Número: 028/100.
Título: La cautela ya no sirve. [5/5].
Fandom: Uta No Prince-Sama Maji Love 1000%
Claim: Tokiya/Otoya.
Rating: K+.
Extensión: 702 palabras.
Advertencias: Nope.
Para: Mi tabla Abecedario de la comunidad
retos_a_lacartaPrompt: #73.- Susurro.
La cautela ya no sirve
-Escóndete -ordenó Tokiya cuando escuchó la puerta de la entrada. Definitivamente nadie debía enterarse de lo sucedido.
- ¿P-por qué? -estaba tan ensimismado en la atmósfera que se había tomado la molestia de aislarse del mundo exterior.
- ¿Estás sordo? -y se quitó de su encima. Con su manga, se limpió el rostro como si así borrara los besos ajenos-. Ya están aquí.
Otoya dudó, pero el aturdimiento se esfumó, igual que el sonrojo.
- ¿Por qué cierran las pistas de patinaje tan temprano? ¡Deberían abrir toda la noche!
La voz de Syo retumbó en sus oídos; lo único que les produjo, fue pánico.
-Pero -murmuró el pelirrojo-, esta es nuestra habitación, ¿t-tiene algo de malo que nos encuentren?
A pesar de lo oscuro que estaba, Tokiya pudo notar con claridad aquellos detalles que lo delatarían y que, definitivamente, no podría ocultar.
-Tú camisa está desabotonada.
-… -asintió y la acomodó como si no fuera la gran cosa.
-El pantalón…
Igual lo arregló.
-Y tu cuello tiene…
Sí, Ittoki se rindió. Nada podía hacer con los innumerables mordiscos que habían dejado una huella rojiza en su tez.
-Apuesto a que no resistirías patinar una noche entera sin descanso alguno -retó Ren al más bajo a sabiendas que ello le molestaría.
- ¡Por supuesto que aguantaría!
- ¿Qué hacemos? -cuestionó cuando dicha pelea comenzó en la sala de estar.
-Escóndete -repitió Tokiya con menos paciencia que antes.
- ¿En dónde? -Otoya tenía miedo. El presentimiento de que algo estaba mal no lo dejaba en paz.
-Syo-chan se vería lindo patinando con un tutú -Natsuki soñando en voz alta, otra vez.
-En el armario, ¿quizá? -lanzó la respuesta con sarcasmo.
-Y Haru-chan también ~
- ¡N-no hagas eso! -le espetó y golpeó su pecho-. Tokiya está siendo malo de nuevo…
- ¡Baja la maldita voz! -muy por el contrario, casi se lo gritó.
- ¿Escucharon? -Afuera, Masato fue el primero en avisarles a los otros.
-Tsk… -se odiaba a sí mismo por auto-delatarse. Típico cuando estaba con Otoya; ser él quien arruinara las cosas y no su estúpido compañero.
- ¿Qué? -A Nanami se le olvidó lo cansada que estaba.
-Shh… -calló el peliazul y los demás lo imitaron.
- ¡Pero si no estoy hablando! -Y si su estúpido compañero no arruinaba las cosas, sí las empeoraba.
-Viene de la habitación de…
- ¡Ittoki-kun! ¡Ichinose-san!
Sus sospechas los llevaron a irrumpir en la habitación con el habitual estruendo que sólo ellos producían. Adentro, Tokiya jalaba del cuello de la camisa a Otoya, quien tenía una expresión que denotaba el peligro que corría su vida por haber arruinado el plan acordado.
Qué alivio y terror a la vez.
-Hola -saludó el pelirrojo como si nada estuviese pasando-. ¿Qué tal les fue?
-…
-…
-…
-… -Masato encendió la luz, Ittoki cayó cuando esto sucedió, sus ojos se “quemaban”.
- ¡Aaaahhh!
- ¿Están bien? -la chica seguía preocupada.
-Sí -indicó el de cabellos oscuros, sacudiéndose las manos.
- ¿Qué hacían, exactamente? -a Syo le daba curiosidad, pero algo le dijo que se arrepentiría de haber preguntado, y ese algo fue el hecho de que la camisa del otro chico estaba mal abrochada-… Quise decir… Ya me voy.
Y más extraño aún, escapó de la escena con un sonrojo manchándole las mejillas.
-… ¿Syo-chan?
Una melodía que reconocería en cualquier parte del desgraciado universo sonó de nueva cuenta. Tokiya aprovechó para zafarse de la situación.
- ¿Sí? -se escuchó y su voz se fue apagando a medida que la llamada avanzaba.
- ¿Por qué ya nada me sorprende? -rió el rubio por lo bajo, retirándose.
- ¿A qué se refiere? -Haruka se intrigó.
-No… Le hagas caso -Masato también lo comprendió; cómo no ver aquellos mordiscos. Se llevó a Nanami de ahí antes de que su inocencia corriera peligro.
-… ¡Ah! Levántate, Oto-chan -reaccionó el de lentes-, seguro que la luz ya no te molesta.
Ittoki sonrió al recibir la ayuda de Natsuki. Agradeció el que a él no le importasen los detalles, agradeció muchas cosas, en realidad.
-Pensé que hoy saldrías con la fan que mencionaste el otro día… -mencionó, pensativo. A lo mejor y se equivocaba.
-… ¡¿ERA HOY?!
-Sí, era hoy -irrumpió Tokiya con el teléfono en la diestra-. Sorpresa.