031/100.
Número: 031/100.
Título: ¿Olvidar es vengarse?
Fandom: Princess and Princesses.
Claim: Red, Magnus. Alusión a Vanessa.
Rating: K+.
Extensión: 420 palabras.
Advertencias: Angst, algo parecido a la paranoia...
¿Olvidar es vengarse?
Su habitación era muy pequeña. ¿Por qué no se dio cuenta antes? Las paredes psicodélicas que él mismo había solicitado hacer, le hacían fruncir el ceño. Malditas, las demolería en cuanto le dieran ganas.
─ ¿Qué pasa contigo? El sonido de tus pasos no me dejan leer ─irrumpió Magnus, y se recargó en la pared.
─Se metió en mi cabeza y ahora no puedo sacarla.
─ ¿Quién?
Arrugó la frente, ni su nombre podía susurrar, de lo contrario, la cabeza le explotaría. Se fue a la ventana y apartó las cortinas, a lo mejor estaría sucediendo algo interesante afuera.
─Entiendo ─comentó sarcástico. Empezó a juguetear con la cruz que llevaba colgada de su cuello, era divertido mordisquear el metal.
─Lárgate, no estoy de buenas.
─Te harás viejo si te enojas de esa manera.
─… Estúpidos subordinados, ni estacionar el carruaje pueden ─se quejaba de lo que veía. Cuánta ineficiencia.
─Oh, hasta enfadado te ves bien ─se contradijo Magnus y dejó su dije en paz. Saltó sobre su hermano y le abrazó del cuello, lamiéndole el lóbulo de la oreja─. Es Vanessa, ¿no?
─No ─respondió de inmediato, delatándose. Le dio un codazo a su igual y con esto lo alejó.
─Sé que alguien la pretende, pero no me acuerdo de su nombre ─se paseó por la habitación queriendo recordar el nombre.
A Red no le gustaba la conversación, estaba desesperándose. Perder el amor que pudiste tener; tomar el corazón que se te ofreció y rechazarlo… Los celos que sentía no tenían sentido, pero igualmente estaban ahí, volviéndolo loco.
─No me importa ─aclaró después de un par de segundos y se fue a buscar a Zero para abrazarlo.
─ ¿Y eso qué? Deja que recuerde…
─Dije que no me importa ─hundió la cabeza en el oso de peluche.
─Mierda, si enserio no te importa, entonces deja de andar por todo el cuarto con esas botas tan escandalosas. Cámbiate los zapatos o deja de pensar en ella ─Magnus cerró las puertas de un portazo.
Los pensamientos lo atormentaban. Eran de esas noches en las que se sentía de lo más humillado y arrepentido. Pero se olvidaría del asunto al día siguiente.
Despertaría con la misma sonrisa que los otros ya conocían; conviviría con los mismos aristócratas que apreciaba y si tenía suerte, la encontraría caminando por ahí, riéndose o con la mirada perdida.
Qué manera tan patética de pasar la madrugada.
Sin embargo, para mañana se vengaría con algo simple: olvidándose de que alguna vez pensó en ella.
Título: ¿Olvidar es vengarse?
Fandom: Princess and Princesses.
Claim: Red, Magnus. Alusión a Vanessa.
Rating: K+.
Extensión: 420 palabras.
Advertencias: Angst, algo parecido a la paranoia...
¿Olvidar es vengarse?
Su habitación era muy pequeña. ¿Por qué no se dio cuenta antes? Las paredes psicodélicas que él mismo había solicitado hacer, le hacían fruncir el ceño. Malditas, las demolería en cuanto le dieran ganas.
─ ¿Qué pasa contigo? El sonido de tus pasos no me dejan leer ─irrumpió Magnus, y se recargó en la pared.
─Se metió en mi cabeza y ahora no puedo sacarla.
─ ¿Quién?
Arrugó la frente, ni su nombre podía susurrar, de lo contrario, la cabeza le explotaría. Se fue a la ventana y apartó las cortinas, a lo mejor estaría sucediendo algo interesante afuera.
─Entiendo ─comentó sarcástico. Empezó a juguetear con la cruz que llevaba colgada de su cuello, era divertido mordisquear el metal.
─Lárgate, no estoy de buenas.
─Te harás viejo si te enojas de esa manera.
─… Estúpidos subordinados, ni estacionar el carruaje pueden ─se quejaba de lo que veía. Cuánta ineficiencia.
─Oh, hasta enfadado te ves bien ─se contradijo Magnus y dejó su dije en paz. Saltó sobre su hermano y le abrazó del cuello, lamiéndole el lóbulo de la oreja─. Es Vanessa, ¿no?
─No ─respondió de inmediato, delatándose. Le dio un codazo a su igual y con esto lo alejó.
─Sé que alguien la pretende, pero no me acuerdo de su nombre ─se paseó por la habitación queriendo recordar el nombre.
A Red no le gustaba la conversación, estaba desesperándose. Perder el amor que pudiste tener; tomar el corazón que se te ofreció y rechazarlo… Los celos que sentía no tenían sentido, pero igualmente estaban ahí, volviéndolo loco.
─No me importa ─aclaró después de un par de segundos y se fue a buscar a Zero para abrazarlo.
─ ¿Y eso qué? Deja que recuerde…
─Dije que no me importa ─hundió la cabeza en el oso de peluche.
─Mierda, si enserio no te importa, entonces deja de andar por todo el cuarto con esas botas tan escandalosas. Cámbiate los zapatos o deja de pensar en ella ─Magnus cerró las puertas de un portazo.
Los pensamientos lo atormentaban. Eran de esas noches en las que se sentía de lo más humillado y arrepentido. Pero se olvidaría del asunto al día siguiente.
Despertaría con la misma sonrisa que los otros ya conocían; conviviría con los mismos aristócratas que apreciaba y si tenía suerte, la encontraría caminando por ahí, riéndose o con la mirada perdida.
Qué manera tan patética de pasar la madrugada.
Sin embargo, para mañana se vengaría con algo simple: olvidándose de que alguna vez pensó en ella.