CAPITULO 11
Damon estaba que mordia, literalmente. Cuando llego a la conclusión de hacerse el tutor legal de Elena para solucionar los problemas de la familia Gilbert no penso realmente en donde se estaba metiendo. Pero ahora, transcurridos solo tres dias, empezaba a arrepentirse.
No era porque Jeremy fuera un autentico capullo integral, eso ya lo sabia y tambien sabia que era normal que protegiera a su hermana todo lo que pudiera, Sthephan le habia echo mucho daño a Elena y lo ultimo que queria era verla lastimada. Damon lo entendia y comprendia perfectamente, pero de ahi a no dejarlos solos NI UNA SOLA VEZ…..grrrrr. Parecia que habia vuelto a tener quince años y se escabullia de la casa de sus padres para ver a la chica de turno. Solo que ahora solo era una chica y estaba a dos puertas de distancia. No solo se colaba en el cuarto de la joven para beber sangre, de echo solo no le hacia falta pero algo...No sabia que, le decia que tenia que hacerlo. Sus visitas nocturnas se debian mas al echo de que adoraba dormirse escuchando su corazon; sentir el calor corporal, su rostro reposando sobre los blandos pechos, los cuales pellizcaba ocasionalmente mientras Elena dormia solo por el placer de oirla gemir en sueños; adoraba la tranquilidad que le proforionaba ese suave boom boom...No supo que le llevo a hacerlo la primera vez, solo que estaba viendola dormir, igual que ese idiota de Crepusculo y pensando en lo maravilloso que seria poder oir su corazon desde mas cerca y no desde los pies de su cama; pero el caso fue que, de repente, estaba acostandose y apoyando la cabeza en su pecho; el panico que sintio nada mas hacerlo fue tal que casi creyo que se orinaria encima, centerares de cosas se le pasaron por la cabeza si Elena se despertaba y lo veia acostado a su lado, recto como un palo y con la oreja entre sus pechos; desde que se lo diria a Sthephan hasta que lo estacaria ella misma. Nada de eso paso. Elena solo suspiro en sueños y, con el sopor recoriendole el cuerpo, levanto la mano y la cerro sobre su cabeza, aprentadolo contra ella.
Fue su perdicion, desde ese dia no pudo conciliar el sueño ni una noche si no era en la cama de la muchacha.
Pero ojala volviera a tener quince años, porqeu ahora se encontraba sobrecargado. Lo peor no era colarse en la habitacion de la joven Gilbert o intentar ser amable con Jeremy. No. Lo autenticamente malo era..La responsabilidad. El llevar a los chicos al instituto, hablar con los profesores….¡¡mirar facturas¡¡ Pero si el en su puta vida habia echo algo parecido. Joder, que era un vampiro super rico. Pero la Sra Stilton queria facturas hasta de la pasta de dientes y asi estaba ahora mismo. Sentado en el salon de los Gilbert con el ticket del supermercado y rellenando un formulario que tuvo que ser escrito por Lucifer.
-Menuda mierda.-Gruño para si. Estaria monisimo de la muerte, alli sentado con la mesa llena de papeles, una calculadora y una pluma en la mano.- ¿Cuándo me he convertido en mi padre?- se pregunto mesandose el puente de la nariz. Esa pregunta hizo que su mente viajara hacia la epoca en donde aun era humano y su madre le repetia una y otra vez lo mucho que se parecia a su progenitor. Siempre se horrorizaba cada vez que oia eso. ¿Parecerse a un mujeriego que pega a su esposa??. Puede que si fuera lo primero, pero lo segundo….Nop, antes preferia clavarse una estaca a pegar a su pareja, puede que fuera un vampiro psicópata y todo ese rollo pero no le iba el plan Neanderthal.
-Que mono estas..-Elena se enredo en su cuello y le beso la mejilla haciendo que su largo cabello castaño le acariciara los brazos apoyados en la mesa.
-No te burles.- advirtió frunciendo el ceño.
Pero como era de esperar Elena le ignoro por completo y sin siquiera importarle el tirar los papeles al suelo, se sento en su regazo y poniendo un puchero adorable susurro:
-¿Ahora que eres mi tutor tengo que llamarte Papa?
Esa simple frase dicha de esa forma tan inocente hizo que el miembro de Damon cobrara vida de forma inesperada.
-Elena…..- No pudo decir nada mas porque la joven le dio un casto e inocente beso en los labios.
