Aug 20, 2011 02:44
De lejos no se parecía en nada, no lo reconocía con toda esa
ropa extravagante que lo hacía parecer un cosplayer salido de una convención de
anime. No le prestó mucha atención y siguió caminando. No encontró a Mikado en
su departamento, por tanto, no tenía ningún entretenimiento para esa tarde.
Con todo, fueron acercándose peligrosamente aquellos dos
individuos.
Psyche quería tranquilizarse después de haber sufrido toda
esa serie de situaciones desafortunadas. La impotencia de no poder ir a
disculparse, le carcomía por dentro. Y sin embargo, seguía aguantándose las lágrimas,
pues ya había sollozando suficiente. Así que, un paseo por la ciudad y su
ambiente vespertino lo tranquilizaría; pensaría las cosas y se armaría de valor
para disculparse y tal vez, revelarle sus sentimientos.
Su mirada era borrosa, sus hinchados ojos le impedían tener
una visión clara. Chocó con varias personas durante su travesía, y la quinta y última
de estas, resultó ser un Rey convertido en Peón.
-L-lo siento -dijo sin muchos ánimos el de chaqueta blanca,
deteniéndose en cuanto se estrelló con el estudiante.
-… -Este no respondió, pues estaba seguro de que aquél con el
que se había topado, solamente empleaba esos modales para comenzar una
conversación innecesaria y para la cual, no tenía tiempo ni ganas.
De todas formas, no se pasó de largo y le echó una mirada rápida,
queriendo reconocer al personaje del que se había disfrazado, pero sin
resultado alguno. Y lo que le pasó por la cabeza, no pudo significar su perdición
como en esos momentos. Kida no era vengativo, no tanto. Pero esa vez, decidió
que un poco de diversión no le haría daño.
-No sabía que fueras otaku -replicó con sarna. Manos metidas
en los bolsillos, le miraba por el rabillo del ojo con una sonrisa sarcástica en
los labios.
- ¿Eh? -lo sacó de su ensimismamiento, se había olvidado ya
de la persona con la que colisionó y ya seguía de nueva cuenta su camino. De
igual manera, volteó el rostro para verle, desconcertado por la pregunta-. ¿A
qué se refiere?
El más joven parpadeó, confuso por las palabras del mayor y
de su inocencia en cuanto a la burla. Seguro, ese era otro de sus juegos.
-Ya veo, ¿te gusta ser igual al chico del anime?. ¡Te sale
bastante bien! Deberías ser un cosplayer profesional -volvió a reírse, esta vez
de manera potente para que el otro captara hacia dónde iba con todos esos
gestos.
Pero Psyche no entendía. No lo había visto nunca, ese chico
era un completo desconocido y se atrevía a burlarse de su manera de vestir. Es
decir, ¡sólo había chocado con él! ¿Por qué irse a los extremos?
-… ¿Lo conozco? -saltó
sus comentarios y formuló tan interrogante. No podía irle peor en ese día…
- ¿Qué? ¿Ya te olvidaste de mí? -quiso jugar Kida, con
dramatización y demás elementos para fastidiar-, ¿o es sólo el rol que tienes
que llevar?
El de los audífonos desvió la mirada con molestia y se dio la
vuelta. Caminando de nueva cuenta con el rostro bajo y las ganas de
desahogarse, no podía arrodillarse en plena calle a lloriquear.
- ¡Salúdame a los de la convención! -finalizó Kida, gritándolo
enérgicamente y con una enorme satisfacción en su pecho.
Ese día había sido el ganador. Porque, a pesar de ese carácter
raro que se traía el informante, sabía que se merecía una medalla por su
audacia.
En su mente y perspectiva, el Rey había renacido por encima
del que ahora era, su nueva y más desgastada pieza; Orihara Izaya.
Pero el destino es tan cruel con los personajes de esta
historia…
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crack