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Querida Paula alias Yera, cuando no tengas que inventarte una historia quijotesca para no dejar que tu rabia fluya con normalidad te compensaré con uno de mis más preciados tesoros, el mono que habita mi habitación desde mucho antes de entrar en la adolescencia. Eres una chica boom y no necesitas ningún título que lo confirme. Además no puedes llegar a la veintena con sinsabores y sólo te quedan dos días. Los años lúgubres ya pasaron, ¡nada podría ir mejor! ¡Espabílate!