El amor...Ese estúpido sentimiento. 7/?

Aug 08, 2011 23:12



CAPITULO 7

-¿Como estas?-pregunto Jeremy comprobando el vendaje de aficionado que le había echo a su hermana.

Elena se tomo su tiempo para responder; dejando caer la cabeza en el respaldal del salón, con la mirada cansada, el cuerpo completamente laxo y los brazos reposando a cada lado de su cuerpo.

-Bien.- susurro con una sonrisa apagada.

Jeremy se mordió el labio inferior ante esa respuesta. Elena había cometido una locura, le había ofrecido su sangre a Damon; no estaba enfadado con el vampiro, bueno, al menos no tanto como lo estaba con su hermana.

Su mente viajo al mismo momento en el que entro en el salón, sonriendo de forma triunfal porque por fin había encontrado una jodida bolsa de sangre, y casi se le cae al suelo cuando vio lo que pasaba en la habitación:

Elena de rodillas, con un brazo extendido y el otro apoyado contra el suelo y su largo pelo castaño rozando la alfombra que su tía compro en un viaje a Aiowa. Junto a ella, Damon, también de rodillas, sujetando la muñeca de su hermana con ambas manos mientras bebía de ella de forma ávida.

La bolsa se le cayo de las manos nada mas verlo.

Damon, ese maldito bastardo estaba a punto de matar a su hermana.

Sin siquiera pensarlo corrió hacia la chimenea y agarro el atizador, dispuesto a reventarle la cabeza a vampiro. Se coloco detrás de el y le grito que parara, que iba a matarla, pero no le hizo caso. Damon siguió bebiendo con los ojos completamente negros. Jeremy alzo la barra de metal por encima de la cabeza y a punto estuvo de descargar la barra de metal cuando Elena hablo. Nunca sabrá si le paro las palabras dichas o la forma de decirlo. La voz de su hermana siempre había sido suave y aterciopelada, pero en esa ocasión sonó rasposa como la lija y terriblemente cansada.

-No.... Todo esta bien

Jeremy se quedo estático en el sitio, con el atizador por encima del hombro en la misma pose que un jugador de golf. El menor de los Gilbert sintió perfectamente como el corazón le golpeaba con fuerza las costillas al comprender lo que había pasado. Damon no había saltado sobre Elena para alimentarse como cualquier animal habría echo. No, Elena se había ofrecido en bandeja de plata para que el vampiro saciara su necesidad mas básica.

¿Es que su hermana estaba loca?.

Sabia en el lamentable estado en el que el Salvatore se encontraba. ¡¡Joder¡¡ Si el mismo lo había cargado durante veinte minutos. Conocida lo suficiente de vampiros para saber que, cuando se encontraba en semejante estado, no conocían a nadie, solo les importaba el comer.

Y la estúpida de su hermana va y se ofrece como si fuera un chuleton. ¿Es que no veía que no iba a parar?.

Jeremy sintió como la respiración le raspaba la garganta debido al nerviosismo. ¿Que hacer? ¿Reventarle la cabeza a su salvador o por el contrario perder a su hermana?

Un vampiro o su familia.

No fue una elección tan difícil.

Con la seguridad que le da a uno el hacer lo correcto cogió impulso haciéndose a la idea de lo asqueroso que seria limpiar los sesos del suelo del salón pero, sinceramente, le dio igual. Giro el pie y apretó las manos, estaba a punto de descargar el metal con todas sus ganas cuando Ana apareció en escena y, sin darle tiempo a reaccionar, se arrodillo junto a Damon y le susurro algo que no oyó.

No supo que dijo pero fue tan efectivo que el vampiro salto hacia atrás con un rugido de dolor y desesperación que recordaría durante el resto de su vida.

Lo siguiente paso a cámara lenta, él tirando el atizador al suelo que resonó con fuerza, Elena desplomándose en el suelo y Damon arrastrándose como podía hasta la olvidada bolsa de sangre para devorarla.