-Jeremy no esta.- informo abriendo mas la boca y colando la lengua dentro de la boca del vampiro que gruño de satisfacción.
-Tu si que sabes convencerme.
Una pelea de lenguas comenzo nada mas terminar la frase. Elena se apretaba contra su cuerpo y enredaba los finos dedos en su cabello intentando dominar el beso, Damon le concedio el control durante unos instantes. Era tan gratificante que, por una vez, fuera ella la que lo demandara. Sus escasos encuentros amorosos siempre habian sido propiciados por el, gracias a su conexión sabia que ella tambien lo deseaba pero era placentero que lo atosigara de vez en cuando.
-¿Vas a arrullarme en la cama como el buen papi que eres?.- ronroneo entre beso y beso haciendo que la polla de Damon diera un fuerte tiron que le arranco un gruñido.
-¿Tu acaso eres una buena niña para que te arrulle?-pregunto enredando ambas lenguas.
Elena solto una risita mientras chupaba la sin hueso del vampiro y enrosco los dedos en el largo cabello, obligandolo a echar la cabeza hacia atras y profundizar en un beso que empezaba a rozar lo obsceno. Sabia que a Damon le gustaba como se estaba comportando, buena prueba de ello era la protuberancia que se le estaba clavando en el trasero; eso y por la dichosa conexion que le hacia sentir la excitacion del vampiro que era tan grande que deseaba que la sentara encima de la mesa y le hiciera todo lo que quisiera.
Damon no tardo en hacer realidad sus pensamientos, con un brazo barrio la superficie de la mesa, igual que hizo en el sueño que tuvo hacia unas semanas y la sento sobre ella, arrancandole los pequeños pantaloncitos del pijama y la ropa interior. Elena chillo al sentir las grandes manos demoniacas cerrarse sobre sus caderas para tirar de ellas hasta que su trasero rozo el filo de la mesa. Ronroneo como un gatito al notar como la sinuosa lengua vampirica separaba sus pliegues y la acariciaba de forma jugetona. Le encantaba que le hiciera eso, que la acariciara lentamente hasta que se derramara en su boca, de verdad que le gustaba, tanto que no podia evitar cerrar con posesion los dedos sobre la cabeza del vampiro pero hoy necesitaba mas, hoy necesitaba sentirlo dentro. Llevaba semanas viviendo con Damon, notando como la excitacion crecia a pequeños pasos; pequeños roces mal disimulados, sonrisas cargadas de promesas, algun que otro comentario que parecia inocente y que en realidad no lo era. Si, fuera lo que fuera lo que estaba creciendo entre ellos habia llegado esa misma noche a su punto algido y ¡¡Por Dios que no iba a ponerle freno¡¡
El vampiro cerro sus labios sobre su clitoris y le dio un suave tiron que casi la hizo correrse, no sabia que aguantar un orgasmo pudiera doler fisicamente, no al menos hasta eso momento. Pero Elena ya tenia planeado otra cosa, una mucho mas interesante.
-Damon...-Jadeo acariciandole el cabello como si fuera un buen perro.- Damon...Levantate, por favor.-Suplico como sabia que le gustaba, puede que el vampiro le excitara que ella dominara la situacion al principio pero lo que de verdad le volvia loco era que se derritiera en sus brazos. No hacia falta fingir para hacerlo. Era sentir las grandes manos sobre su cuerpo y derretirse, aunque fuera un toque inocente. -Necesito que me folles.- Sabia que era una peticion burda, que no era su lenguaje, pero tambien sabia el efecto que surgio en su pareja.
Pura excitacion.
Tanta que hasta ella la sintio, obligandole a arquear la espalda de tal forma que por un momento penso que se la iba a romper.
-Por favor, por favor...-suplico sintiendo como el poco raciocinio del vampiro se diluia con cada palabra.
Pronto se probo a si misma en la boca de su amante, con largas pasadas y mordiscos en la barbilla. Elena se retorcio de placer al oir el sonido de la cremallera al bajarse y solto una risita al oir la maldicion del vampiro cuando se peleo con sus propios pantalones.
Estaba nervioso; Damon Salvatore estaba tan nervioso que no atinaba a quitarse los pantalones, podia sentirlo. Sin decir ni una palabra deslizo las manos por el amplio pecho quitando cada boton que veia a su paso, mientras le daba pequeños e inocentes besos. Los de la camisa fueron los primeros en caer. Sabia que no podia demorar mucho el asunto, ambos estaban demasiado excitados y si lo hacia la cosa no terminaria como ella queria, pero ¿Como dejar todo ese blanco y esculpido pecho al descubierto y no acariciarlo?
