LETTERS TO SOMEONE.
Nunca le había escrito TANTAS cartas a una sóla persona. Ni siquiera a mi misma.
"Me gustaste por TRES largos años. Sólo lloraba una vez cada tres o cuatro meses, enlas noches, por tí, Y eras mi fantasía en ellas.
Todos los días te veía, y eso me provocaba mariposas en el estómago. Aún recuerdo esa vez que te sentaste en el banco, en frente de mí. No sabes como me hiciste sentir: tan feliz, la primera vez que sentí esas mariposas; la primera vez que se me congelaron las piernas, y me inmovilicé.
Al final de esos tres años, luego de tantas lindas y a la vez vergonzosas experiencias, supe que te gustaba, al menos un poco; y tú supiste que me gustabas. Pero fue demasiado tarde. Nunca nos volvimos a ver.
Al menos aprendí a usar delineador de ojos..."
"Desde que entré a esa escuela te conocí.
(Que tonta... ahora mismo estoy sonriendo.)
Nos tocó en el mismo salón (en los cursos); te sentabas al otro extremo del aula.
Desde un inicio captaste mi total atención. No tenía idea alguna de que me atraparías dibujando. Me sobresalté otra vez.
-¿Tú también dibujas?- Eso preguntaste. ¿Cómo es que todavía lo recuerdo con tanta vividez?
Te mostré mis garabatos, y tú hiciste lo mismo. Te dije que dibujabas muy bien. Dibujabas precioso. Y además eras poeta.
Fue de las mejores, de las más lindas experiencias que recuerdo; y se volverían aún mejor.
Cual fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que nos había tocado en el mismo salón, otra vez. Y esta vez me senté al lado tuyo.
Me gustabas, y poco a poco me percaté deque sentías lo mismo hacia mí. Y me lo dijiste. El 7 de octubre, un miércoles. Al día siguiente te respondí un sí. En ese momento no pude ser más felíz.
Pero, ni siquiera parecíamos pareja. Yo era soy muy penosa, tanto que ni pide besarte cuando me diste la oportunidad.
Esa felicidad se derrumbó en siete días. A partir del octavo, empecé a escribir y dibujar pura tristeza: dibujaba corazones rotos, atravezados por una y mil dagas, cubierto todo de sangre.
Sólo fue despecho. A tí siempre te gustó alguien más.
Y lloré en frente de tí, te abracé y dije que lloraba por tu culpa.
El dolor que me causaste vivió por menos de un año. Cuando acabó, me sentí tan tranquila, despreocupada y libre. Pero ya no volví a verte de la misma forma.
Al menos aprendí a dibujar rosas..."
"Ya he escrito demasiado para tí; todavía no me cansa hacerlo. Por ahora ya no escribiré, tengo demasiadas "cartas" en mi buzón dirigidas a tí.
Es hora de que deje eso por un momento. Mientras, comeré un chocolate, sabe mejor que tú. :)"
Escrito un...rayos, no anoté la fecha. Pero fue antes de vacaciones.
"Me gustaste por TRES largos años. Sólo lloraba una vez cada tres o cuatro meses, enlas noches, por tí, Y eras mi fantasía en ellas.
Todos los días te veía, y eso me provocaba mariposas en el estómago. Aún recuerdo esa vez que te sentaste en el banco, en frente de mí. No sabes como me hiciste sentir: tan feliz, la primera vez que sentí esas mariposas; la primera vez que se me congelaron las piernas, y me inmovilicé.
Al final de esos tres años, luego de tantas lindas y a la vez vergonzosas experiencias, supe que te gustaba, al menos un poco; y tú supiste que me gustabas. Pero fue demasiado tarde. Nunca nos volvimos a ver.
Al menos aprendí a usar delineador de ojos..."
"Desde que entré a esa escuela te conocí.
(Que tonta... ahora mismo estoy sonriendo.)
Nos tocó en el mismo salón (en los cursos); te sentabas al otro extremo del aula.
Desde un inicio captaste mi total atención. No tenía idea alguna de que me atraparías dibujando. Me sobresalté otra vez.
-¿Tú también dibujas?- Eso preguntaste. ¿Cómo es que todavía lo recuerdo con tanta vividez?
Te mostré mis garabatos, y tú hiciste lo mismo. Te dije que dibujabas muy bien. Dibujabas precioso. Y además eras poeta.
Fue de las mejores, de las más lindas experiencias que recuerdo; y se volverían aún mejor.
Cual fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que nos había tocado en el mismo salón, otra vez. Y esta vez me senté al lado tuyo.
Me gustabas, y poco a poco me percaté deque sentías lo mismo hacia mí. Y me lo dijiste. El 7 de octubre, un miércoles. Al día siguiente te respondí un sí. En ese momento no pude ser más felíz.
Pero, ni siquiera parecíamos pareja. Yo era soy muy penosa, tanto que ni pide besarte cuando me diste la oportunidad.
Esa felicidad se derrumbó en siete días. A partir del octavo, empecé a escribir y dibujar pura tristeza: dibujaba corazones rotos, atravezados por una y mil dagas, cubierto todo de sangre.
Sólo fue despecho. A tí siempre te gustó alguien más.
Y lloré en frente de tí, te abracé y dije que lloraba por tu culpa.
El dolor que me causaste vivió por menos de un año. Cuando acabó, me sentí tan tranquila, despreocupada y libre. Pero ya no volví a verte de la misma forma.
Al menos aprendí a dibujar rosas..."
"Ya he escrito demasiado para tí; todavía no me cansa hacerlo. Por ahora ya no escribiré, tengo demasiadas "cartas" en mi buzón dirigidas a tí.
Es hora de que deje eso por un momento. Mientras, comeré un chocolate, sabe mejor que tú. :)"
Escrito un...rayos, no anoté la fecha. Pero fue antes de vacaciones.