Porque soy una maldita paranoica, porque pienso continuamente en que las risas persiguen mis pasos y me señalan al verme llorar, porque temo amar y ser amada por la crueldad esquizofrénica de unas palabras volátiles, y por mil razones más sin sentido alguno he decidido colocarle una puerta a mi diario, y darles llaves de cristal a mis ciberamigos.
Si quieres formar parte de este circulo vicioso rompe el silencio sepulcral.