Tocar el pecho de Damon era como tocar marmol, duro y frio; pero las reacciones del vampiro eran completamente diferentes. Elena se maravillo al ver como los abdominales se contraian contra las yemas de sus dedos y la piel se erizaba debido a su suave tacto. Estaba temblando. Parecia mentira que un asesino como el temblara como si fuera una joven inexperta.
Le sorprendio el sentir miedo.
Damon estaba asustado....¿De ella?
Sin una sola palabra lo miro a los ojos mientras sus manos se deslizaban hasta el cinturon. No le quito la camisa, estaba demasiado sexy con ella abierta y Elena creyo morir cuando abrio el cinturon y el boton y vislumbro con el rabillo del ojo una ereccion pesada y latente.
-Quiero hacerlo bien.-solto el vampiro sin que lo entendiera.- Quiero que lo disfrutes tanto como yo.
En la mente de la joven Gilber se formo un inmenso Awwwwww....al oir semejantes palabras. Damon queria que lo disfrutara tanto como el y...¿¿Como en el nombre de Dios pudo llegar a pensar que era un ser sin corazon??
-Lo haremos.-susurro rodeandolo con las piernas y acercandolo contra su cuerpo.-Los dos juntos.- siseo al notar la punta rozarla en donde lo necesitaba. Era un toque intimo y sexual que la hizo humedecerse mas de lo que ya estaba.
Con una seguridad que no tenia poso una de las manos sobre la mejilla del vampiro y deslizo la otra hacia el largo mastil que pronto los uniria. Sonrio ampliamente cuando Damon siseo al sentir su suave toque.
No hubo muchas florituras, solo un ligero balanceo de caderas y antes de darse cuanta sintio la punta entrar en ella; tan gruesa y grande que tuvo que decirle que parara; fue terriblemente divertido ver a ese vampiro, que habia masacrado a centenares de humanos, parase en seco y preguntarle con los ojos como platos si le habia echo daño.
-No...Solo...Mas despacio.-Pidio sintiendo como todos los vellos se le ponian de punta.
No supo que fue peor, porque Damon le hizo caso y el notar como esa gran extension entraba demasiado lentamente en su interior fue una deliciosa tortura.
-Ah.
Nunca dos simples letras la excitaron tanto como esas, sobre todo porque fue en el justo momento en el que Damon se enfundo por comppleto en ella. Fue una sensacion maravillosa, sobre todo cuando vio como los ojos danzaban entre el negro y el azul. Elena disfruto de ver al el hombre y el monstruo dentro de ella.
-Hola.- saludo acariciandole las mejillas.
-Hola.- Los filosos dientes brillaron cuando hablo con un suave y dulce baiben que la hizo jadear.
Fue lento y dulce...Al principio, porque pronto sintio como la necesidad se abria camino entre ellos. El ligero toque de Damon sobre sus pechos se hizo mas urgente, pasando de ser una ligera caricia a una fuerte presion sobre sus pezones que hizo que clavara las uñas en los hombros del vampiros. La mesa crujio por culpa de las embestidas cada vez mas rapidas; Elena se maldijo por comparar a ambos hermanos pero le resulto imposible no hacerlo. Sthephan siempre tenia cuidado con ella, por miedo a hacerle daño. Damon...Damon se empujaba dentro suyo con fuerza y le amasba el cuerpo con tanta fuerza que parecia que queria escaparsele.
Nada mas lejos de su intencion
Un fuerte grito se le escapo al notar como el vampiro se enfundaba hasta la empuñadura dentro de ella y se mantenia asi, tan adentro que por un momento penso que estaba tocando su utero. Nunca habia sentido nada parecio.
-Te quiero, Elena.- Jadeo el Salvatore hundiendo el rostro entre su cuello y mordiendola con fuerza.
Y eso fue suficiente. Antes siquiera de que pudiera responderle, de decirle que ella tambien le amaba y que no podia entender que habia como habia estado tan ciega para no haberlo visto antes, antes de todo eso; se corrio con un fuerte grito, uno de esos que hacen que la gente piensen que te estan violando o algo peor. Lo vio todo rojo y blanco. Todo su cuerpo parecio electrifcarse haciendo que lo sintiera todo, hasta el aire que le tocaba la piel y fue entonces cuando lo supo. Era su conexion. La conexion que la unia con Damon que habia entrelazado su propio orgasmo al de Damon intensificando el de ambos de forma exponencial.
