lunes, diecisiete de octubre de dosmil cinco

Oct 17, 2005 20:33

Pasamos unas calmadas semanas en vuestras tierras, nos hemos dedicado a observaros, mientras hacíamos abuso de vuestra bebida, comida y fulanas.
Hemos podido descubrir dos tipos de comportamiento entre la extraña tribu común de estas tierras:
Mientras unos se dedicaban a alabarnos, otros nos lanzaban piedras desde su escondite. (Aunque con dos o tres cañonazos se espantaron)
También hemos encontrado nuevos pasajeros, así como renovada tripulación ansiosa de compartir nuestras aventuras venideras.
Hemos estado dando uso durante estas semanas de relajación y maquinaciones, en nuestros ratos de ocio, de una fulana, que por cierto, pasó por mi camarote y tras incesables servicios de "limpieza" fue compartida con el resto de la fiel tripulación, incluido el señor Smith.
Cabe destacar que ni él ni el resto de los tripulantes y remeros fueron capaces de saciarla.
Decía ser seguidora de unos extraños orientales de ojos rasgados, que pese a ser hombres vestian de mujer, practicaba extraños rituales (los cuales todavía desconocemos a que dios veneran) entre los que se incluian el extraño hábito de morder el cuello mientras hacía gozar de su compañía a sus clientes.
Se marchó sin despedirse una noche de luna llena, niebla espesa, arreciante viento y nubarrones poco clementes que descargaban terribles rayos y centellas.
No hemos vuelto a saber de ella, pero conservamos su retrato, lo hemos puesto en un bonito marco en el escritorio de mi camarote.
Adjunto el retrato a estas lineas como homenage a tan placenteras noches con ella, cuya imagen jamás tuvo reflejo en el mar...

lestatelvampiro Nuestra tripulación y yo no podremos borrar de nuestro recuerdo el esmero de tu tarea...


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