-Sabia que pararía. -Susurro su hermana justo antes de perder el conocimiento.

Jeremy no supo como reaccionar. Estaba allí, con Bonnie mirándolo horrorizada desde la puerta del salón, sentado en el suelo con su hermana en brazos, el vampiro alimentándose con vehemencia y Ana y Vicky mirándolo con superioridad justo delante de el.

-¿Estas bien?- La cansada voz de su hermana le trajo de vuelta.

-¿Que?-

-¿Que si estas bien?. Por un momento pareció que hubieras visto un fantasma.- Jeremy tuvo que morderse las ganas de mirar hacia el fondo del salón, donde sus dos invisibles amigas charlaban de forma silenciosa como si nada hubiera pasado. Como si no hubieran salvado a su hermana.

-Fantasmas...Si...Lo único que nos faltaba.- bromeo sintiendo como se le revolvía el estomago. -¿Como se te ocurrió ofrecerte así?- pregunto señalando con la cabeza hacia las escaleras, hacia donde Bonnie se había llevado a Damon para descansar.

Elena aspiro hondo y se acurruco un poco mas en el sofa.

-Sabia que pararía.

Jeremy quiso ponerse a gritar. ¿Que pararía? Sino hubiera sido por Ana su hermana estaría muerta. ¿Como podía llegar a ser Elena tan idiota?. Aunque eso le dejaba otra cuestión. ¿Porque la ayudaron?. Pensaba que las dos chicas estaban allí para atormentarlo, sin embargo no dudaron en entrometerse para salvarla. El joven Gilbert miro de refilon a su fantasmal séquito y tomo la decisión de que ya habia llegado la hora de enfrentarse a ellas.

-Voy a ir a casa de Damon.- Su hermana lo miro con cara de no entender nada.- Damon se ha bebido las tres bolsas de sangre que trajo y por como esta me da la sensación de que va a tener que tomar mucha mas.- Se felicito mentalmente a si mismo por haber sido tan listo de inventar una excusa lo suficientemente creíble como para que su hermana lo dejara marchar sin rechistar.

-Vale, pero ten cuidado, no sabemos quien le hizo eso a Damon.

El adolescente sonrió y sin darle tiempo a agregar nada mas le enseño el anillo, dejandole bien claro que no podría sufrir ningún daño.

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Bonnie no estaba nerviosa. Nop. Estaba...¡¡Histérica¡¡ Sabia que Damon no podria hacerle daño, no porque no fuera a intentarlo, sino porque con sus poderes podria rechazar cualquier tipo de ataque. Lo que realmente le molestaba era esa especie de fluctuación que hubo justo antes del ensordecedor rugido del vampiro.

No sabia que había pasado, era demasiado novata para saberlo, pero algo había ocurrido.

Tomo nota mentalmente de averiguarlo mas tarde. Ahora lo realmente importante era dejar comprobar que Damon estuviera bien. Y, aparentemente, parecía estarlo.

-Nghhh...-El vampiro se removió en sueños haciendo que tanto su cuerpo como su corazón dieran un brinco en el sitio.

-Damon, tranquilo, todo esta bien. Elena esta a salvo.- Sabia que era sucio jugar la carta de Elena pero prefería eso mil veces a enfrentarse a un vampiro hambriento.

Los grandes ojos azules se clavaron en los suyos nada mas oír el nombre de su amiga, eso hizo que el vampiro subiera unos cuantos puntos en su ranking. Damon se preocupaba por Elena hasta tal punto que a veces llegaba rozar lo enfermizo, en otras circunstancias no le habría gustado pero considerando el vuelco que habían tomado sus vidas, lo agradecía.

-Tu eres la chica a la que quería ver.- La voz le salio completamente derrotada, pesar de que una sonrisa derrotada se dibujo en su rostro. Bonnie arqueo una ceja nada mas oír eso. ¿Es que Damon estaba intentando ligar con ella?- Tengo un trabajo muy importante para ti. Tanto que, si lo haces bien, podría salvarnos la vida.- Esa frase le hizo olvidar por completo de todo lo demás.

