Hola!
Este es mi regalito de navidad. Una pequeña viñeta que ademas uso como respuesta al reto 56 de
writer_canvas con el que me estreno en esa pagina ^,^
Reto: #.-56
Pintor/a: Acrilico
Título: Vuelta a casa
Palabras: 500
Notas de Autor: Paciencia con mis personajes, que hace muchisimo que no uso originales
Corremos todo lo que rápido que podemos entre los árboles adornados de luces de colores que nos recuerdan en que fechas estamos, que nos dicen que es Navidad. Sonrió internamente al cruzar entre ellos pues son la señal inequívoca de que la ciudadela esta cada vez mas cerca. Ahora la vegetación adornada que nos rodea tiene un nuevo significado, parece que nos quisiera hacer saber que nos esperan en casa, que un último esfuerzo es suficiente, que solo con avanzar un poco más nos espera una cama mullida y una chimenea ante la que sentarnos a descansar.
Por el rabillo del ojo veo a Tyrol corriendo pocos metros a mi izquierda, justo por delante de él va Summer moviéndose ligera, con gran agilidad, esquivando los obstáculos que tiene en su camino sin perder el ritmo de la carrera. Una sombra en el suelo me advierte de que Jacob nos ha dado alcance saltando de rama en rama, salta a mi lado y me sigue ritmo, yo solo sigo corriendo, adelantándole un poco, luego él me adelanta a mí y comienza nuestro pequeño juego, ver quien puede llegar antes a la fortaleza.
Entre los árboles puedo distinguir la figura imponente de Shwan mirando a lo lejos, en la dirección hacia la que corremos. Con cada zancada nos acercamos más y más a él, hasta que llegamos a su lado. No puedo evitar pararme y mirar embelesada el paisaje ante mí. Allí, en el fondo del valle, en medio del bosque decorado esta Kryman, la Ciudadela Gris. Su torre en el centro conectada en su base por grandes muros con cuatro torres situadas en cada uno de los puntos cardinales y entre ellas, a sus pies, la ciudad. Un refugio en tiempos de lucha, en tiempos como este. Una ciudad de gran belleza, que en épocas como esta es aun más impresionante, y que ahora, cerca de las fiestas navideñas, los refugiados la llenan de luz en una búsqueda de alegrar un poco los corazones a pesar de la guerra que se libra más allá de los límites del bosque.
No puedo evitar sentir cierta calidez en mi corazón al verla, los demás ya corren rumbo a la puerta norte; pero yo no me muevo de donde estoy, en la cumbre de la colina, desde donde veo el amanecer tras la ciudad y los tintes rojizos del cielo le dan una apariencia aun más bella.
Lo miro todo con atención, intentando memorizar cada detalle de la imagen que ven mis ojos, para que, cuando vuela a partir, pueda recordar el aspecto del lugar y las gentes por las que luchamos.
Suspiro y vuelvo a correr por los bosques, rumbo a la puerta norte, donde el resto de mi escuadrón debe de estar por llegar. Corro y, por fin, ante mi la gran compuerta de metal me da la bienvenida. Jacob me sonríe desde la puerta y me hace un gesto con la mano, yo sonrió y acelero mi paso.
Kryman, hemos vuelto.