(no subject)
Como éste era el último fin de semana (lo cual significa salir y beber hasta que amanezca) de mis amigas Enar e Iriana porque, como bien sabrás, se van de Erasmus a Polonia (todos odiamos a Erasmo cuando un amigo se va) pues eso, que salimos a tope con la Cope ayer pero, sin saber cómo Paula y Enar pensaron que habíamos huído y nosotras lo mismo ergo al final nos quedamos sólo Nati y yo rockeando. El caso es que, un postadolescente seguramente de un pueblo cercano (y lo digo porque jamás lo había visto que no dejó aparcado al burro en la puerta) comenzó a hablar conmigo de banalidades, mierdas e incluso de cosas de las que no me enteraba y a las que respondía afirmativamente, o sonreía o cantaba (playback siempre) la canción que sonaba. Hasta que en un momento me dijo, ¿te quieres enrrollar conmigo?
¿PERO QUÉ PUTA MIERDA ES ÉSA?
No te pienses que digo pero qué puta mierda porque el ligar es algo que ocurre todos los días de mi vida más bien comento este hecho porque jamás de los jamases le triunfo (a pesar de ser maravillosa =P) y menos en plan noventas, con ese tipo de pregunta equivalente al más serio y con vistas de futuro "¿quieres salir conmigo?" de mediados de adolescencia y que conllevaba terceras personas malmetiendo "pídele, pídele" "¿te mola el Pepe?" "te juro que no le digo nada pero dime" y hala allí iba a contarle la milonga.
El caso es que un hecho como esa ramplona pregunta hizo que de repente reviviese toda mi tierna juventud y me entristecí un poco porque ya no seré inocente nunca.
¿PERO QUÉ PUTA MIERDA ES ÉSA?
No te pienses que digo pero qué puta mierda porque el ligar es algo que ocurre todos los días de mi vida más bien comento este hecho porque jamás de los jamases le triunfo (a pesar de ser maravillosa =P) y menos en plan noventas, con ese tipo de pregunta equivalente al más serio y con vistas de futuro "¿quieres salir conmigo?" de mediados de adolescencia y que conllevaba terceras personas malmetiendo "pídele, pídele" "¿te mola el Pepe?" "te juro que no le digo nada pero dime" y hala allí iba a contarle la milonga.
El caso es que un hecho como esa ramplona pregunta hizo que de repente reviviese toda mi tierna juventud y me entristecí un poco porque ya no seré inocente nunca.