Aug 29, 2005 03:11
Tengo tres clases de deseos que se funden en uno solo cuando el lado más oscuro de mí sale a relucir en medio de tantas letras.
El más importante es que me gustaría ser yo, pero no me encuentro, pero no quiero ser como los demás adolescentes sobrehormonados. Eso lo sé.
El segundo deseos es querer hablar conmigo misma, en alto, siempre en alto para poder escucharme.
El tercero es volar, tan solo volar, es el más simple de todos.
Cada uno de ellos tiene sus vifurcaciones, por eso son clases, no deseos. Solo pensamientos.
¿Notas la energía que fluye de cada cosa que tocas? Nadie se para a sentirla. Si te concentras podrás notar como entra por la llema de los dedos y se extiende por tu brazo, dándote un pequeño orgasmo de placer cuando se expande por tu cuerpo. ¿Por qué nadie se para ya a sentirlo? En verdad creo que nadie a creido en eso nunca. Es una sensación encantadora.
Tampoco nadie se para a mirar, tan solo ven, ni observan... Nadie siente. ¿Por qué?
Si caminas por la calle y cierras los ojos, si pones algo de tu parte, conseguirás ver todo aquello que desees. Solo lo verás tú, pero eso es lo bonito.
Hablo con el viento, muchas veces le digo que sople más fuerte, que hinde mis oidos con su frescor. Es la mejor manera para evadirse por un momento. Tampoco nadie sabe esto.
Adoro a esa persona que hace que todo esto lo siga sintiendo, acabaría siendo oscura, demasiado agria, y con un corazón vacio si no fuera por él. ¿Por qué todo lo bonito acaba siendo amor?