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-¡¡No, por favor, no¡¡- La joven muchacha suplico por su vida, esperaba/rezaba que así se apiadara de ella y la dejara vivir. No sabia porque le estaba haciendo eso, porque le hacia tanto daño. No sabia nada, solo quería que parara.

Por el Amor de Dios, que pare.

-¡No, por favor, no¡- la voz de su raptor le llego divertida. Quiso echarse a llorar al comprobar que sus suplicas solo habían conseguido divertirlo tanto que hasta se puso a cantar su suplica.

-¡¡¿¿Porque haces esto??¡¡-pregunto sintiendo como las lagrimas le manchaban las mejillas. Intento liberarse una vez mas con el mismo resultado: Que las cadenas le mordieran las muñecas con tanta fuerza que le hizo sangrar.

-Tranquila, Elena....-susurro su captor acariciándole el rostro.

La joven se encogió sobre si mismo ante el frio roce y sin poder evitarlo gimoteo:

-¿Elena? Se ha confundido, señor...Yo no me llamo Elen....

No pudo terminar la frase ya que de un fuerte movimiento el hombre le arranco la ropa que llevaba dejándola completamente desnuda.

-Elena....Elena...-canturreo de forma sádica haciéndola llorar con mas fuerza.- Me siento an solo...¿Sabes cuanto tiempo llevo sin probar el calor de tus muslos?-Pregunto deslizando la mano entre sus piernas

-Arrggghhh.- Lloro al sentir la ruda caricia.-Pare, me hace daño.

-Oh....Créeme, amor mio....Esto es lo mas suave que voy a hacerte.

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Jeremy entro en la casa soltando el maletín medico que llevaba para la sangre. No estaba preocupado de que alguien lo descubriera, Damon estaba en su casa y Sthephan....Puf...por el Sthephan podría estar mirando un amanecer en el desierto del Gobhi y sin anillo. A el lo único que le importaba ahora mismo era:

-¡¡QUIERO RESPUESTAS¡¡¡ ¿Se puede saber de que coño vais?-Bramo dando vueltas sobre si mismo. Sabia que le habían seguido, nunca se alejaban demasiado así que siguió insistiendo, solo que a medida que iban pasando los minutos mas insultos iban abandonando su garganta.

Veinte minutos de insultos después.

No hace falta ser tan gráfico ¿Sabes?

Vicky apareció delante de el con los brazos cruzados y una mueca de enfado que casi la hizo parecer humana.

-Quiero saber que esta pasando...Lleváis semanas persiguiéndome y no tengo ni puta idea de porque. Ni siquiera os habéis dignado a hablar conmigo.

Nunca nos has preguntado. Esta vez fue Ana la que hablo, solo que no movió la boca. Jeremy comprobó con un poco de estupor que hablaban con su mente. Siempre te has dedicado a ignorarnos. Así que...¿Para que hablarte?

-Muy bien, pues ya tenéis toda mi atención. ¿Porque estáis aquí?

¿No es evidente, niñato? . Vicky hablo con su tono borde tan peculiar. Viendo que Jeremy no sabia de lo que estaba hablando agrego: Estamos aquí por ti

Un escalofrió le recorrió el cuerpo nada mas oir esas palabras.

-¿Queréis matarme?-pregunto en un jadeo.

Ambas mujeres sonrieron divertidas.

-No. - La respuesta fue tan unánime que lo dejo completamente descolocado. Sino querían matarlo por seguir vivo ¿Que demonios querían?

-¿Entonces?.-Miro a ambas fantasmas con el cuerpo completamente recto.

-No nos malinterpretes, Jeremy- Hablo Ana obligandolo a bajar mas la cabeza para poder mirarla.-No estamos contentas por eso de Bonnie te haya resucitado. Te llego la hora y esa humana te arrebato de los brazos de la muerte.

