011/100.
Número: 011/100.
Título: De los nuestros.
Fandom: Durarara!!
Claim: Mikado/Izaya.
Rating: K+.
Extensión: 233 palabras.
Advertencias: Spoilers, no como para morirse, pero si para sorprenderse (?).
Ah, cuánto extrañe este fandom...
De los nuestros
Mikado no sabía cómo interpretar sus expresiones burlonas. Quizá no lo hacía con intenciones o sólo lo hacía por molestar.
A Kida le dolían los ojos de tan sólo verlo; Shizuo se lanzaba a atacarlo en cuanto se aseguraba de que era él y no una de sus tretas.
Todo Ikebukuro conocía a Orihara Izaya -o la mayoría. Ya sea por rumores o por presencia misma, el pelinegro era más bien una celebridad indirecta con a lo mejor más privilegios de los que debería.
Mikado no sabía si odiarlo o admirarlo; si imitar a los demás sería correcto. Porque ¿qué sería de él si sentía algo diferente?
Después de todo, siempre creyó que se trataba de una chica la que estaba detrás del nick “Kanra”
Qué más daba. Los Dollars le habían cambiado la perspectiva completa de bastantes cosas, tanto como para darse el gusto de enamorarse de uno de sus integrantes, ¿o no?
Mikado no sabía si el hecho de ser el líder de tan extensa organización le estaba inflando el ego. Quizá se tratara de un efímero en el que su alter ego tomaba posesión de él y de sus deseos, o sólo era la verdad.
Sí, tal vez Izaya fuese de los suyos, pero de ninguna manera se inmiscuiría con un demonio urbano como ese.
Qué lástima que no se pudiera dar el lujo de eliminar miembros.
Título: De los nuestros.
Fandom: Durarara!!
Claim: Mikado/Izaya.
Rating: K+.
Extensión: 233 palabras.
Advertencias: Spoilers, no como para morirse, pero si para sorprenderse (?).
Ah, cuánto extrañe este fandom...
De los nuestros
Mikado no sabía cómo interpretar sus expresiones burlonas. Quizá no lo hacía con intenciones o sólo lo hacía por molestar.
A Kida le dolían los ojos de tan sólo verlo; Shizuo se lanzaba a atacarlo en cuanto se aseguraba de que era él y no una de sus tretas.
Todo Ikebukuro conocía a Orihara Izaya -o la mayoría. Ya sea por rumores o por presencia misma, el pelinegro era más bien una celebridad indirecta con a lo mejor más privilegios de los que debería.
Mikado no sabía si odiarlo o admirarlo; si imitar a los demás sería correcto. Porque ¿qué sería de él si sentía algo diferente?
Después de todo, siempre creyó que se trataba de una chica la que estaba detrás del nick “Kanra”
Qué más daba. Los Dollars le habían cambiado la perspectiva completa de bastantes cosas, tanto como para darse el gusto de enamorarse de uno de sus integrantes, ¿o no?
Mikado no sabía si el hecho de ser el líder de tan extensa organización le estaba inflando el ego. Quizá se tratara de un efímero en el que su alter ego tomaba posesión de él y de sus deseos, o sólo era la verdad.
Sí, tal vez Izaya fuese de los suyos, pero de ninguna manera se inmiscuiría con un demonio urbano como ese.
Qué lástima que no se pudiera dar el lujo de eliminar miembros.