[Tabla] Básica - (04/30) - DM/Aioria

Jan 04, 2014 01:25

Fandom: Saint Seiya
Pareja/Personajes: DM de Cáncer x Aioria de Leo
Advertencias: ...



Café

Aioria de verdad detesta el café.

DeathMask se empeña en decir que sólo es una insignificante, pero realmente estúpida, manía del griego para con las cosas que precisamente le gustan a él. Aunque claro que el cangrejo parece sentirse atraído por todo tipo de vicios, especialmente si estos son adictivos. De hecho la cafeína, desde esa perspectiva, viene a tener un lugar bastante atrás en la lista.

El problema es que no por ello al quisquilloso quinto guardián le molesta menos, ni por eso mismo va a dejar de parlotear acerca de lo mucho, mucho, mucho que le desagrada el café en cuestión.

Aioria cree que el italiano está siendo demasiado vicioso, demasiado tonto, demasiado tarado y especialmente estúpido (Al menos más de lo normal), porque de pronto está instándole a que pruebe un poquito de esa asquerosidad.

La que no quiere y que definitivamente no va a probar por ningún motivo, nunca, nunca, nunca... JAMÁS.

DeathMask sonríe burlonamente, porque tiene al puto gato de brazos cruzados, resoplando y refunfuñando como todo un niñito mal portado. Es por ello que, sin borrársele la mueca del rostro, le sirve una taza hasta el tope. Está de más decir que el castaño pone mala cara y arruga la nariz.

Ah, pero la verdad sea dicha de paso. Esto no es por fastidiarlo (Bueh, por una pequeña parte sí), pero es que el café funciona perfecto cuando de curar resacas se trata y anoche Aioria tuvo la idea estupendamente estúpida de mandarse una de esas borracheras que hacen historia.

Lo malo es que las susodichas causan dolores de cabeza de las mismas magnitudes bestiales y asombrosas.

Cáncer, por ello, no ha podido no sugerir la cafeína como una opción. Él conoce de esas cosas, porque si existe una persona en el santuario que sepa de resacas y cómo curarlas… Es Shura. De verdad, sin reírse. Death, por su parte, ha aprendido y bebido bastante y lo suficiente cómo para saber que una insignificante taza de café en casos como estos puede resultar divina, mágica y milagrosa.

Al mismo tiempo, pero no por ello menos importante, demasiado es el placer que siente el italiano al obligar a Aioria, de una u otra manera, a hacer las cosas que no quiere hacer y es muchísimo mejor que si quién se las obliga a hacer… Es precisamente él.

Así que sirve el azúcar como si estuviese poniendo sal, revuelve un poco y, como está caliente, hasta se da el trabajo de soplar. Después no digan que DeathMask es un desconsiderado. Un sádico, sicópata y bizarro sí, claro, pero eso es otro caso.

Al observarle acercar la cuchara hasta su perfecta persona, Aioria opta por hundirse en el asiento como cientos de veces más, aprieta la mandíbula, los dientes, la cara completa y, para variar, pone en contraste ese ceño tan propio de él que lo hace ver diez veces más viejo de lo que es.

Death se entérense, pero poco. Al menos no lo suficiente como para no seguir acercando el utensilio de cocina hasta los labios tan lindos que tiene el griego y con los que dice palabrotas tan, pero tan bonitas. De paso está de más decir que el puto gato, más que patético y niño pequeño, parece enojado.

Muy enojado.

El mayor sabe, porque siempre sabe de estas cosas, que hacer perder la paciencia al veinteañero, un día como estos, puede ponerse bastante feo.

-No seas testarudo minino y prueba un poquito.

Claro que a él, precisamente, una de las situaciones que más le divierte es que las cosas con el castaño de ojos verdes se pongan jodidas. Especialmente si se trata de joderle un tanto la existencia, provocar una pelea, tirarlo al piso y después, por qué no, de paso joderselo a él también.

-No voy a tomarme eso-sisea Leo, seco y casi como gruñendo.

Casi, pero no lo suficiente como para intimidar al italiano.

-No seas malo-agrega, divertido y con voz macabramente cantarina-Toma un poquito… Te lo prepararé con tanto, tanto, tantooooo cariño…

-¡Vete a la mierda!

-¿Ves que sí eres malo?-Death finge un puchero que se ve bastante falso, si ni siquiera le alcanza para causar una pizca de adorabilidad. De todos modos Aioria se entierra en su silla y trata de no mirarlo.

-Jódete, estúpido.

-Bah, pero que niño tan malhablado eres.

Aioria le clava los ojos nuevamente, como si le acabase de asesinar con el solo gesto, pero más allá de sentirse apuñalado, el cáncer parece disfrutar del espectáculo.

Entonces se acomoda en la silla, estirándose un poquitín más y sonríe anchamente, lamiéndose los labios. En verdad que el sujeto es el diablo, se permite pensar el castaño, pero aun así se mantiene imponente e irrebatible y agrega, con palabras pastosas, que quiere que el muy desgraciado le deje en paz.

O al menos le deje de acercar esa asquerosidad.

-No te portes mal y compórtate como el niño bonito y bueno que eres-vuelve a iniciar la conversación el grisáceo caballero dorado-Así que repite conmigo después de tragar: Métemela dur…

-¡DeathMask!

Leo cuenta hasta cien. A la luz de la verdad, Aioria sabe que de no sentir la cabeza llena de piedras su reacción hubiese sido la de saltarle encima al italiano que, a estas alturas, parece encorvado y expectante entorno a la mesa en su intento por alcanzarle. Arrojarle lo primero que hubiese pillado por esa hueca cabeza hubiera sido lo más razonable y, en una de esas, se hubiese tratado de su taza, vacía por obvias razones.

-No me digas que estás enojado…

-No te comportes como un puto pendejo.

-Hey, pero si el que se está comportando como un crío malcriado eres tú precisamente, gata tonta.

Aioria refunfuña. Death no alcanza a precisar qué es exactamente lo que dice, porque para empezar el griego lo ha hecho más para si mismo que con la intención de ser escuchado y porque, en parte, está demasiado ocupado prestándole atención a los gestos del puto gato.

El castaño, no se diga que no, intenta ignorarle, pero es complicado cuando uno se sabe acosado por la mirada insistente de un instigador nato. Entonces nuevamente resopla y trata de no pensar en las cosas tan malas y tan sucias que el cuarto guardián está planeando para con su perfecta persona.

Así que pronto el mentado crustáceo, después de estarse bastante rato callado, toma la cuchara, llena con brusquedad y le acerca nuevamente el asqueroso café hasta los labios. De verdad que detesta esto, tanto la situación en si, como el contenido del artefacto, pero de todos modos se inclina un poco hacia adelante, estira el cuerpo y trata de alcanzarle.

DeathMask, que no se lo espera, se sorprende un poco y de inmediato sonríe con malicia peor a la anterior, el brillo en sus ojos.

-Así me gusta, gato… Ahora abre bien la boca y yo voy a hacer que digas: Ah~

# terminado, ~ 30 vicios, fanfic: eclipse, ~ tabla: básica, fandom: saint seiya, p/p: dm/aioria

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