesar de lo que compartieron, ella nunca podría compararse a su Callista.

Un enmudecido Luke le miraba atónito. Hasta que sus azules ojos brillaron por la compresión. Mara estaba simplemente asustada. Ella no estaba acostumbrada a ese tipo de intimidad. Era una mujer dura, que la vida le había enseñado a ser muy independiente y fría. El no dijo nada, comprendiendo que todo intento de llamarle sería por completo ignorado. Se colocó de pie y rodeó la cintura femenina. Ella se tensó al sentir ese fornido y desnudo pecho contra su espalda.

-Shhh. - le murmuró él al oído, procurando calmarla. -De acuerdo no diré nada.

Aunque le doliera no poder pronunciar las palabras, lo haría por ella. Sin embargo, no pudiendo contenerlas, decidió buscar unas similares a las que originalmente quería decirle. -Pero ¿sabes qué me importas mucho?

Por un momento, Luke dudó de que ella las aceptara hasta que sintió la rigidez abandonar su cuerpo. El la apretó contra el suyo. Sí, no podía negarlo. La amaba con cada onza de su ser. Ese hermoso momento compartido fue una revelación para él. ¿Cómo pudo ser tan ciego? Ninguna se comparaba a Mara. Ni Gaeriel, ni Jem y mucho menos Callista. Mara era su luz, su pasión tempestuosa, lo bello y lo puro, su guía en su camino incierto como jedi. No tenía ninguna duda de que ella sentía lo mismo por él. Le daría tiempo para ajustarse a lo que él estaba seguro era un desconocido sentimiento para ella.

Mara, a su vez, cavilaba en sus palabras. El estaba admitiendo que a pesar de que amaba a Callista, era ahora ella a quien él le importaba. ¿Sería capaz de aceptar lo que le ofrecía? Si sólo eso eran sus migajas… ella suspiró, ¿qué sería ser realmente amada por él? El corazón bajó hasta sus pies, por primera vez descubriendo lo que sentía por el jedi. Le amaba sin reserva alguna. Cerró sus ojos momentáneamente, todo su ser conmovido ante tan grande admisión. ¿Se atrevería? Las manos en su cintura le obligaron a voltearse; ojos azules vagaron por su rostro, intentando hallar una respuesta.

-Sí; lo sé. - y ella supo que con esa contestación aceptaba todo lo que pudiera brindarle; sólo lo que él pudiera brindarle. Quizás la estrecha relación que existía entre ambos sería lo suficiente fuerte para basar su matrimonio. Después de todo, Callista no había vuelto a asomar su cara en todos estos años.

Luke bajó su cabeza para rozar ligeramente los labios con los suyos. Mara dejó escapar un gemido ante la dulce caricia. Ella decidió que se atrevería a creer en imposibles…

fic: una proposición personal, star wars, luke/mara

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