(no subject)

Apr 07, 2010 17:58

Hola!

Reto de la quincena para crack_and_roll, esta sin corregir; pero es que no me da tiempo, asi que luego lo revisare y editare la entrada ^,^

El fandom es "Ella es el chico", no creo que escriba mucho mas sobre ella; pero es que me encanta esa pelicula. Me rio un monton con Viola y con lo poquito que sale Sebastian, ais que no he podido aportar algo a este fandom que debe ser bastante inexistente.

Titulo: Viaje por carretera
Autor: cloe2gs
Fandom: Ella es el chico
Claim: Duke/Sebastian, insinuacion de Paul/Andrew y Toby
Reto: 7 Referencias
Extendion: 3124 palabras (mas o menos)
Ranting: PG
Resumen: Hay un festival al que Sebastian no puede no ir y Duke ha echo una promesa que no tiene intencion de romper.
Nota: Las 7 referencias a las que se hace mencion son:
- Terminator
- Supernatural
- Star Wars
- Toy Story
- Harry Potter
- True blood
- House

Creo que las referencias son bastante claras; pero sino encontrais alguna decidmelo y os dire donde esta ^,^


Esas últimas semanas han sido caóticas, no solo por la tendencia de Viola ha preferir la ropa de Sebastian, también contribuyeron los exámenes finales, los entrenamientos dobles y tener que ir corriendo de un lado a otro, como si hubieran hecho algo malo, cada vez que la señora Hastings aparecía por los pasillos de Illyria. Para alegría de su madre, y desgracia para Viola, la había terminado encontrando a la salida de su examen de biología y la joven no había tenido más remedio que dejarse arrastrar por su madre hacia su habitación, a una charla que supondría el inicio de la calma.

―Mama. Mama. ―decía Viola mientras corría alrededor de su madre intentando llamar su atención.

Un autobús esperaba frente al centro de convenciones con los portones del maletero abiertos y maletas a un lado. Una gran cantidad de chicas esperaba hablando en grupos o corrían de un lado a otro al ver a alguna de sus amigas o yendo hacia el coche de sus padres en busca de algo que hubieran olvidado, cosa que probablemente hubiera ocurrido.

―Mama ―dijo Viola parándose delante de su madre y deteniendo su avance― ¿De verdad quieres que vaya? No, mama, piénsalo. Es un retiro de nuevas debutantes con sus “hermanas mayores” ¿De verdad quieres poner a una de esas adorables y femeninas debutantes en mis manos? Piénsalo.

La señora Hustings alzo una ceja en una clara señal de que nada de lo que su hija pudiera decirle le haría cambiar de opinión.

―Sube al autobús, Viola.
―¡Mama!
―Venga hermanita. Si te va a encantar, todas esas fiestas de pijamas, os pintareis las uñas y hablareis de chicos ―dijo su hermano con diversión, usando ese tono que Viola conocía bien y que usaba cuando quería molestarla.
―¿Por qué no buscas un puente y te tiras? ―le respondió de mala manera; pero lejos de su intención inicial, lo único que consiguió fue que Sebastian soltara una carcajada.
―¿Ya te estás metiendo con tu hermana? ―le pregunto Olivia a su novio cuando llego a donde estaba la familia Hustings.
―Hola, preciosa ―le saludo de vuelta el chica antes de besarla―. ¿Lista para haceros peinados la una a la otra?
―Ríete, ríete ―dijo la castaña señalándole con el dedo―. No te hará tanta gracia cuando le este contando todos tus vergonzosos secretos.

Sebastian abrió la boca para contestar algo; pero el sonido del motor del autobús poniéndose en marcha corto toda replica posible. Viola le sonrió con prepotencia y se alejo para acercarse a Duke, que venía corriendo casi sin respiración.

