Hace lo que hace, un spider-cerdo!
Estoy realmente jodida. Mucho.
Digamos que he llegado al punto en el cual piensas si después de todo, ha valido la pena lo que ha pasado. Me explico.
Tu cultivas una semilla de maíz, la riegas todos los días, si se mustia intentas abonar mucho mejor el campo, intentas que los ratones no coman su planta... Pero a pesar de que esa semilla nazca algo torcida, pones todos los empeños que hay en ella. Lavas con agua fresca sus granitos amarillos para que reluzcan como si fuese oro.
Después de jornadas agotadoras de trabajo, te vas a la cama. Y a la mañana siguiente vuelve a aparecer mustia o roída por algún tipo de animal salvaje tocapelotas. Te da igual, y sigues esforzándote.
Cuando llega el día y vas a recoger los frutos, resulta que de la mazorca de maíz a la cual trataste con tantísimo cariño, sale un alien gigante que te arranca la cabeza de cuajo y se come tu corazón. Y claro, no puedes pensar, porque estás muerta, muerta y jodida. Después de todo lo que has hecho por esa mazorquita, va y te la pega doblada, aunque ella sepa todo lo que has dado, todo lo que has dejado de lado por ella.
Mira qué historia más bonita....
Digamos que he llegado al punto en el cual piensas si después de todo, ha valido la pena lo que ha pasado. Me explico.
Tu cultivas una semilla de maíz, la riegas todos los días, si se mustia intentas abonar mucho mejor el campo, intentas que los ratones no coman su planta... Pero a pesar de que esa semilla nazca algo torcida, pones todos los empeños que hay en ella. Lavas con agua fresca sus granitos amarillos para que reluzcan como si fuese oro.
Después de jornadas agotadoras de trabajo, te vas a la cama. Y a la mañana siguiente vuelve a aparecer mustia o roída por algún tipo de animal salvaje tocapelotas. Te da igual, y sigues esforzándote.
Cuando llega el día y vas a recoger los frutos, resulta que de la mazorca de maíz a la cual trataste con tantísimo cariño, sale un alien gigante que te arranca la cabeza de cuajo y se come tu corazón. Y claro, no puedes pensar, porque estás muerta, muerta y jodida. Después de todo lo que has hecho por esa mazorquita, va y te la pega doblada, aunque ella sepa todo lo que has dado, todo lo que has dejado de lado por ella.
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