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A pesar del Depor - Celta de esta semana todo continua, como diría Dani Rubio, fluctuando sin pena ni gloria por los senderos de la vida. Y es que ¡ya estoy en tercero! ¿quién me lo iba a decir? Parece que fue ayer cuando hacía mi primera matrícula, cuando iba a clase cabizbaja y no me saltaba ni una hora porque no tenía ni cómo ni con quién. Y ahora las personas de mi clase planean el terrorífico "paso de Ecuador" que viene siendo una celebración mitiquísima tal y como lo son las cenas en el típico tugurio casa añádase aquí un nombre tipo Manolo, Pepe, Juan... algo fundamental en la vida de todo estudiante, como la pasta con tomate Solís.
El caso es que mi relación con el noventa por ciento de mis compañeros de clase no es ni por asomo buena. No porque haya habido violencia entre nosotros, más bien por haberme topado con Carla Rozas, una muchacha igual de criticona que yo y que cubre totalmente mis necesidades. Pero que haya encontrado una persona ideal en clase y que obvie los comentarios y saludos de los demás no implica que nos aislemos. De facto somos unas habituales de las cenas y "botellones" aunque de estos últimos preferimos prescindir después de haber sido violada nuestra intimidad civil. Hace aproximadamente un año fuimos de cena con tooooodos y ¡ay carallo! afortunadamente no todos los estudiantes de hisotoria del arte se maravillan al ver un toro de Lascaux.
Con el paso de Ecuador comienza la hostilidad, básicamente porque somos muchos los que no queremos compartir destino ni tampoco viajar a sitios turísticos porque me imagino que a lo que me voy a dedicar en dicho viaje va a ser a pimplar y a declarar mi fiel amistad a gente a la que "en la vida normal" ni tan siquiera saludo. Pero ya se sabe que en Gran Hermano, de Erasmus y de paso de Ecuador todo se exagera ¡hasta las emociones!
Y por cierto ¡SEM-PRE CEL-TA!
El caso es que mi relación con el noventa por ciento de mis compañeros de clase no es ni por asomo buena. No porque haya habido violencia entre nosotros, más bien por haberme topado con Carla Rozas, una muchacha igual de criticona que yo y que cubre totalmente mis necesidades. Pero que haya encontrado una persona ideal en clase y que obvie los comentarios y saludos de los demás no implica que nos aislemos. De facto somos unas habituales de las cenas y "botellones" aunque de estos últimos preferimos prescindir después de haber sido violada nuestra intimidad civil. Hace aproximadamente un año fuimos de cena con tooooodos y ¡ay carallo! afortunadamente no todos los estudiantes de hisotoria del arte se maravillan al ver un toro de Lascaux.
Con el paso de Ecuador comienza la hostilidad, básicamente porque somos muchos los que no queremos compartir destino ni tampoco viajar a sitios turísticos porque me imagino que a lo que me voy a dedicar en dicho viaje va a ser a pimplar y a declarar mi fiel amistad a gente a la que "en la vida normal" ni tan siquiera saludo. Pero ya se sabe que en Gran Hermano, de Erasmus y de paso de Ecuador todo se exagera ¡hasta las emociones!
Y por cierto ¡SEM-PRE CEL-TA!