Madrid, 2006.
Saludos a todos, terrícolas.
La inactividad que he mostrado esta última semana se debe a que, junto con mi amor airamhesse, he estado de merecidas vacaciones en Madrid.
Florencia, marzo de 2004.
Madrid, abril de 2006.
Allí entre otras muchas cosas nos hemos reencontrado con nuestros amigos del Erasmus, como se puede ver en la foto superior. Aparte de eso ha habido tiempo para museos, parques, retiros, ver las obras en las que está sumida la ciudad (para los que no hayáis visto Madrid os díré que la M-30 parece el escenario de la "Guerra de los Mundos"), bocatas de calamares, teatro, alguna juerga y muchas muchas risas.
Curiosamente hace justamente cuatro años ahora hice un viaje a Madrid bastante parecido a este, sólo que con otros amigos. Entonces, afincados como estábamos en el barrio de Chueca, Madrid me resultó una ciudad sofisticada y moderna; con miles de posibilidades. No es que la ciudad haya cambiado, pero estando acompañado ahora por madrileños, se descubre otro Madrid; el Madrid de los barrios y las cervecitas. Por otro lado es alucinante ver cómo en tan poco tiempo el número de inmigrantes ha crecido tantísimo. Cualquier camarero de McDonald´s, Burger King o Dunkin Donuts es ahora una persona de tez morena y acento sudamericano. El asunto de la inmigración crece a pasos agigantados.
En cualquier caso me ha gustado ver como está Madrid. Con sus barrios, sus inmigrantes y su vida, se aleja mucho de la ciudad-escaparate en la que se han convertido otras muchas ciudades. Y ha sido un placer reencontrase con Eva, Fer, León, Maite, Quico y alguno más que seguro que se me escapa. Gracias chicos; a veces el hogar no es un sitio sino una suma de personas.
Libro: "El libro del amante de la cerveza", Christian Berger y Philippe Duböe-Laurence.
Frase resonando: "El miedo sólo pude ser vencido con el terror". (Heiner Müller).
Miniatura: obviamente, ninguna.
La inactividad que he mostrado esta última semana se debe a que, junto con mi amor airamhesse, he estado de merecidas vacaciones en Madrid.
Florencia, marzo de 2004.
Madrid, abril de 2006.
Allí entre otras muchas cosas nos hemos reencontrado con nuestros amigos del Erasmus, como se puede ver en la foto superior. Aparte de eso ha habido tiempo para museos, parques, retiros, ver las obras en las que está sumida la ciudad (para los que no hayáis visto Madrid os díré que la M-30 parece el escenario de la "Guerra de los Mundos"), bocatas de calamares, teatro, alguna juerga y muchas muchas risas.
Curiosamente hace justamente cuatro años ahora hice un viaje a Madrid bastante parecido a este, sólo que con otros amigos. Entonces, afincados como estábamos en el barrio de Chueca, Madrid me resultó una ciudad sofisticada y moderna; con miles de posibilidades. No es que la ciudad haya cambiado, pero estando acompañado ahora por madrileños, se descubre otro Madrid; el Madrid de los barrios y las cervecitas. Por otro lado es alucinante ver cómo en tan poco tiempo el número de inmigrantes ha crecido tantísimo. Cualquier camarero de McDonald´s, Burger King o Dunkin Donuts es ahora una persona de tez morena y acento sudamericano. El asunto de la inmigración crece a pasos agigantados.
En cualquier caso me ha gustado ver como está Madrid. Con sus barrios, sus inmigrantes y su vida, se aleja mucho de la ciudad-escaparate en la que se han convertido otras muchas ciudades. Y ha sido un placer reencontrase con Eva, Fer, León, Maite, Quico y alguno más que seguro que se me escapa. Gracias chicos; a veces el hogar no es un sitio sino una suma de personas.
Libro: "El libro del amante de la cerveza", Christian Berger y Philippe Duböe-Laurence.
Frase resonando: "El miedo sólo pude ser vencido con el terror". (Heiner Müller).
Miniatura: obviamente, ninguna.