Título: Tímido y Fogoso
Rating: NC-17
Pairing: Manuel Pellegrini/Matías Fernández
Disclaimer: Más falso que el perro que habla.
Resumen: Un virgen Matías Fernández se entrega al ser que más quiere, con timidez y temor, pero lo desea y lo ama profundamente.
Ideado vía Twitter. Dedicado a mi amigui
soviet_star 'No puede estar pasando'
Esto se planteaba el joven Matías Fernández mientras se acercaba discretamente a la habitación del entrenador del Villarreal, compatriota, treinta y tres años mayor que él.
Lo había llamado mientras todos dormían.
Sabía que iba a ser la primera y la última vez. Aunque la primera de muchas...
-Shhh...- Pellegrini le decía a su joven dirigido- tranquilo.Estás temblando, chiquillo.
- Lo sé. Es que no sé que va a pensar la gente cuando se entere que----
- ¿Qué? ¿Que soy treinta y tres años mayor que tú? No pienses en nada más. Yo te amo, Matías... desde que te viniste acá transferido. Te he enseñado a ser lo que eres. Me alegra estar contigo.
-Esa es la cosa...
-¿La cosa de qué?
-Usted y yo.
-No te preocupes. Los demás se callarán.Te espero aquí.
El joven se demoró un buen rato. Al volver estaba sin ropa interior abajo, prendió la luz.
-Míreme.
- ¡Pero qué chiquillo tan regio! Me encantas con la camiseta puesta.
-Venga acá- dice Matías con timidez.
Manuel se paró donde estaba Matías, en la esquina de la pared.
- Mire... no suena fácil, pero quiero decirle que lo amo.
Para mi es un gran honor estar con usted. Lo seguiré donde quiera que vaya- dijo Fernández mientras le sacaba la ropa con cuidado, como un sirviente con su patrón.- no pensaba...en llegar a esto... sinceramente- decía muy tímidamente con su voz que engañaba en ronquera.
Luego, en silencio le deshizo los pantalones.
Pero al ver el cuerpo de Pellegrini al punto del desnudo, quería fugarse. Se sentía culpable, inferior a cualquiera, sentía que tenía poca o nula hombría en su persona.
- Tranquilo, Matías. Lo estás haciendo bien- susurraba Pellegrini mientras lo besaba en la mejilla.
- ¡Abráceme bien fuerte!- dijo Matías llorando.
Sabía que el momento se venía. Se puso a llorar en sus brazos.
-Dígame que no es el momento y nos vemos otro día- dijo Manuel.
-No, no es eso...quiero seguir- acota el chileno.
En el intertanto, Manuel se sacó los zapatos de cuajo y se salió de los pantalones.
Se sentía con todo el deseo de entregarse a Manuel. Sabía que después de aquella vez no vendría otra... al menos eso era lo que pensaba el jugador.
Nunca había hecho el amor con un hombre en su vida. Le habían dicho cosas malas sobre aquellas conductas cuando aún estaba formándose en Colo-Colo.
Pero está en una patria con un poco más de apertura. El tiene libertad. El lo sabe muy bien.Y lo supo cuando llevó a Manuel a la cama y recorriendo su cuerpo ya desnudo con tímidos besos y caricias. Le daba miedo, pero su deseo de entregarse a él borraba todo miedo y temor al 'qué dirán'.
Sus labios gruesos y lozanos se contraponían a los añosos, pero cargados de experiencia de Manuel.
Las bolsas en los ojos no significaba signo de fealdad para Matías. Su camiseta del Villarreal rozaba la piel del entrenador ad portas de firmar por el Real Madrid. La textura de la prenda deportiva hizo que los pezones de Manuel se erectaran. Adoraba la suavidad de la prenda. Exploró bajo la ropa y se encontró con un suave cuerpo. Las caricias también hacían excitar a su compañero, pero que no atrevía a expresar cuánto gustaba su caricia. Las huellas digitales del ingeniero se impregnaban en cada milímetro de piel del joven talento.
Sin embargo, faltaba algo.
No lo deja. Ya era tarde. Los dos en la cama. Matías tenía su virginidad con los segundos contados.
El conteo estaba en su cabeza, su mente le decía:
CINCO
- Sé que no he tocado casi nada sus labios y sé lo que me quiere hacer...
estoy listo...
CUATRO
- Estoy así porque usted es el primer hombre de mi vida.
Y yo vengo a entregar...
TRES...
-...algo super preciado... ud.sabe bien que ningún hombre me ha tocado en la vida.
