Mar 12, 2009 20:02
"El viejo pedagogo se encamino instintivamente hacia una capilla situada junto al rio, pequeño edificio aislado pero dependiente del templo, que Antinoo y el habian visitado juntos. En una mesa para las ofrendas, las cenizas de un sacrificio estaban todavia tibias. Chabrias hundio en ellas los dedos y extrajo unos rizos cortados.
No nos quedaba mas que explorar el ribazo. Una serie de cisternas que habian debido de servir antaño para las ceremonias sagradas, comunicaban con un ensanchamiento del rio. Al borde de la ultima, a la luz del crepusculo que caia rapidamente, Chabrias percibio unas vestiduras plegadas, unas sandalias. Baje los resbaladizos peldaños: estaba tendido en el fondo, envuelto ya por el lodo del rio. Con ayuda de Chabrias, consegui levantar su cuerpo, que de pronto pesaba como de piedra. Xhabrias llamo a los remeros, que improvisaron unas angarillas de tela. reclamado con todo apuro, Hermogenes no pudo sino comprobar la muerte. Aquel cuerpo tan docil se negaba a dejarse calentar, a revivir. Lo transportamos a bordo. Todo se veia abajo; todo parecio apagarse. Derrumbarse el Zeus Olimpico, el Amo del Todo, el Salvador del Mundo, y solo quedo un hombre de cabellos grises sollozando en el puente de una barca."
Yourcenar, Marguerite. Memorias de Adriano
PD: lamento lo de las tildes, aparentemente se me ha estropeado la tecla...