Cursillo prematrimonial (III y IV)
Es increíble, pero todos los días del cursillo nos han leído (son diferentes interlocutores) el mismo texto de San Marcos que comenté en el primer día de cursillo.
Yo sé que en estos momentos, el tema de la indisolubilidad del matrimonio es algo que no pertenece al ámbito social. Ahora, si se acaba el amor (o el dinero, o...), se acaba el matrimonio. Para éso existe el divorcio según la legislación española. De ahí que se nos comente que este tema no es tan nuevo como pudiera parecer (en nuestro país la vigencia es post-franquista) y que ya en tiempos de Jesús se hablaba de ello. Al fin y al cabo, Moisés implantó la posibilidad del repudio en ambos sentidos que es muy parecido al actual divorcio.
Pero hay que ser conscientes de que el matrimonio cristiano sólo puede romperse por la muerte de alguno de los cónyuges (uf! me imagino la de asesinatos que se habrán fantaseado por esta claúsula). Y sí, hay excepciones, que permiten la disolución mediante el tribunal de la Rota... pero no es la norma.
Hubo un momento de la charla en el que se hablaba de la indisolubilidad del matrimonio rato y no sabía a qué hacía referencia, hasta que se nos comentó que era el matrimonio entre personas bautizadas.
Así que en eso estamos de acuerdo con el compromiso social que es el matrimonio cristiano: queremos que nuestra unión sea para toda la vida.
Por otro lado, el último día nos dió la charla sobre sacramentalidad del matrimonio, una pareja con sus 4 crías que no pararon un minuto. Lo que consiguieron es que el cura nos abandonase para hacer de niñera en el salón de al lado.
La charla fue muy amena y mostraron tener una mentalidad muy abierta, aunque defendieron claramente su posición de familia cristiana (más bien opusiana por los principios en los que se basaba). Me recordó que yo he sido educada claramente en un ambiente muy católico.
Pero lo más importante de la charla es que ratifica que me encantaría formar una familia....
Yo sé que en estos momentos, el tema de la indisolubilidad del matrimonio es algo que no pertenece al ámbito social. Ahora, si se acaba el amor (o el dinero, o...), se acaba el matrimonio. Para éso existe el divorcio según la legislación española. De ahí que se nos comente que este tema no es tan nuevo como pudiera parecer (en nuestro país la vigencia es post-franquista) y que ya en tiempos de Jesús se hablaba de ello. Al fin y al cabo, Moisés implantó la posibilidad del repudio en ambos sentidos que es muy parecido al actual divorcio.
Pero hay que ser conscientes de que el matrimonio cristiano sólo puede romperse por la muerte de alguno de los cónyuges (uf! me imagino la de asesinatos que se habrán fantaseado por esta claúsula). Y sí, hay excepciones, que permiten la disolución mediante el tribunal de la Rota... pero no es la norma.
Hubo un momento de la charla en el que se hablaba de la indisolubilidad del matrimonio rato y no sabía a qué hacía referencia, hasta que se nos comentó que era el matrimonio entre personas bautizadas.
Así que en eso estamos de acuerdo con el compromiso social que es el matrimonio cristiano: queremos que nuestra unión sea para toda la vida.
Por otro lado, el último día nos dió la charla sobre sacramentalidad del matrimonio, una pareja con sus 4 crías que no pararon un minuto. Lo que consiguieron es que el cura nos abandonase para hacer de niñera en el salón de al lado.
La charla fue muy amena y mostraron tener una mentalidad muy abierta, aunque defendieron claramente su posición de familia cristiana (más bien opusiana por los principios en los que se basaba). Me recordó que yo he sido educada claramente en un ambiente muy católico.
Pero lo más importante de la charla es que ratifica que me encantaría formar una familia....