Título: 002. Agua
Fandom: Supernatural
Rating: PG
!Drabble
Categoría: general
Palabras: 537
Resumen: Si no se estuviera muriendo ni siquiera pensaría en hacerlo y Sam dice que “no” pero Dean se está muriendo y la verdad es que no puede recordar la última vez que fueron a la playa.
02.
Si hay algo que Dean sabe hacer es evitar un tema del que no quiere hablar. No hablemos de mamá, no hablemos de papá, no hablemos de cómo en realidad no lo estábamos buscando, no hablemos de que te dijo que tendrías que matarme, no hablemos de Jess, no hablemos de lo muy poco que te importa cada vez que te estás muriendo.
No hablemos de que te estás yendo al infierno, porque cuando lo hablamos a lo único a lo que llegamos es a que los días caminan, tú todavía te estás yendo al infierno y en tu vida has hecho muchas cosas que valen la pena pero no muchas que realmente quisieras hacer.
Sam no pregunta porque para ellos las oportunidades son muy limitadas y Dean no habla de lo que le gustaría hacer porque no piensa realmente en ello desde que tenía tres.
Dean no piensa en esas cosas pero ahora que además de estar muriendo está conscientemente condenado, le mira con media sonrisa cansada y le dice que deberían salir por ahí, ir a Las Vegas, ver el donkey show, tener algunas chicas. Lo dice por decirlo porque sabe que la respuesta es no. Sam va a hacer lo que tenga que hacer para salvarlo y no irán a ver a ningún burro de cualquier forma.
Si no se estuviera muriendo ni siquiera pensaría en hacerlo y Sam dice que “no” pero Dean se está muriendo y la verdad es que no puede recordar la última vez que fueron a la playa.
Si lo dice en voz alta su hermano se reirá de él, porque es su trabajo, desestimar la vida de pastel de manzana que jamás podría mantenerlo a salvo; y no es que Sam esté pensando en el mar porque ni siquiera le gusta nadar o la arena en los calzoncillos que no podrían sacarse en una semana, o quedarse de noche a hacer una fogata lejos de la orilla porque así es como es y los hoteles son una gilipollez.
Dean se está muriendo y Sam no puede recordar la última vez que estuvieron en una playa porque quizá no fue más que una ilusión y se mordería la lengua hasta sangrar antes de abrir la boca y decirlo; que si pudiera hacer una cosa en caso de que Dean fuera a morir, sería ir a la playa, porque de alguna forma es algo pequeño que se siente ‘normal’, pasar una tarde con su hermano tirado en la arena, mirando las estrellas, donde el ruido en el fondo no son los autos que pasan en la carretera sino la inmensidad del agua que un poco le recuerda que no importa cuántos han salvado, todavía son pequeños, todavía se mueren.
Dean se muere y tal vez podría tomarle una foto en traje de baño, mojado y cubierto de arena, los lentes oscuros puestos y el cuerpo lleno de pecas y ponerla en un portarretratos de cabecera, pero no. Porque no es la última vez y si no van a ver a un burro y un montón de strippers a Las Vegas, no importa qué tan lleno de demonios esté el infierno, tampoco van a ir a llenarse el cuerpo de sal.