-Hay un plan para todos, Jeremy. -Esta vez fue Vicky la que hablo.-Seguro que ya sabia eso. Todos tenemos un objetivo en este ciclo de la vida y el tuyo era morir en el bar.

El corazón del muchacho dio un brinco nada mas oír esas frases. Lo sabia, desde que abrió los ojos supo que algo no iba bien, que el no debiera de estar allí.

-Sino vais a matarme, y tampoco habéis venido a hacerme daño a través de mi familia....¿Que hacéis aquí?¿Torturarme?

Ambas mujeres se miraron en una cómplice sonrisa.

-Estamos aquí para evitar que entorpezcas mas aun los acontecimientos.- soltó la vampira sin pestañear.

-¿Por eso ayudasteis a Damon a soltar a Elena?- Si claro, y va el y se lo cree. Estaba allí, Damon no iba a soltar a su hermana, iba a sorberle la vida sin importarle nada.-¿Es que tengo cara de imbecil?

[I-Pues si.-] [/I] respondió Vicky de forma mordaz, tal y como el la recordaba.-Todo esta escrito, Jeremy. Y Elena habría conseguido que Damon parara. Es mas TIENE que conseguirlo.

Esa ultima frase lo dejo completamente descolocado. ¿Es que habia un gran plan?

-¿Que quieres decir con eso?

La ultima respuesta que obtuvo que ambas se desvanecieran delante de sus ojos con una sonrisa en los labios.

-MALDITA SEA.

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Sentía los músculos pesados, parecía que en vez de brazos tenia pesas de diez toneladas, las piernas entumecidas protestaban con cada paso, pero el hambre y sed era mas apremiante que la morriña. Cuando permitió (o mas bien obligo) a Damon a beber de ella no pensó que se sentiría así. Cuando lo hacia con Sthephan, siempre se quedaba como si nada, tal vez un leve mareo o poco mas; pero con el mayor de los Salvatore...Con el parecía que había subido y bajado tres veces el K2.

Se dirigió a la cocina con una sonrisa en los labios sin poder evitar imaginarse a Damon a la hora de tener sexo. Creía que el sueño que había acontecido antes de que Jeremy entrara en escena con el vampiro en brazos era bueno, pero después de haber sentido los labios sobre su piel, la forma en que la lengua se deslizaba por su muñeca y como ambas manos se cerraba con posesión sobre su pobre brazo...Después de eso, sabia perfectamente que el sueño no le había echo justicia al original.

Abrió la nevera con pesadez y se pregunto que podría comer, un yogurt liquido de poco mas de medio litro apareció ante sus ojos. Lo agarro casi con reverencia y bebió avidamente.

Le supo a gloria.

Dio dos sendos tragos mientras se dirigía escaleras arriba. Jeremy aun no había vuelto de la casa de los Salvatore y Bonnie salio corriendo hacia media hora para hacer no sabia que. La verdad era que estaba tan echa polvo que no le presto atención.

Subir las escaleras fue toda una odisea, pero aun así lo consiguió. Hizo una pequeña parada en el baño en la cual maldijo en varias ocasiones cuando, nada mas bajarse las bragas, le protestaron todos los músculos del cuerpo. Tardo el doble de lo que hubiera tardado habitualmente. Luego continuo hasta su cuarto pero se paro en el umbral, dando pequeños sorbos al yogurt y mirando fijamente su cama. No le apetecía estar allí, en realidad no le apetecía estar sola. Casi sin pretenderlo, su cuerpo giro hacia el cuarto de su tía; se quedo embobada mirando la puerta sin saber muy bien que hacer. No tuvo que perder mucho tiempo pensando. Antes siquiera de darse cuenta estaba abriendo la puerta pero no tuvo valor para entrar.