Fue largo y explendoroso, en resumidas cuentas, fue el mejor orgasmo en la historia de los orgasmos.
Aun se hallaba cabalgando en las suaves curvas del orgasmo cuando noto como todo su cuerpo caia laxo sobre la mesa. Se habria dado un buen coscorron si Damon no hubiera cerrado con posesion las manos sobre su espalda y hubiera amortiguado la caida.
Menos mal que Jeremy se habia ido a ver a Bonnie y no volveria hasta el dia siguiente, porque si entraba en ese momento fijo que tendrian que gastarse toda la fortuna Salvatore en spicologos para su hermano; ya que estaba completamente estirada en la mesa del salon, donde ellos habian comido esa misma tarde, con las piernas colgando por el filo de la mesa y el pelo estirado por toda la superficie de madera. Damon no estaba en mejor posicion que ella misma, ya que sentia todo su peso muerto sobre el pecho; sentia la falsa respiracion del vampiro contra el cuello de la camisa y como este le terminaba de dar pequeños lamentones en la herida que el mismo habia provocado. Eso le hizo sonreir, era una situacion tan....Normal...No parecia que yaciera con un vampiro sino con un hombre completamente normal y era algo tan...Refrescante.
Iba a decir que habia sido genial, sabia que sonaba a topico pero le daba igual, queria que Damon supiera lo mucho que lo habia disfrutado pero algo debio pasar y era algo malo porque sintio como el masculino cuerpo se tensaba encima de ella y como un escalofrio le recorria el cuerpo. Fue gracias a la conexion que supo lo que pasaba.
Habia algo.
Afuera.
Algo malvado.
Se incorporaron sin siquiera mirarse, arreglandoser las ropas mientras se dirigian a la puerta de entrada. Nunca una simple hoja de madera le habia dado tanto pavor, fue como en esas peliculas de miedo en donde el pasillo se estira hasta limites insospechados y la puerta se hace diminuta al saber que, justo detras de ella, esta el mosntruo mas malvado de todos.
El tiempo se relentizo tanto que juraria que podia ver a Damon moverse a camara lenta. Avanzando hacia la puerta, alzando la mano y como esta dudaba durante un segundo antes de cerrase sobre el pomo y abrirla con tanta fuerza que casi se empotra contra la pared.
Elena no se habia dado cuenta de que estaba agarrada al hombro del vampiro hasta que vio quien se hallaba al otro lado de la puerta.
Sthephan.
Salvo que no era el. No era el hombre amable y de rostro sombrio que habia conocido. Nop, lo que quiera que habia al otro lado de la puerta no era un hombre, era un monstruo. Uno que destilan maldad por todos los poros. Recordaba a su novio con expresion preocupada y ojos tiernos. Pero la mueca que distaba bastante de ser una sonrisa y el odio que bañaba sus ojos le hizo saber que el Sthephan que ella conocia ya no existia.
El nuevo invitado alzo un poco la cabeza y olfateo el aire como si fuera un perro de caza, medio segundo la bajo y con una sonrisa macabra pregunto:
-¿Interrumpo?
Se sintio sucia nada mas oirlo. ¿Como era posible que pudiera cambiar tanto una persona?
-Sthephan.- Saludo Damon como si no se hubiera pasado varias semanas desaparecido.-¿Como tu por aqui? ¿Es que se te han acabado mendigos que masacrar?-pregunto con la maldad tiñiendo su voz.
El rostro del vampiro mas joven brillo con un odio que duro segundos para luego dibujar una sonrisa en la que solo enseñaba los colmillos.
-En realidad, he venido a disfrutar de mi chica. - Elena se estremecio cuando poso sus ojos sobre ella. No era una mirada normal, era la mirada de un desquiciado.-Te he echado de menos, nena.
-¿Que te parece si tu y yo nos damos una vuelta y charlamos?- A la joven Gilbert se le subio el corazon al pecho. ¿Iba a salir? ¿Con el?...¿Despues de la paliza que le dio?. No. No iba a dejar que eso pasara.
Damon fue a dar un paso pero se lo impidio cerrando con fuerza las manos sobre su hombro. No iba a dejar que nada se lo arrebatara. No ahora que se habia dado cuenta de sus sentimientos. Por los clavos de Cristo, ni siquiera habia tenido tiempo de decirle que compartian los mismos sentimientos.
