La vieja y noble Yumbina sigue siendo unica

Nov 01, 2011 10:42

Quizás sea un sueño compartido. Por un lado, está el afán de negocios de los grandes laboratorios farmacéuticos y, por otro, la fantasía masculina de que el deseo femenino sea predecible. El producto que satisface este anhelo recíproco es el flibanserin o, más sencillamente, el Viagra femenino.

Se trata de un antidepresivo que, en su momento, tuvo pobres resultados para mejorar el ánimo, aunque los científicos que lo probaron aseguran que potenciaba el deseo femenino.

Una historia parecida al Viagra o viagra cialis online pharmacy pharmacy, que se probó para reducir la presión arterial y fracasó. Al suspender el ensayo clínico, los pacientes varones no quisieron devolver las pastillas, ya que había mejorado su vida sexual.

PRIMER INTENTO

En abril del año 2000, un estudio latinoamericano que incluyó a 76 chilenas, aseguraba que el sildenafil mejora la vida sexual de las mujeres, aunque "acompañado de talleres de sexualidad". Pasó el tiempo y nunca más se escuchó de esta pretendida revolución para el placer femenino.

En 2003, un trabajo del Instituto Kinsey para la Investigación de la Sexualidad Humana (EE.UU.) le quitó el piso al intento de usar sildenafil en mujeres. Esto, porque en ellas los aspectos emocionales pesan más en el placer sexual que otros parámetros, como la excitación y la frecuencia de las relaciones, que son más relevantes para el hombre.

Pero esta vez parece que es en serio. Así lo revelan las cifras dadas a conocer el mes pasado, en el XII Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Sexual realizado en Lyon.

Se trata de un ensayo clínico con 1.378 mujeres premenopáusicas, afectadas por una reducción de su deseo sexual durante largos períodos. Parte de ellas recibió durante seis meses 100 mg de flibanserin en una dosis diaria, y gracias a esto aumentaron los episodios sexuales satisfactorios mensuales de 2,8 a 4,5, o más de 50% de incremento.

Pese a los buenos resultados, varios investigadores se muestran aún escépticos. Petra Boynton, del University College de Londres, por ejemplo, advierte que esto no es un "proyectil mágico" y teme que su venta lleve a que las parejas dejen de hablar de los temas que puedan estar interfiriendo con la relación. Algo a lo que las mujeres son más sensibles que los hombres. Todo indica, en todo caso, que dentro de 18 meses podría aprobarse la venta del producto en Europa; el primero que busca manejar el deseo femenino.

Pero mujeres como Judy Norsigian, directora ejecutiva del grupo "Nuestros Cuerpos Nosotras", de Cambridge, Massachusetts, advierte que durante mucho tiempo se ha querido medicalizar la libido femenina, ignorando que el deseo de muchas mujeres se ve afectado por el estrés diario y sus relaciones con los demás.

Para ella, se trata de factores que responden mejor a terapias, técnicas de relajación e, incluso, al involucramiento de sus parejas en esta situación.
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