Para
10muses.
Fandom: Freedom - RPG
Templo: Musical.
Musa: 2. Bajo la luna llena
Music:
The Cardigans - Kiss me Altar: Jaden Kroes/Randall Schneider
Notas: Para
utena_89 x3 Hay que ver lo que disfruto escribiendo sobre esta parejita...
El cielo oscuro de Alemania se mostraba claramente despejado y, desde el Sankt Fremont, se podía ver cómo las estrellas iluminaban con fuerza el firmamento.
Aquello no pasó inadvertido para Jaden quien, en ausencia de Lea, se acercó a la ventana y, con gesto pensativo, apoyó su cabeza sobre sus brazos y contempló admirada aquel espectáculo.
Jaden no sabía de astronomía tanto como le hubiese gustado, y jamás había tenido nadie a su lado que pudiese enseñarle cualquiera de las constelaciones. Se puso nostálgica: le hubiese gustado compartir aquella noche, aquellas vistas, con alguien.
Y, en aquel momento, le vino Randy a la cabeza. ¿Qué estaría haciendo él? ¿Habrá visto también las estrellas? ¿Estaría aún en la pista de baloncesto? Jaden captó que la respuesta a aquella última pregunta era obvia, y se decidió a ir a buscarle. Lo que no sabía ella era que la respuesta a las otras dos preguntas era también afirmativa.
Encontró a Randy sentado en un rincón de la pista, recostando su espalda sobre uno de los postes de la canasta, contemplando él también el cielo. Sólo el leve sonido de los pasos de Jaden consiguió que Randall pudiese apartar sus ojos de aquella bellísima escena, tal vez para formar parte de una escena aún más bella.
-¿Dy? -preguntó ella, indecisa. Tampoco tenía ganas de interrumpirle, sea lo que fuese aquello en lo que estuviese pensando él.
-¡Jaden! -exclamó, sorprendido- ¿Qué haces aquí, a estas horas?
-He venido a hacerte una visita -sonrió.
-¿A mí? -preguntó Randy, halagado. Ella asintió- Vaya… ¿quieres que juguemos un rato? -preguntó, señalando el balón que reposaba al lado de su robusto cuerpo- O… mejor aún. ¡Ven aquí!
Apartó el balón para que Jaden pudiese sentarse. Ella, vacilando, asintió y se colocó al lado del chico de la cresta. Él señaló hacia arriba; la luna llena se alzaba sobre sus cabezas. “Es preciosa…”, fue lo único que pudo decir ella. Randy, por su parte, recordaba todo lo que aprendió sobre estrellas al lado de Elise, y le enseñó a Jaden todas las constelaciones que podía divisar. Ella apoyó su cabeza en el hombro de Randy. Él pasó su brazo por la espalda de Jaden. Los corazones de ambos comenzaban a latir cada vez a un compás más rápido.
Randy tenía ganas de besarla, pero tenía miedo de romper la magia de aquel momento. Porque jamás se había sentido tan bien al lado de una chica.