―Llegas tarde ―dijo poniendo morritos.
―No sonó el despertador. Lo siento ―se disculpo antes de inclinarse para darle un tierno beso―. ¿Lista para el viaje?
―Bueno… ¿Mi madre sigue mirando?
―Sí, creo que vigila para que no te escapes ―dijo con una sonrisa.
―Me conoce bien, es justo lo que estaba planeando.
―Venga, vete ―le dijo dándole la vuelta y abrazándola por detrás antes de empezar a andar hacia el autobús―. Estarás de vuelta antes de que te des cuenta.
―No lo creo.
―¡Viola! ―la llamo su madre mientras le hacía gestos con la mano.
―Sayonara, baby ―dijo Viola poniendo la voz algo mas grave mientras se ponía las gafas de sol.

Duke alzo la mano en señal de despedida y se reunió con su compañero de habitación y hermano de su novia.

Volvieron a la residencia en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos. Solían estar mucho así, los dos en silencio durante horas, sin necesidad de hablar de nada, sólo disfrutando de la paz que les brindaba la compañía del otro, ya fuera en el dormitorio que compartían en la residencia o cuando Duke iba a la casa de Sebastian y le tocaba esperar a Viola.

Estaban llegando a la escuela cuando vieron a Andrew y a Toby en las escaleras escuchando música con el ipod del afroamericano. Se pararon para saludarles y hablar con ellos un rato; pero la conversación por parte de Sebastian acabo cuando su móvil empezó a sonar. Vio el identificador de llamadas y se despidió de ellos marchando rumbo a su habitación.

Cuando Duke, Toby y Andrew entraron en la habitación del primero, se encontraron con que Sebastian tenía una bolsa sobre la cama en la que metía su ropa casi con desesperación.

―¿Qué haces, tío? ―le pregunto Duke con la ceja alzada.
―Me largo ―respondió con simpleza mientras alzaba la cabeza y les sonría brevemente antes de cerrar su bolsa de viaje.
―¿Qué? ¿A dónde?
―Me ha llamado uno de mis compañeros de grupo. Hay un festival en Houston y vamos a tocar.
―¿Te largas a Houston? ¿Cuándo?
―En cuanto venga Paul y me deje su coche.
―No puedes irte ―le dijo su compañero de cuarto cogiéndole de la muñeca y evitando así que siguiera moviéndose―. Le prometí a Viola que no dejaría que hicieras locuras.
―No voy a hacer ninguna locura.
―¿Ir de una costa del país a la otra no te parece una locura?

Sebastian dejo lo que estaba haciendo y dio un par de pasos hacia su compañero de cuarto. Le miro directamente a los ojos y puso una mano sobre su hombro.

―Eres un tío genial, Duke, ya lo sabes; pero no necesito tu permiso para ir.

El capitán del equipo de futbol suspiro y con reticencia soltó la mano del otro chico. Le miro unos instantes en silencio antes de coger ir a su armario y meter algo de ropa en su bolsa de deportes.

―¿Qué haces? ―le pregunto Sebastian con confusión.
―Voy contigo.
―¿Qué? ¿Por qué?
―Eres mi amigo y se todo lo que el grupo significa para ti así que si voy contigo podrás hacer lo que te gusta y yo mantener mi palabra con Viola.

Sebastian le sonrió y asintió con la cabeza antes de ir a buscar su guitarra. Duke trago saliva y se centro en cerrar su bolsa de viaje, así, con las manos ocupadas en eso no tenia que pensar en que su corazón se había acelerado cuando el otro chico le había sonreído de esa forma.

―¡Genial, nos vamos a Houston! ―exclamo Toby― No me apetecía quedarme aquí estas vacaciones. Sera genial.
―¿Os venís? ―les pregunto Sebastian.
―Por supuesto ―respondió Andrew dándole un golpe de camaradería al otro chico en la espalda―. No os vayáis sin nosotros.

Dos horas después los cuatro jóvenes estaban en la acera frente al Illyria esperando al que sería su transporte durante esa semana. El ruido de un motor y el “Highway to the hell” de AC/DC acercándose, fue la señal de que su coche había llegado. Frente a ellos paro un impala chevy del 67 de color negro.

