Lazos rotos - Darien/Setsuna, Seiya/Serena

Mar 31, 2011 22:52

Título: Lazos rotos.
Fandom: Sailor Moon.
Claim: Darien, con Darien/Serena, Darien/Setsuna y Seiya/Serena.
Extensión: 1.267 palabras.
Notas: Escrito para la tabla Ilusoria de 30vicios, para el quinesob y para el reto_diario.

Darien siempre había sido una persona perceptiva, le era fácil notar las cosas que la mayor parte de la gente pasaba por alto y eso muchas veces le había ayudado para diferentes cosas. Pero jamás pensó que se le vendría en su contra. Hubiera sido más fácil engañarse; pero le era difícil mentirse a sí mismo.

Sabía muy bien que su relación con Serena, con el tiempo, se había enfriado. Las cosas que en un principio le habían parecido enternecedoras y divertidas, habían llegado al punto en que eran vergonzosas frente a otras personas. Apreciaba a Serena; pero era consiente de que ya no tenían la misma relación que antes.

Quiso convencerse de que no habían perdido el amor que se tenían. Después de todo un amor que resistió a miles de años y a varios villanos psicópatas sin nada mejor que hacer que dominar el mundo, se podría decir que era bastante fuerte. Era ridículo que cosas así estuviesen haciendo raspones en su relación.

Sabía lo que sentía por Serena cuando le acariciaba los cabellos rubios, las sensaciones que tenía cuando ella sonreía y el aprecio que ella le daba con cada una de sus palabras. ¿Por qué se estaba haciendo aquellos cuestionamientos?

No debería ser así, su percepción debía estar fallando de manera bastante grande, porque eso no podía estar terminando. Eso no debía estar terminando. Ellos tenían un futuro preparado y cuando lo había conocido, no había hecho otra cosa que sentirse enormemente feliz. Y sus inseguridades de que algún día su relación terminase finalmente por ser un amor de adolescentes, se habían acabado. Ellos estarían juntos y tendrían una hija; pero por sobre todas las cosas, se amaban. Eso era lo más importante. El lazo que lo unía parecía poder resistir el tiempo, el espacio y las personas.

Sin embargo, ahora que lo pensaba, había sido bastante ingenuo. Cuando se habían conocido, no había forma de que pudiesen tener una conversación civilizada; pero en cuanto supieron quiénes eran intentaron dejar todas las discusiones de lado, al igual que las diferencias. Sin embargo, no habían entendido que estas eran bastantes.

Había cierta diversión por sus locuras al principio; pero con el paso del tiempo cansinas. Le quería y le apreciaba; pero hasta ahora no se daba cuenta de que lo que sentía por Serena irremediablemente había mutado. Era cariño y la familiaridad de quien te conoce, porque Serena había sido quien más le había conocido, sin embargo eso no era suficiente.

No quería admitir eso; pero cada día se le hacía más evidente. Definitivamente no podía ser eso, tenía que ser solo un pensamiento pasajero, tal vez miedo por aquel futuro que les esperaba, que inconscientemente hubiese pensado que había alguna forma de no llegar a él. Pero eso era ridículo, ¿por qué él tendría miedo del futuro de Tokio de Cristal, si en él sólo le esperaba la felicidad?

Había muchas preguntas que últimamente le estaban asaltando la mente durante aquellas semanas, luego de que hubiesen vencido de una buena vez a Negerenia. Todo había vuelto a la normalidad; pero había algo dentro de sí que le decía que no todo estaba bien. Que faltaba algo. Y a pesar de que cada vez que buscaba una respuesta a ese tipo de interrogantes, la encontraba en los ojos de Serena, estos no le dieron la respuesta.

De modo que intentó buscarla en otros lugares. Le preguntó a Setsuna la única vez que había podido encontrarle. Lo cierto era que no la había visto desde hacía bastante tiempo, aunque no era como si la guardiana de las puertas del tiempo pasase demasiado tiempo entre ellos, incluso las Sailor Outers no le veían demasiado durante ese tiempo. Había estado algo reticente a responderle; pero finalmente había logrado hacerle responder que todo iba bien en el futuro de Tokio de Cristal, que desde que habían vencido a Negerenia no había nada de qué preocuparse. Pero esa respuesta le había sabido a poco. Le había presionado para que le contase más; pero ella había apelado a que era peligroso para el hilo de la línea del tiempo que contase demasiado acerca de eso. De modo que no le quedó más que desistir.

