De gustos musicales
-No es tan complicado Jake, sólo es cuestión de buscarle el significado, de dejarte guiar, de sentir la pasión volcada en cada melodía.-Dijo, volcándose sobre el pasto del parque, con la espalda apoyada contra un frondoso roble.
-¿Así que, además de ser una tía que conoce de autos, te vuelcas a la música?-Preguntó curioso, mirándola expectante, al mismo tiempo que se volcaba a su lado, llenando de tierra sus pantalones, cosa que no le importó, ni nunca, definitivamente, le importaría.
-Ya tienes que exagerarlo.-Declaró, poniendo los ojos en blanco y haciendo una mueca burlona antes de proseguir- Simplemente me apasiona ¿Esta bien?-No era una pregunta, más bien una afirmación, un “Si no te gusta tío, que te den, porque a mi me vale gorro”
-¿Y qué clase de música escuchas? ¿Miley Cyrus o Avril Lavigne?-Preguntó divertido, con la intensión de picarla, acortando un poco la distancia y sentándose más a su lado.
Ella le miró, fingiendo indignación, antes de pronunciar- Bueno, me gusta Nirvana, The Fray y… algunas canciones de las bandas sonoras de Disney ¿Eso cuenta?- Preguntó, poniendo una cara terriblemente inocente y mordiéndose un poco el labio.
Él rió en su cara, su aliento chocó contra su rostro, cuándo se calmó, se quedó contemplándola, ella le miraba desafiante, cómo dispuesta a defender sus gustos musicales pasare lo que pasare. Jacob enarcó una ceja, ése gesto le resultaba jodidamente familiar, y no, no lo decía solamente por Bella. Se mantuvo un largo rato en silencio, contemplándola, antes de formular la pregunta decisiva. -¿Cuál?-Esperó, durante unos instantes-¿Cuál bendita canción?-Especificó, perdiendo la paciencia, aunque, la verdad, no es cómo si tuviese mucha.
-Oh, haberlo dicho antes hombre- Exclamó, antes de ejercer más presión en el labio inferior- No te vas a reír cuándo lo diga, si no, ya te podes despedir de tu “amiguito”-Devuelta no era una pregunta, se trataba de una afirmación, un veredicto.
-¿Y bien?-Exigió saber, aproximando más su rostro hacia ella, para, según él, “poderle escuchar mejor”.
-Kiss the girl- Pronunció ella, su voz sonó para él cómo un susurro hipnotizante, un fervoroso pedido que, por supuesto, no estaba interesado en rechazar. Lentamente se acercó hacia Lizzie, posando una de sus grandes palmas sobre el enmarañado cabello y atrayéndola más hacia su rostro. Al principio fue un suave y ligero roce de labios, pero luego sus bocas comenzaron a explorarse, con ansia, con anhelo, con necesidad.
Jacob no sintió que el mundo le daba vueltas, ni sintió un sabor amargo pero grato en su boca, sólo se dejó guiar, desconectándose de su mundo y entrando en el de ella.
Se permitió ser un muchacho normal, sentirse cómo tal, al menos, por unos momentos.
Su mano desocupada se posicionó con ansia en la cintura de la muchacha, estrechándola aún más contra su cuerpo. Ella le mordió el labio inferior de una forma juguetona, indicándole que ya era hora de abandonar ésos dominios, al menos, por el momento.
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