―Ya estoy aquí ―dijo Paul saliendo del coche.
―Ya era hora ―se quejo Sebastian mientras se levantaba de encima de su bolsa― ¿Qué hacías? ¿La manicura?
―Muy gracioso, Sebastian. Muy gracioso. Hola Andrew ―saludo al chico cuando le vio.

El aludido hizo un leve movimiento con la cabeza algo incomodo por las atenciones del otro y fingió empezar a atarse los cordones.

―¿A dónde vais? ―le pregunto Paul a Sebastian, alejándole lo suficiente como para que los otros no oyeran su conversación.
―¿Por qué debería decírtelo? Si lo hago, llamaras corriendo a Viola y me chafaras la diversión.
―Te contare un secreto, mi joven aprendiz de padawan, eso podía haberlo hecho en el momento en el que me llamaste para pedirme que te lo trajera ―le hizo notar mientras jugaba con el llavero del coche―. Si no quieres que cambie de idea y lo haga me dirás a donde vais y me dejaras ir.
―De eso nada.
―La tengo en marcación rápida ―le advirtió con una falsa sonrisa mientras le enseñaba el móvil.
―Vamos a un festival en el que mi grupo tiene pensado tocar ¿contento?
―Sí, en parte. Yo también voy.
―No. ¿Para qué quieres venir? Es rock alternativo no Christina Aguilera.
―Oh cariño, a mi me va mucho más Britney. De todas formas no tienes alternativa.
―No.
―Porfi, porfi, porfi ―comenzó a suplicarle abrazándole del cuello fuertemente.
―Está bien, está bien, está bien; pero quítate de encima y no vuelvas a agarrarme así.
―Tranquilo vaquero, solo hay uno al que quiero agarrar ―le dijo mientras se acercaba a donde estaban los otros chicos ya metiendo sus bolsas en el maletero―. No sé si me entiendes.

Por desgracia para Sebastian, si le entendía. Paul llevaba muchos años, más de los que eran buenos para su salud, siendo la reinona mejor amigo de Viola. Pobre Andrew. Era incapaz de imaginar que había podido hacer el otro chico en su vida pasada, que fuera tan malo como para que el karma le convirtiera en el próximo objetivo de Paul.

Tardaron casi otra media hora antes de que, finalmente, se pusieran en marcha. Toby quería ventanilla, Andrew sentarse lejos de Paul, Paul sentarse con Andrew, Sebastian no tenía planeado que nadie que no fuera él, conduciendo su coche y Duke… bueno, a él le daba igual donde sentarse. Al final, y para alegría de Paul, Andrew termino sentado entre él y Toby; pero se pegaba tanto al afroamericano para alejarse del estilista que, cinco minutos después de haber arrancado, se llevo tal empujón por parte de su amigo que termino justo como no quería estar, prácticamente tumbado sobre Paul, el cual aprovecho para tocarle a placer bajo la excusa de que le estaba aplastando.

―Y ¿A dónde vamos? ―pregunto Paul tras la primera hora de camino, asomando la cabeza entre los asientos delanteros.
―Hasta el infinito y mas allá ―bromeo Sebastian ganándose que Paul le diera una colleja―. ¡Oye! ¡Cuidado, tío! ¿No ves que estoy conduciendo?
―Hablo en serio, Seby. ¿A dónde vamos?
―No vuelvas a llamarme Seby. Nunca. Jamás ―le advirtió mirándole por el retrovisor.
―¿Te has venido y no sabes ni a donde vamos? ―pregunto Duke esperando evitar la discusión que los otros dos parecían tener intención de empezar.
―Sé que vamos a un concierto o algo así. Lo que no se es donde está.
―En Houston. Y para tu información te diré que no es un concierto, es un festival de música ―le corrigió el conductor.

Condujeron durante lo que quedaba de día, parando únicamente para las cosas indispensables, gasolina, comida e ir al baño, hasta que pararon en el aparcamiento de un motel de carretera para poder pasar la noche.

―¿Te duchas tu primero? ―le pregunto Sebastian a Duke, su compañero de habitación.
―No, tranquilo. Ve tu primero ―contesto tumbándose sobre la cama.

