Sí, qué bien. Qué MARAVILLOSA semana (tranquilos, era sarcasmo).
Estoy agobiada. Totalmente. Exámenes, exámenes, trabajos y más exámenes. Y, lo curioso, es que todavía no es la semana de la evaluación. O sea... WTF?!
Bleh. Además, como me quede matemáticas, no puedo graduarme. ¡Perfecto! ¿Pero qué culpa tengo yo de si por más que estudio no puedo aprobarlas? Que no es lo mío, y punto.
Y lo mejor: ¿pero de qué cojones me van a servir? xD. Encima las academias no me ayudan, y bleh. Le pedí ayuda a una chica de la Uni, a ver si tiene algún rato libre la próxima semana.
Y hoy que me quería dedicar a terminar el maldito capítulo para el que llevo días y días, no puedo porque tengo que hacer un trabajo. Y el fin de semana no sé, porque tengo que estudiar. ;_; no me gusta. Lo único bueno es que saqué un sobresaliente en Inglés y otro en Ética.
Eeen fin. Al menos Iniciativa estuvo entretenida. Estamos haciendo el proyecto de empresa (ya sabes, eso de que piensas en un negocio y ves todo lo que tendrías que tener en cuenta para levantarlo, luego lo presentas y ya). Y yo tan ilusionada, le presento la idea a Erika y ella dice que no Dx. Bagh.
Irene: ¿Y si montamos un Sex shop?
Erika: ¿Qué...? Qué vergüenza, no, no.
Irene: ¿Pero por qué? Es un negocio, al fin y al cabo. [intenta ocultar la risa]
Erika: ¡No te burles de mí! [hace un puchero]. Es mejor que lo hagamos de un salón de belleza.
Irene: Pero eso es aburridísimo.
Erika: Y lo tuyo una tontería.
Irene: Cierto. Pero mi tontería funcionaría.
Erika: ¿Y cómo lo sabes?
Irene: Hay más gente depravada en el mundo, lo que equivale a más clientes. Más que los de tu "salón de belleza". [hace comillas]
Erika: Pero vendrían famosos, y ellos nos pagarían más.
Irene: Los famosos también son unos depravados.
Erika: [frustrada] ¡Vale, vale! Pues piensa un nombre.
Irene: ¿Ya de ya? Err... ¿Alice in Wonderland?
Erika: [retiene la risa]
Irene: El dildo feliz...
Erika: [retiene más la risa]
Irene: Nalga...¿blanca?
[explotan en risas]
Cristian: Yo os compraría.
Dani: Sí hacéis ofertas, yo también.
Irene: Claro. Mira, por tres películas, pagas dos. Y por tres películas, te regalamos un juguete.
Erika: ... enfermos.
La convenceré, ¡lo juro!