A callar
éste es el regalo de Navidad para maiteazul , ojala te guste y lo disfrutes, intenté no matar a Sirius y James, hice lo que mi pequeña mente pudo xD
Pairing: James/Sirius
Siente su barba raspándole la mejilla, pero no le importa, no, no interesa cuando él le tiene aprisionado a la pared, sus labios explorándose sin disimulo ni delicadeza. Todo brusco, con sabor a Whisky y a tabaco de por medio. “Honky tonk woman” escabulléndose desde la radio que le ha regalado Remus y estallando contra las paredes de su cuarto en el Valle de Godric, la lengua de Sirius haciéndole cosquillas en la garganta. Sus manos, ásperas y amplias, apoyadas en el cabello del que es su mejor amigo, su hermano.
Se acercan más, sus caderas chocan, se rozan de un segundo a otro, Sirius lanza un juramento al aire, una especie de gruñido brusco que a James le eriza los pelos de la nuca y le hace sonreír de forma cómplice, con ese brillo en los ojos que los demás merodeadores aprecian cuando se acercan las noches de luna, o, los majestuosos partidos de Quidditch.
Sirius se ríe, produciendo otro sonido ronco y grave, James le golpea con su mano el brazo y devuelve el gesto, mirándole como si el primero le hubiese dicho que le sacasen los calzones a Quejicus frente a Minerva McGonogall.
El heredero de los Potter apresura otro trago de Whisky mientras Sirius da otra pitada a su cigarro. El segundo, tras mirarse mutuamente durante una pequeña fracción de tiempo, se recuesta sobre una de las camas de la habitación y señala -Esto es vida, en serio tío, muchas gracias por dejarme quedar aquí-
James niega y le pasa la botella de alcohol- Venga idiota, que lo mío es tuyo y lo sabes.- Le recuerda, mirándole tras esas gruesas gafas de lente de botella, con una expresión tan seria que Sirius sólo le ha visto cuando habla de los mortífagos.
El perro gruñón -según Colagusano- abrumado por tal actitud, le sonríe con descaro antes de decir- Entonces, sino te importa Cornamenta, creo que intentaré follar con Lily este año.-
James le sonríe de igual manera y replica- No, cabrón, que Lily es propiedad de la familia Potter.-
Sirius se le queda mirando como si su acompañante hubiese dicho que las margaritas son peces, su cejas están fruncidas y, claramente, piensa que a su amigo se le ha ido la mano con la bebida, como si no fuese la primera vez que aquello pasase.-¿Por qué lo dices’-Cuestiona, una sonrisa fanfarrona made in Black en su rostro.
James pone los ojos en blanco y contesta, -Porque mi madre te mata si le estropeas la posibilidad de tener nietos.-
Su amigo se carcajea y le tira con la almohada, así siguen, hasta que la señora Potter sube las escaleras y, al otro lado de la puerta cerrada, les manda a callar.
Pairing: James/Sirius
Siente su barba raspándole la mejilla, pero no le importa, no, no interesa cuando él le tiene aprisionado a la pared, sus labios explorándose sin disimulo ni delicadeza. Todo brusco, con sabor a Whisky y a tabaco de por medio. “Honky tonk woman” escabulléndose desde la radio que le ha regalado Remus y estallando contra las paredes de su cuarto en el Valle de Godric, la lengua de Sirius haciéndole cosquillas en la garganta. Sus manos, ásperas y amplias, apoyadas en el cabello del que es su mejor amigo, su hermano.
Se acercan más, sus caderas chocan, se rozan de un segundo a otro, Sirius lanza un juramento al aire, una especie de gruñido brusco que a James le eriza los pelos de la nuca y le hace sonreír de forma cómplice, con ese brillo en los ojos que los demás merodeadores aprecian cuando se acercan las noches de luna, o, los majestuosos partidos de Quidditch.
Sirius se ríe, produciendo otro sonido ronco y grave, James le golpea con su mano el brazo y devuelve el gesto, mirándole como si el primero le hubiese dicho que le sacasen los calzones a Quejicus frente a Minerva McGonogall.
El heredero de los Potter apresura otro trago de Whisky mientras Sirius da otra pitada a su cigarro. El segundo, tras mirarse mutuamente durante una pequeña fracción de tiempo, se recuesta sobre una de las camas de la habitación y señala -Esto es vida, en serio tío, muchas gracias por dejarme quedar aquí-
James niega y le pasa la botella de alcohol- Venga idiota, que lo mío es tuyo y lo sabes.- Le recuerda, mirándole tras esas gruesas gafas de lente de botella, con una expresión tan seria que Sirius sólo le ha visto cuando habla de los mortífagos.
El perro gruñón -según Colagusano- abrumado por tal actitud, le sonríe con descaro antes de decir- Entonces, sino te importa Cornamenta, creo que intentaré follar con Lily este año.-
James le sonríe de igual manera y replica- No, cabrón, que Lily es propiedad de la familia Potter.-
Sirius se le queda mirando como si su acompañante hubiese dicho que las margaritas son peces, su cejas están fruncidas y, claramente, piensa que a su amigo se le ha ido la mano con la bebida, como si no fuese la primera vez que aquello pasase.-¿Por qué lo dices’-Cuestiona, una sonrisa fanfarrona made in Black en su rostro.
James pone los ojos en blanco y contesta, -Porque mi madre te mata si le estropeas la posibilidad de tener nietos.-
Su amigo se carcajea y le tira con la almohada, así siguen, hasta que la señora Potter sube las escaleras y, al otro lado de la puerta cerrada, les manda a callar.