love is in the air (AnD)

Jul 30, 2009 18:39

Título: Love is in the Air
Serie: Atashitachi no Danshi (JDrama)
Personajes: Chisato, Takeru, Satoru, Masaru (+ resto de los hermanos)
Género: General/Romance
Advertencias: G, 2.009, shounen ai ligerísimo.

Love is in the Air
Chisato deduce que la tranquilidad es la paz que estaba viviendo todo habitante del castillo, el silencio armonioso, eso que le hace creer que está muerta y ha ido a parar al cielo, ese cosquilleo, esa felicidad que acaba siendo destrozada, al igual que todo lo otro, cuando ciertos individuos, o animales, acaban entrando por la puerta del comedor sudando y peleándose para ver quien empieza a comer primero.

Ella ríe la gracia al pequeño, ¿qué le iba a hacer al pobre niño cuando tenía a todos los demás como ejemplos a seguir?, ríe la gracia al segundo cuando este grita un insulto al tercero y acaba dándole una patada, ríe la gracia al tercero que se pone a hacer pucheros por el dolor y no sabe qué hacer para parar ese abuso del menor e intenta forzar la risa con el cuarto y el quinto que siendo de los más grandes parecen ser los más pequeños y realmente fuerza la sonrisa, pero no puede porque después de ver uno de esos dramas sentimentales con tanto amor familiar cree que si no hace nada eso nunca será una familia y decide darles bronca y se la da a los dos y el cuarto acaba sentándose en la silla sin decir nada, pero el quinto le contesta con su típico canija y el mayor de todos, el que se supone que debería de ser el hombre de la casa, se ríe a carcajada limpia y ella lo mira mal, para que entienda que no se tiene que reír, pero quien conoce a Fuu sabe que todo es inútil con él y ella lo conoce.

Cuando uno de ellos, Takeru para ser concretos, empieza a poner faltas a la comida diciendo que la chica cada día estaba menos tiempo en la cocina y que ahora los platos ni estaban trabajados ni tenían buen gusto, ella explota, pero sin perder la calma acaba amenazándoles para que empiecen a comportarse como personas decentes o se quedaran sin comida.
Ella cree que funciona porque todo queda en silencio, y como si fuera en los primeros días de la casa aparece Kyoko lista de hacer de juez ante el nuevo reto de la casa.

El nuevo reto, tal como va leyendo la mujer recién llegada, es aprender a bailar para cuando tengan que atender a un baila como los que solía participar su padre y ellos se ríen, creyendo que es de broma, pero acaban aceptándolo porque están aburridos y con todo lo que han llegado a hacer tampoco les cuesta hacer otra tontería pero Chisato los conoce y sabe que no quieren quedarse sin comida o no quieren cocinar ellos.

Las prácticas son complicadas, Akira y Chisato tienen que dejar de practicar porque Akira es muy pequeño aún para poder bailar como es debido, pero al ser el menor (y el más listo) le dicen que no hace falta que entre en el reto. Satoru parece que ha entendido mal todo lo que tenía que hacer porque aunque Masaru está haciendo todo de su parte para bailar y le coge de una mano y otra de la cintura para que el joven le siga el paso, Satoru está demasiado ocupado poniéndose colorado, insultándolo, pisándole los pies con fuerza deseando que se lesione y mirando de reojo a la joven para asegurarse de que no está entendiendo mal esa escena, pero es tarde porque Chisato no puede evitar pensar en la bonita pareja que hacen. Sho y Takeru, para ser sinceros, no bailan, se mueven de un lado al otro, pero sin cogerse de las manos ni acercando cuerpos y van metiendo las instrucciones por donde seguir con los pasos con insultos incluídos y eso, para no hablar de Fuu y Kyoko, que el muy listo pensó que sería agradable bailar con ella porque con dos palabras la tenía en sus manos y dejaban de hacer tonterías como la del baile.

Inoue aparece tocando una gran campana para avisar de que la competición había empezado. El primero es Satoru, que estando todo colorado y con unas manos nerviosas y una voz que no es capaz de salir, atrae a Chisato hacia el dentro del comedor cuando empieza a sonar la música. El joven, intenta hacer lo que Masaru había intentado hacer con él antes, pero no le sale porque no le había prestado mucha atención así que la joven sonríe y dulcemente le dice que lo deje, que con verlo bailar con Masaru ya tiene más que suficiente. Ella no lo sabe, pero le rompe el corazón y cuando parece que Satoru va a caer al suelo con depresión, Masaru lo aparta de un culazo y coge las manos de la chica para empezar a bailar y hacen un paso, y otro y otro pero ella le dice que basta, que ha tenido suficiente y, acercándose a la oreja del chico le susurra que debería de hablar con Satoru.
Chisato no tiene tiempo a creerse lo buena madre que es cuando se encuentra cara a cara con Sho, lo que hace que se ponga nerviosa y colorada y cree entender a Satoru cuando se encontraba en una situación parecida pero como un caballero sin caballo blanco aparece Takeru apartando de un empujón a Sho diciendo que esos dos bailando parecían dos idiotas y acaba guiñándole el ojo a la chica.
Fuu no baila, porque ha desaparecido y Kyoko decide que, como no se ha hecho nada, el reto acaba siendo eliminado.

Más tarde, Chisato vuelve a recobrar ese sentimiento de tranquilidad cuando se vuelve a quedar sola en el comedor y vuelve a sentirse aburrida hasta que Takeru vuelve a aparecer riéndose después de haber gastado una broma a Sho.

“Quizá sonará mejor si fuera Sho o Masaru, pero... ¿quieres bailar conmigo?” Las cejas alzadas la hicieron reír y le cogió de la mano para que la llevara hacia donde él quisiera.