Desde esa posición podía ver perfectamente toda la habitación con una oscuridad solo rota por la puerta medio abierta. Podía ver a Damon, o mas bien sus piernas largas, estiradas en la cama, seguía llevando los pantalones negros destrozados pero Bonnie había sido buena enfermera y le había quitado las botas y los calcetines. Ese simple gesto hizo que los vellos de la nuca se le pusieran de punta, no sabia porque pero le daba la sensación de que Damon acababa de encajar en algún sitio. De que por fin había encontrado un lugar donde quedarse y echar raíces.

Dibujo una sonrisa en su rostro ante ese pensamiento tan infantil. Damon era un vampiro, un ser inmortal, no iba a quedarse en Mistyc Falls para siempre y con la de problemas que le estaban dando los Gilbert estaba segura de que pondría pies en polvorosa en cuanto se recuperara. Aun así le gusto tenerlo, era un pensamiento tan bonito.

Bebió de forma distraída mientras seguía con su escrutinio, las piernas las veía perfectamente pero al llegar a la altura de las caderas todo se difuminaba, veía el cinturón y la camisa desgarrada pero solo su contorno; el pecho completamente quieto, como un muerto y el rostro....El rostro quedaba completamente en las sombras, no podía ver su perfil, ni su cabello, ni esos preciosos ojos.

Elena quiso dar un paso al frente, entrar en la habitación y acurrucarse a su lado, pero Damon dormía con las dos manos sobre el estomago, supuso que era porque le dolerían las costillas y eso significaba que, si se acostaba a dormir a su lado, seguramente le haría mas mal que bien. Con el corazón lleno de pesar se dispuso a cerrar la puerta, agarro el pomo y ...Entonces sintió algo. Fue una sensación extraña, algo parecido a un escalofrió que empezó en la nuca y le acaricio toda la columna vertebral hasta cerrarse sobre sus riñones. No fue una sensación para nada desagradable, es mas, le arranco un jadeo que la hizo tambalearse.

-Hola, princesa.- La voz de Damon todavía sonaba rota y muy cansada pero aun así le agrado el oírla.

Mejor eso que no volver a oírla.

Elena volvió a fijar su vista en la cama y aunque no podía verle el rostro sabia que la estaba mirando, incluso sonriendo.

-He sentido como te despertabas.- Susurro sin saber porque lo decía, simplemente lo sabia.

-Yo te he sentido entrar.

-¿Como?....

-¿Como es posible?...Sinceramente, no lo se. Hubo una época, cuando yo era un vampiro joven, en el que se rumoreaba que si un vampiro estaba apunto de morir y un humano lo alimentaba hasta el punto de perecer el también, se formaba una especie de conexión entre ambos.- Hablo con tono pausado y lento, tanto que por un momento Elena pensó que estaba volviendo a dormirse mientras hablaba

-¿Conexión?¿Quieres decir que ahora sentire a todos los vampiros que se me acerquen?- No sabia si podría con eso, sabia por los Salvatore que había decenas de seres de la noche desperdigados por todo el mundo. ¿Como iba a sobrevivir con ese tipo de conexión?

-No, princesa. Solo a mi...Solo me sentirás a mi.-Damon susurro tan bajo y de forma tan dulce que le pareció lo mas erótico del planeta, tanto que sintió como los pezones le picaban, tuvo que hacer un acopio de fuerza para no empezar a tocarse. El vampiro soltó una pequeña risita pero no dijo nada mas.

-Eso suena....Muy intimo, ¿No? Y....¿Les ha pasado a mucha gente?

-¿Te refieres a que un humano alimentara a un monstruo sediento de sangre hasta tal punto en el que los dos murieran?-Utilizo el típico tono chulesco por el era conocido y a diferencia de las demás veces Elena no se molesto por ello, mas bien todo lo contrario.

-Veo que no.- casi rio- ¿Y eso en que nos afecta a nosotros? A parte de que pueda sentir cuando te despiertas.

