Cenicienta.

Feb 06, 2009 21:18

 

Estiró un poco los brazos, desperezándose, arqueando su espalda y conteniendo un suave bostezo para ella sola. Miró con impaciencia al profesor Binns, era tan aburrido como su primo, James, se lo había descrito. Parpadeó lentamente, sintiendo sus ojos un poco aguados, a causa del sueño.

Dejó que su vista pasease por todo el salón, vio con curiosidad a Albus, que hablaba entre susurros con ese chico de cabello rubio platino y facciones elegantes, del que su padre  le advirtió que no hiciese buenas migas. Se detuvo en el amigo de su primo y comenzó a observarle, como si así pudiese adivinar lo que tenía de malo, le parecía un chico normal, algo más sobrio que los demás, pero normal al fin y al cabo.

Introdujo su mano en el bolsillo derecho de la túnica, esbozando una leve sonrisa al rozar débilmente la carta de su madre, en la cual decía que le echaban de menos. Aún no podía creérselo, eso de que ya fuese su quinta semana en Hogwarts. Parecía un sueño, una especie de utopía, estaba en la novena nube, podría decirse.

Observó a Scorpius riendo por lo bajo, y a Albus golpeándole con disimulo en el brazo. Arqueó una ceja, adoptando una postura inquisitiva. Aburrida, cogió la pluma y comenzó a responder a la carta de su madre, diciéndole que todo iba bien, que con Albus, a pesar de ir en diferentes casas, se veían con regularidad, y que esperaba ansiosamente las vacaciones de Navidad, para poder comentarle todo cara a cara.

Cuando el timbre sonó, guardó todo rápidamente y se colgó la mochila al hombro, despidiéndose con apremio de Julie, su compañera de casa, quién le contestó vagamente mientras ordenaba todo. Pasó como un tornado por la puerta, ansiosa de llegar a los terrenos y ponerse a leer bajo un árbol, o visitar a Hagrid, lo que viniese primero.

A mitad de pasillo, oyó que una voz le llamaba, una voz muy familiar, la voz de su primo. Observó a  Albus pedirle a Scorpius que le esperase, el rubio asintió sin hacerle mucho caso, mirando en dirección al retrato de un hombre lobo atacando a su presa.

Al le alcanzó al instante, pues llegó corriendo como alma que lleva el diablo, cuando estuvo a su lado, esbozó una sonrisa burlona -Algún  día tendrías que dejar de ser tan despistada, Rose, te has olvidado esto.- Sin dejar de sostener ese gesto, le tendió el libro para que lo tomase.

Rose le sonrió y cogió su libro, Peter Pan reposaba entre sus brazos.-Muchas gracias Albus.- Intentó no reír al verle el hilo de baba que colgaba de su mentón, seguro que en algún momento de la clase se había dormido y, por eso, se había reído también Malfoy.

El joven Potter negó con la cabeza, moviéndola de un lado a otro y despeinándose aún más el cabello azabache.-Tendrías que agradecerle a Scorpius, él vio que se te caía del bolso.- Aclaró, señalando hacia atrás con su dedo pulgar.

Rose miró por sobre su hombro y observó al Slytherin, que miraba hacia el cielo en clara señal de impaciencia.- Parece que quisiera irse- Replicó, levemente molesta.

Su primo le miró extrañado, luego, su expresión cambió a una de culpa -¡Ah! Le había prometido que iríamos a montar en escoba, siempre me dice que las clases de Binns le asfixian…- Sin dejar lugar a otros comentarios, Albus se fue, arrastrando a su amigo con él. La imagen resultaba cómica, el más joven de los niños Potter podía resultar muy infantil a veces.

Rose se quedó parada allí, en pleno pasillo, sintiéndose una Cenicienta cualquiera en un castillo lleno de magia.

Se rió de si misma, diciéndose que era una boba, puesto que los libros no son lo mismo que zapatillas y, Scorpius, nunca sería su príncipe azul, ni ella quería que lo fuese. Antes, que la echen a la hoguera, como a esa tal Wendolin la misteriosa.

personaje: rose weasley, pairing: scorpius/rose, personaje: scorpius malfoy, tabla: inspirada 1, fandom: harry potter, comunidad: misión insana

Previous post Next post
Up