Aquí estoy de vuelta. Después de estar un mes de soporte al arranque de un proyecto gigantesco que acabó con un cansancio extraordinario ( lo de jornadas de más de 14 horas, incluyendo los fines de semana y la semana santa no es muy saludable), tanto físico como psicológico, me he ido con mi caballero de vacaciones.
Dormir, caminar por la playa, disfrutar de la sauna y los masajes, leer en la tumbona... Han sido unos maravillosos días que me han permitido desconectar del trabajo y pasar más tiempo con Y.
Para los siguientes viajes, quizás utilice una guía algo diferente. Aquí os la presento:
"La guía del terror" de la editorial Espejo de Tinta.