El músico se encogió de hombros y se quito la camiseta antes de tirarla sobre la cama y comenzar el camino al baño, mientras se iba desabrochando los pantalones. Sin poder evitarlo, Duke siguió cada uno de sus movimientos. La espalda de Sebastian era clara y parecía suave, como toda la piel del chico, y resaltaba por el contraste con los calzoncillos negros que se dejaban ver por el borde del pantalón, era limpia, sin ninguna clase de marcas, ni arañazos, ni moratones, ni ninguna clase de imperfección a excepción de tres lunares en la línea de la columna formando una recta de la que parecía casi imposible despegar la mirada. Cuando la puerta del baño se cerro, Duke dejo escapar todo el aire que no sabía que estaba reteniendo, y se tapo la cara con las manos.

―Estoy jodido ―murmuro.

Era curioso; pero para haber terminado en un motel de carretera entre Benson y Fennner perdido en medio del vasto desierto de Arizona, lo cierto era que uno podía llegar a pasárselo medianamente bien, ya que contaba con un bar, con buena música y la relajación moral suficiente con respecto a los menores y el alcohol.

―¿Qué miras? ―le pregunto Paul a Sebastian antes de seguir la dirección de su mirada y encontrarse con sus otros tres compañeros de viaje jugando al billar― Ah, ya. Lo entiendo.
―¿Qué entiendes?
―No pasa nada, lo entiendo. Además Duke es mono. Si te olvidas claro de que es el novio de tu hermana.
―Cállate ―le advirtió antes de darle un trago a su cerveza.
―Es en cierto modo normal. Es un internado y…
―Paul…
―Es tu compañero de cuarto ¿no es cierto?
―No digas cosas que no entiendes.
―Y sientes mucho amor por él.
―No digas cosas que yo no entiendo.
―Lo que quiero decir, es que no pasa nada si te atrae un poco. Siempre que solo te atraiga y recuerdes que es el novio de tu hermana.
―Te digo que te calles porque no se de que me estás hablando y me estás dando dolor de cabeza. Además, no miraba a Duke sino a la rubia que esta junto al tocadiscos.

Paul inclino un poco la cabeza y vio a la joven que Sebastian decía. Juraría que hace un segundo esa chica no estaba allí. Le sonrió a modo de disculpa; pero sin terminar de convencerse de que lo que el otro había dicho fuera cierto o no.

Se pusieron pronto en marcha. A las ocho de la mañana Sebastian ya estaba dando vueltas por toda la habitación levantando a Duke y luego yendo a la otra habitación para despertar a los otro tres. Parecía como un niño en la mañana de Navidad, desesperado pro correr hacia el árbol y abrir los regalos.

―¿Siempre eres así? ―le pregunto Toby medio dormido apoyando la cabeza contra el cristal.
―Normalmente sí. Antes los chicos solían venir a buscarme para irnos todos juntos; pero ya no quieren. Dicen que no les dejo dormir y que sino fuera tan bueno componiendo y con la guitarra hace mucho que me habrían metido la cabeza en el retrete ―respondió divertido.
―Si bueno, no nos tientes. No eres tan importante para nosotros ―murmuro Andrew antes de dejar caer la cabeza sobre el hombro de Paul y cerrar los ojos para volver a dormir.

Por el espejo del retrovisor Sebastian miro a Paul, el cual solo se encogió de hombros, sin saber bien que decir ante el contacto de Andrew porque por primera vez, este no parecía incomodo por tener algún tipo de contacto físico con él.

―Hemos llegado ―les aviso Sebastian entusiasmado varias horas después.

Duke se fijo en el gran cartel de bienvenida que señalaba la entrada a la gran explanada llena de coches, tiendas de campaña, carpas, un escenario al fondo… el festival debía de ser muy famoso, porque el lugar estaba lleno de gente.

―Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas ―leyó―. Solo tú podrías tocar en un festival con ese nombre.