Damon callo durante unos minutos, luego chasqueo la lengua y con un gesto de lo mas familiar palmeo el colchón dándole a entender a la muchacha que queria que se sentara con ella.

Tap, Tap.

Elena casi fue dando saltos consiguiendo así arrancar una sonrisa dulce del vampiro.

-No lo se, supongo que tendremos que ir descubriendolos. A lo mejor tenemos suerte y puedo ordenarte hacer lo que quiera y tu cumplirlo.-Bromeo dejandole hueco entre su brazo y su pecho. La joven Gilbert rió divertida y le dio un pequeño golpe en el brazo mientras se acomodaba en el hueco.-Auch, no me pegues, que estoy convaleciente....A todo esto....¿Un sorbito?

A la distancia que estaba si pudo ver los gestos del vampiro que sonrió de forma picara mientras alzaba las cejas y se pasaba la lengua por los labios de forma golosa.

-No, estoy muy cansada. Si te portas bien a lo mejor te doy una bolsita de sangre cuando despiertes.

Damon gruño ante eso y se acomodo mejor en la cama, moviendo de paso a Elena que termino con la cabeza contra el pecho del vampiro. Una persona normal, en esa posición, se habría deleitado con el bombeo del corazón de su pareja, pero Elena Gilbert no era una persona normal y su compañero de cama no era para nada normal. Ella solo escuchaba silencio. Y era tan...Tan relajante.

Poco a poco el sopor se fue adueñando de ella. Esa sensación rara volvió pero al saber lo que era no se asusto, es mas, la abrazo y dejo que la recorriera, no sabia lo que acarrearía ese tipo de unión pero en ese momento le pareció lo mejor del planeta.

-Elena.- llamo Damon con el mismo tono cansado. No respondió, solo se acomodo un poco mejor, dejando que su largo cabello se esparciera por toda la almohada, le llevo un buen rato darse cuenta de que la sensación había vuelto porque Damon había enredado un dedo en su pelo y se dedicaba a enroscarlo y desenroscarlo de forma lenta.-¿Recuerdas las reformas que estoy haciendo en casa?

Ummm....

Nunca pensó que esa frase tan...Monótona pudiera salir de la boca de Damon...Las reformas que estoy haciendo en casa. Elena se derritió en el sitio nada mas oir eso

-Si....¿Que les pasa?

-No son reformas, en realidad estoy llenando tu casa de armas defensivas por si el vampiro que me ataco decide atacarte.

El sopor que se estaba apoderando de la joven se evaporo al oír semejantes palabras.

-¿¿¿QUE???- Pregunto incorporándose con rapidez y sin importarle la mueca de dolor que arrancaba del Salvatore al hacerlo.

-¡¡Cuidado¡¡-gruño llevándose las manos a las costillas.- Digo que el vampiro puede atacarte a ti y que por eso estoy....

Elena alzo la mano para que callara pero como siempre Damon la ignoro y siguió relatandole donde había escondido las diferentes armas....Había puesto una en el retrete...¡¡Increíble¡¡ Es que ese sádico iba a atacarla mientras hacia sus necesidades

-¡Para¡...¡Para¡¡¡ ¡¡¡PARA¡¡-ordeno tapándole la boca con la mano haciendo que a Damon se le quedara una cara de lo mas graciosa ante el gesto.

-¿Es Klaus?- Damon negó con la cabeza-¿Katherin?- misma respuesta.- ¿Algún vampiro antiguo que quiera matar a la replica?- otra negativa.-Entonces...¿Porque quiere matarme?...

El vampiro alzo lentamente la mano y la cerro sobre la muñeca de Elena que se estremeció ante su tacto, luego la deslizo lentamente hacia abajo hasta dejarla sobre su regazo. A la joven no le paso desapercibido que ni el la soltó ni ella hizo ademan de soltarse. Damon hablo con la voz menos cansada pero igual de rota que antes.

-Es Sthephan.

CONTINUARA

nr-18, cronicas vampiricas

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