Sin embargo, Setsuna logró notar cierta desazón en él y, no sabía si por lástima u otra cosa, le invitó a tomar un café. Café que se convirtieron en montones más. A pesar de su resistencia inicial, se logró abrir a Setsuna, había pensado que no lograría entenderle, considerando que el que tomase las mejores decisiones estaba a su cuidado para proteger Tokio de Cristal. Sin embargo, le había oído en cada una de sus dudas y temores, como una presencia muda y de apoyo, bastante diferente a la que compartía con Serena.

Se había acostumbrado a los ratos que pasaban juntos, bebiendo algo en aquella cafetería en la esquina de su departamento, simplemente dejándose ser lo que era. Setsuna era una persona con muchos más conocimientos que Serena, de modo que podía hablar de muchos más temas que con ella, y tenía gustos más similares a los suyos.

Lo que en un principio había sido para poder saber que su lazo con Serena estaba fuerte, tan solo le demostró que estaba más débil que nunca. Y se dio cuenta de eso cuando Setsuna una vez no había podido asistir a uno de sus encuentros en esa cafetería y él se había sentido irremediablemente solo aquel día. Solo y desconcertado. Se estaba enamorando de Setsuna. Algo que no debería haber hecho jamás.

Pero el sentimiento estaba ahí, más fuerte de lo que alguna vez hubiese sentido por Serena. Probablemente lo que hubiese sentido Endimion por Serenity durante el Milenio de Plata. Porque en esos momentos no podía sentirse a sí mismo como aquel príncipe, solamente como Darien Chiba, un estudiante de medicina que a veces va a salvar a aquella chiquilla atolondrada a la que quiere. A la que quiere. A la que aprecia. Pero no ama.

Estaba mal. Muy mal.

No debería estar confesando esos sentimientos. Debía ser ese temor nuevamente, debía encontrarle una salida a aquello.

Y la encontró algunos días después, cuando estaba saliendo de una clase de Farmacología I y un amigo suyo le comentó acerca de aquella beca en los Estados Unidos. Parecía una buena idea para aclarar sus ideas, la tomó sin pensárselo demasiado (luego de romperse el lomo para poder conseguirla, siendo seleccionado entre todos los que la querían), era lo que necesitaba para su propia vida, tanto con lo de Serena como para avanzar en su carrera.

Claro que hubiese sido un tiempo bien invertido si al menos hubiese podido pisar Estados Unidos. Había hecho aquel examen para nada por todo lo que pasó con Sailor Galaxia. De modo que cuando terminó la guerra, no le quedó de otra que volver a Japón, aun con las ideas desordenadas. Serena no se merecía aquello. Debía estar con alguien que estuviese completamente seguro de sus sentimientos, no como él.

Cuando le vio en el momento en que despedían a las Sailor Star Lights y a su princesa, se preguntó durante un momento qué habían hecho mal exactamente, porque se querían. Pero era un cariño del que se sentía hacia un hermano pequeño. Quiso creer que sus lazos no estaban rotos, que todavía quedaba esperanza de poder recomponerlos. Que no todo estaba perdido.

Pero cualquier esperanza se esfumó cuando notó la forma en que miraba a ese Seiya. Era la misma mirada que él ponía cuando veía a Setsuna.

Ambos habían forjado un lazo más fuerte del que tenían entre sí.


pairing: darien/serena, personaje: seiya kou, ~ comunidad: quinesob, personaje: darien chiba, ~ comunidad: reto_diario, ~ comunidad: 30vicios, raiting: k, personaje: serena tsukino, personaje: setsuna meiou, pairing: darien/setsuna, pairing: seiya/serena, ♪ extensión: 1001-3000 palabras, género: het, fandom: sailor moon

Previous post Next post
Up