En respuesta Sebastian solo le dio una gran sonrisa y se encogió de hombros antes de sacar las entradas y enseñárselas al guardia de la entrada.

El día paso siendo algo caótico y desenfrenado. Tras aparcar habían sacado las bolsas y las tiendas y las habían montado entre el resto de la gente que, como ellos, iban preparando el lugar donde dormirían esa noche; después habían estado pasando de un escenario a otro cuando se aburrían de la música que oían, hasta que, en uno de los conciertos, decidieron separarse y encontrarse más tarde. Sebastian y Duke, que se habían quedado escuchando el resto del concierto, se decidieron por permanecer juntos. Quizás fue por la promesa de Duke a Viola de que no dejaría que su hermano se metiera en líos o quizás fue cuando estaba con él se sentía genial, de una forma en que hacía mucho que no se sentía; pero el caso es que terminaron juntos todo el día. Habían comido un par de bocadillos en uno de los puestos del lugar, habían bebido e, incluso, habían estado jugando un rato a las cartas con los compañeros de grupo de Sebastian.

Duke se lo estaba pasando realmente bien. Hacía tiempo que no se divertía tanto y, aunque echaba de menos a Toby y a Andrew, a los que no había vuelto a ver desde que se habían separado; podía decir que este estaba siendo uno de los mejores días de su vida. Puede que fuera eso o el calor o que durante todo el día no había podido dejar de mirar a Sebastian durante más de diez segundo; pero el caso es que al final paso.

Era ya de noche, bastante de madrugada, y estaban algo bebidos, sentados sobre el maletero del Impala en el que habían venido. Empezó con un ligero roce de sus manos, casi por accidente. Luego sus rodillas se tocaron y ninguno de los dos se molesto en separarse ni en hacer nada más que sentir el calor que el cuerpo del otro desprendía aun con la ropa puesta. Y antes de que Duke se diera cuenta Sebastian le estaba besando. Noto los otros labios sobre los suyos, la forma en la que se movían, como el músico se divertía rozando sus labios con la lengua y arañándolos con los dientes sin hacer nada más, sin presionarle a que abriera la boca y sus lenguas se encontraran. Duke enredo las manos en el pelo del músico y profundizo el beso, consiguiendo que su lengua se encontrara con la de Sebastian y saboreara su aliento a cerveza y chicles de menta.

Nunca se había planteado besar a un chico; pero había supuesto que no sería tan diferente a hacerlo con una chica, después de todo, unos labios son unos labios; pero para su sorpresa no era lo mismo. Besar a Sebastian era mil veces más excitante, mil veces más placentero, mil veces más especial… mil veces mejor. No era como con ninguna de las chicas a las que había besado en su vida, ni Lucy Newton a la que le había dado su primer beso, ni Sophia Lair a la que beso con la ortodoncia, ni siquiera a Viola.

Viola.

Su novia.

La hermana de Sebastian.

Y ese pensamiento hizo que cortara todo contacto y se pusiera de pie.

―¿Qué…? ―pregunto el músico con confusión.
―No puedo hacer esto… no podemos… no a Viola… joder… soy el novio de tu hermana… joder ―mascullaba cogiéndose con fuerza la cabeza.
―No tiene porque enterarse ―respondió bajándose del maletero y dando un par de pasos hacia él.
―¿Qué no tiene? ¿Pero te estás oyendo?
―Sí, me oigo ―respondió con una sonrisa traviesa―. Solo digo que yo no se lo voy a decir y si tú tampoco lo haces no va a enterarse.
―Lo sabrá ―dijo dejándose caer al suelo―. Me mirara y tendré cara de culpable y sabrá que le oculto algo. Siempre sabe cuando le oculto algo.
―Pues entonces tendrás dos opciones ―le dijo agachándose frente a él―, aprender a mentir mejor o mentir como un bellaco.
―Viola y yo no nos mentimos.
―Todo el miente; lo único que cambia es sobre el que.

Y antes de que pudiera responder algo Sebastian le estaba volviendo a besar.

crack_and_roll, fics, otros fandoms

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