Chisato aún está aprendiendo el significado real de la tranquilidad, pero en esos momentos, bailando con Takeru le hace sentirse bien, sin preocupaciones, porque si Takeru es algo en esa gran familia, es la tranquilidad que los demás no tienen. Y eso, a ella, le gusta.

Story II:
Satoru lo maldice todo, se maldice a sí mismo, maldice a la vida, a su estupidez, a su hermano menor, a su hermano mayor, a su otro hermano mayor y a todos sus otros hermanos, a sus auténticos padres, a su padre adoptivo y a la cara de Masaru que tiene delante suyo hasta que se da cuenta de que esa cara no es obra de su mente, sino real, así que lo empuja hacia atrás porque a él nunca le ha gustado que se le acerquen demasiado a no ser que fuera Chisato, pero estaba seguro de que eso no iba a pasar.

“¿Estás bien?”

“Estaría mejor si no estuvieras aquí. Es más, ¿quién te ha dado permiso para entrar en mi habitación?”

Satoru sabe que su hermano es idiota y no suele comprender muchas situaciones, así que no le pilla por sorpresa el hecho de verlo poniendo una cara de lastima hacia el menor. No se sorprende de eso, porque por parte parecía que Masaru iba cogiendo un camino al estilo Maria Teresa de Cancuta, lo que le sorprende es que se sienta a su lado en la cama y que le coja de la mano con cariño. El mayor le comenta con una sonrisa amable que Chisato le ha dicho que debería de hablar con él y entonces él entendió que quizá tenían un problema.

“¿Qué problema quieres que tenga contigo?”

“¿Chisato?” Masaru ve al joven ponerse colorado a la vez que enfadado y sintiendo lástima por la timidez del joven, sus ojos empiezan a brillar y la sonrisa en su boca parece más perfecta de lo normal haciendo que Satoru le entre miedo. “¡Nos ayudaremos!” Y le suelta de la mano para sujetarlo de los hombros y lo mira a los ojos con ese brillo que parecía no querer desvanecer para después abrazarlo con fuerza.

Satoru cree que lo mejor en esa situación es insultarlo, dejarlo por los suelos, pegarle porque él es así, porque utiliza cualquier forma de violencia para esas cosas que a él no le gustan, pero su corazón no deja de latir, rápido, muy fuerte y cree que le puede salir de su sitio y aunque intenta luchar para tranquilizarlo se da cuenta de que no puede luchar contra eso y lo único que puede hacer es esconder la cabeza totalmente sonrojada al hombro del mayor.

Pero aún cuando está viviendo una de las situaciones más embarazosas que haya podido vivir, se aparta de Masaru para reírse de él cuando siente que su corazón va tan rápido como el suyo y como ya no se siente solo, se siente con fuerzas otra vez. Y se ríe y sigue riendo a carcajada limpia hasta que Masaru lo mira sonrojado y entonces se calla porque hay miradas que dicen más de lo que las palabras son capaces de decir y se sienta a su lado de nuevo y ahora es él el que le coge la mano. Porque al estar encerrado con su hermano en su propia habitación y habiendo empezado a experimentar algo nuevo que puede llegar a más hace que se le quiten las ganas de reír para pasar a la nerviosidad.

Y se preocupa y se come la cabeza y tiene miedo, pero sabe que si pasa algo no están solos, porque Chisato estará allí para apoyarlos.

Story III:
A Akira le gusta dibujar arboles genealógico, aún cuando solo tenía a su madre, así que ahora está la mar de contento de poder hacer un árbol tan grande con la familia que tenía ahora. Lo que pasa, es que tenía un pequeño problema y es que el ignorante en asuntos románticos no sabía cómo emparejar a su madre adoptiva (o hermana, adoptiva, pero la prefería como madre), tenía tantos hermanos pretendientes y pretendientes sin ser hermanos, que cuando acababa de hacer líneas todo quedaba hecho un lió y a él gustaba la perfección así que lo borraba e intentaba hacerlo de otra manera para que quedara más claro, pero resultaba imposible.

Takeru se lo encuentra dormido en la mesa del comedor y le aparta la cara del papel que tiene encima de la mesa para saber que estaba planeando el niño solo para reírse de ese árbol genealógico medio acabado. Cuando se cansa de reírse solo, se lo lleva al sillón grande y coge el lápiz listo para dejar el árbol terminado para cuando se levante al día siguiente el menor.

Chisato asoma la cabeza para ver a Takeru con una sonrisa triunfadora y mira el papel para ver qué era lo que le hacía sentirse de esa manera.

“¿Tu?”

Él la mira parpadear durante unas décimas de segundo sin entender a lo que venía todo ese árbol y él sonríe, borra la línea y decide irse del comedor con el niño en los brazos.

“Era una broma canija.”

Los ojos de la chica se clavan en la espalda de Takeru e intenta con ellos ver algo que no acaba de pillar y termina sin pillarlo, porque ella sabe que su boca siempre dice cosas pero su corazón dice otras, lo sabe y lo ha visto, y aunque sabe que las palabras que le dice a ella se las tiene que tomar a bien, nunca lo acaba de entender.
Porque era difícil de saber lo que realmente pasa por la cabeza de ese chico y porque el chico nunca ha sido de demostrar cariños tan abiertamente como los demás y así que mientras los demás parecen pelearse por la atención de la chica, él solo puede llamarla canija porque no es capaz de decir lo que siente.
Chisato, no lo entiende y no sabe o no quiere saber que quizá él también siente algo por ella, pero no puede evitar sonreír cuando ve la línea mal borrada de la foto de Takeru hacia su propia foto.

fanfics, jdrama: atashinchi no danshi

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