-Elena.-gruño su amante mirandola por encima del hombro.
-No.- susurro completamente aterrorizada.-Quedate.
El rostro del mayor de los Salvatore se impregno, por un momento, de miedo; tardo demasiado en darse cuenta del porque. Era ella. Ella con esa jodida conexion que hacia que Damon sintiera el mismo miedo que ella sentia. Pero duro poco, el vampiro domino sus emociones rapidamente haciendo que le tuviera envidia, ojala pudiera hacer lo mismo, pero era...una simple humana.
-Oh..Vamos, Damon....Recuerda que puedo entrar en la casa cuando....-Sthephan dio un paso adelante mientras hablaba pero las palabras murieron en su boca cuando una barrera invisible le impidio el paso.-¿¿Que demonios??. ¿Una barrera??- Elena vio completamente alucinada como alzaba las manos y acariciaba una pared invisible.-¿Has revocado mi invitacion, puta??
No tenia ni idea de que le estaba hablando, no habia echo nada, o eso creia, pero ahora mismo estaba muy agradecida de que no pudiera entrar en su casa. Damon no estaba en su mejor momento y ella no era rival para Sthephan, aunque tuviera un pequeño arsenal en su casa.
La risa de Damon les hizo fijar su atencion en el.
-No fue ella, cara culo. Fui yo. Y Bonnie.- susurro mirandola fijamente para aclararle el asunto.
Eso hizo que bastantes piezas encajaran en el disparatado puzzle que se habia convertido su vida. Ahora comprendia porque su amiga habia estado en tan baja forma. Damon le habia pedido que revertiera la invitacionde Sthephan para asi poder estar mas seguro.
Ainsss....¿¿Se podia ser mas mono??
-Muy bien.- La voz del malvado vampiro la devolvio a la realidad.- ¿Vas a dejarme entrar?.
No tuvo que pensarlo mucho.
-Nunca.-Lo dijo de forma tan segura que penso que nunca se arrepentiria y ese fue su primer error ya que Sthephan no se lo tomo a mal, sino que sonrio ampliamente y alzando la mano hacia la derecha de la puerta, hacia donde ellos no podian verla siseo:
-Sino lo haces por las buenas, lo haremos por las malas.-Dio un fuerte tiron revelandoles el secreto que ocultaba.
-¡¡No¡¡-A Elena se le helo la sangre al ver como Jeremy aparecia en escena. ¿Como era eso posible? Su hermano estaba con Bonnie.
-Te preocupaste solo por la hembra, hermanito. No pensaste en el cachorro.- saliveo Sthephan apresando al joven muchacho contra su cuerpo y pasandole la lengua por el cuello.
-¡¡Jeremy¡¡- Elena estaba aterrorizada, no podia pensar con claridad. Una pequeña parte de su cerebro le decia que tenia que tranquilizarse, que sino lo hacia todo saldria mal ya que su union spiquica estaba bloqueando a Damon pero...le era imposible...Su hermanito pequeño estaba en los brazos del mal personificado. ¡¡Y no podia hacer nada¡¡
-Quiero que recuerdes, Elena.- siseo Sthephan.-Que esto es culpa tuya.-
Una sonrisa malefica.
Unos ojos tiñiendose de negro y
CRACK.
Jeremy cayo muerto en el suelo de su casa, en el porche donde habia aprendido a caminar y donde Matt la beso por primera vez. Su hermano cayo de espaldas con el cuello roto en un angulo extraño y los ojos vacios de vida.
-NOOOOOOOOOO....
Se lanzo sobre el sin pensar en las consecuencias, tenia que llegar a su hermano, arreglar lo que habia echo, decirle que dejara de jugar y se moviera, que estaban en un aprieto. Su mente sabia que Jeremy nunca se levantaria, que no volveria a abrir los ojos nunca mas, ni a meterse con ella, pero aun asi tenia que llegar a el, arrullarlo, mecerlo en sus brazos, no podia dejarlo solo.
No podia dejarlo morir solo.
Pero, como siempre le decia Damon, fue una estupida, porque al quere alcanzar a su hermano salio de la casa y de la proteccion que esta le brindaba cayendo de lleno en las frias garras del menor de los Salvatore.
-Jaque mate, hermanito.- susurro el malvado vampiro llevandose a Elena sin que Damon moviera ni un solo musculo.
CONTINUARA.