Sep 11, 2006 16:52
El Planeta Tierra es esa bola que flota en el espacio y que esta recubierta en un 75% de su superficie de agua. El Planeta Mundo, en cambio, es esa bola que flota en el espacio, recubierta en un $$% de su superficie de campos de golf y en la que el agua es un bien escaso. Una vez hechas las presentaciones pertinentes, comenzamos con la crónica del día, que hoy viene irremediablemente marcada por la fecha.
Hecho 1. El 11-S.
Es evidente que, al menos para los occidentales de mi generación, al escuchar "oncese", "11-S" u "11 de Septiembre", nuestro cerebro se pone en Modo Recuerdo (o Mode Remember, como ponen las instrucciones). Y así ha sido una vez más. Hoy todos hemos recordado aquellas imágenes de aviones, torres y escombros. Mi cerebro, en cambio, debido a su avanzado deterioro y su proximidad a la disolución, ha recordado especialmente las imágenes en las que se veía a personas humanas saltando desde el piso cincomil, con la vana esperanza de salvar la vida. Todos imaginamos el grado de desesperación que se tiene que alcanzar para hacer algo que, en otras circunstancias, sería calificado sin ninguna duda de "estupidez". Y lo curioso es que no solo lo imaginamos, sino que lo comprendemos. Es por ello que ver o recordar esas imágenes no se nos hace extraño. Nunca nos ha ocurrido, pero sabemos que el único objetivo a corto plazo de aquellas personas era "salir de allí", salir como fuese, incluso "arriesgando" su vida saltando desde la mesosfera.
Hecho 2. La otra cara de la moneda.
Todos hemos escuchado, pronunciado e incluso escrito alguna vez la expresión "la otra cara de la moneda". No solo la hemos utilizado, sino que la mayoría de nosotros (incluido un elevado porcentaje de los que han cursado la ESO), sabemos lo que significa. Precisamente después del 11-S, esta expresión está perdiendo terreno frente a "daños colaterales" ya que, sin ser sinónimos, tienen significados similares. Yo, que como objeto probabilístico siempre he preferido el dado, propondría la expresión "una de las otras caras del dado", ya que la experiencia me dice que las cosas no se reducen a dos lados opuestos. Pero en el caso que nos ocupa me parece mucho mas interesante la expresión "la misma cara de otra moneda" que, al no existir en nuestro vocabulario, no somos capaces de distinguir en la vida real.
Hecho 1 + Hecho 2 = Hecho 3. La misma cara de otra moneda del 11-S.
Nunca se nos ocurriría pensar que a las puertas del WTC hubiera personas pidiendo la documentación a los que salían, ni jefes diciéndoles "Tú vuelve a entrar, que estás en horas de trabajo". Nos parecería una locura que alguien dijera "ya no puede salir más gente, que los hospitales están llenos" y colocara patrulleros armados para devolver al interior del edificio a aquellos que se saltaran la norma. Y nos parecería una locura a pesar de que lo estamos viendo todos los días en nuestras costas. En las últimas semanas hemos oído decir que en Canarias (y en España) ya no cogen más inmigrantes, que los que vengan serán devueltos. No nos damos cuenta que arriesgan su vida en pateras, cayucos y alambradas, porque su único objetivo a corto plazo es "salir de allí". No comprendemos su desesperación a pesar de que los vemos "lanzándose al vacío". No somos capaces de comprender que África es un edificio en llamas amenazando derrumbarse debido al hambre, el SIDA y las guerras. O quizá no queremos comprenderlo para no tener que aceptar que África sufre un ataque terrorista del que somos culpables, que no existe un 11-S africano porque no es un ataque terrorista puntual, con fecha que podamos recordar, sino que es un ataque terrorista continuo, todos los días del año. Están condenados a muerte y solo sabemos decirles "Lo siento, aquí ya no cabe más gente. Vuelve a entrar a la Torre Sur".
Puto Planeta Mundo.