DOS
-Usted sabe qué...-dice sacándose la camiseta quedando desnudo.-acá estoy...
UNO
- Soy todo suyo. Hágame el amor...
CERO...
Los rostros convergen en pasión, que luego da paso a una vorágine ardiente conformada por besos y caricias... Manuel adoraba el cuerpo desnudo de Matías per se. Las alabanzas en los camarines, ahora se convertían en posesión. No era una posesión. Tal como dijo él, deseaba con lo más profundo de su alma hacer el amor.
Y de hecho era amor lo que hacían, involucrando reacciones biológicas genitales de por medio. Corazón latiendo a mil por hora. Ambos querían sentir... ambos querían iniciar aquello. Las manos venosas de Manuel en las caderas del lozano Matías... ya los sonidos salen de sus gargantas, aunque no del todo...
El sudor y el calor se apoderaban de ambos cuerpos. Todo suave y pausado. Cada beso y caricia de Manuel era apreciado como oro del rey Midas. Y esa apreciación Matías lo expresaba, pero no precisamente con palabras...como aquella canción de la Reina del Pop que polémica causó en su época, con esos extraños baños de sonido en el que decía que justificara su amor. De hecho, Matías estaba justificando su actitud. Se desnihibía lentamente...aunque el miedo a ser penetrado predominaba; pero una vez más los besos borraban todo miedo y todo temor posible creado en la barrera mental de su persona.
No quería perder la perspectiva visual. Como cuales amantes en la tormenta de verano dispuso al joven ardiente y tímido entre sus piernas enroscadas como serpientes en la vara de Esculapio y al igual que ella se miraban a los ojos. Besos al cuello y fenecía en sus brazos como cual polvo narcótico salido de la caja que abrió ingenuamente Psiquis...
Sólo un leve suspiro salió de sus pulmones.
La perspectiva cambió. No así la visual, sólo el ángulo del lecho.
El sudor era notorio en su pelo.
Las piernas se levantan. Pellegrini logra entrar en territorio vedado... su miembro corrobora que está ahí, que traspasó las fronteras...entrando y saliendo a velocidad constante.
Sin temor a nadie, sin miedo a nada, oscilando suavemente, dibujando sinusoides amplias con su pelvis, curvándolo...
la experiencia se siente.
El joven lo nota.
Lo mira con rostro de dolor, pero a la vez siente placer. El aire se consume. Muerde sus labios.
Un gemido suave y profundo sale de sus labios, como un canto al placer... el tiempo se pierde, una lágrima surca el rostro mientras Fernández toca con fiereza los glúteos de su amado mayor que él.
Ya no le importa nada...
Como aquella cantante francófona plasmó en una inmortal melodía,no se arrepiente de nada.
Está con él... lo está corroborando, con su cuerpo electrizado y ardiendo en éxtasis...
Luego de aquello sólo quedan los rescoldos, pero aquellos se reactivan cuando Manuel se sale de la cama... otra vez las piernas se alzan, ya Matías ha derrochado su esperma en su cuerpo...
Sus manos en sus caderas sirven de apoyo para volver a cruzar la frontera.
Atraviesa con más fuerza que nunca.
Su pelvis se arquea con lentitud...
Manuel lo pregona con un suspiro.
... Matías lo acompaña gimiendo...
los dos a coro.
A gusto...
Apasionados...fogosos...
Manuel cae exánime sobre Matías, besando su ombligo y luego llegando a su boca.
Jadeando le dice:
- Eres tímido...tímido y fogoso...
- Gracias por hacer de esta noche la mejor noche de mi vida. Se lo agradezco de corazón.
Estas palabras las dice mientras Manuel apoyaba su cabeza sobre el pecho de Matías, mientras su latido era la percusión que necesitaba escuchar.
-Matías...Matías...
-Dígame.
-Desde hoy ya no me llame más profe.
- ¿Será porque se va al Real Madrid?
- Está confirmado. Me voy. Pero ten la certeza que desde hoy en adelante me amarás más que nunca.
- Yo lo amo.
- Pero tutéame. Ya no serás mi dirigido... todo terminó...
Matías se colocaría a llorar como cual infante abandonado...
- Me cuesta tutearlo... nunca le voy a faltar el respeto, jamás. Y lo que hicimos ¿no fue falta de respeto?
-Absolutamente ninguna - replica Manuel.
El rubor sexual estaba delatado en el cuerpo de Manuel.
- Eso de que no seré más su dirigido...significa que...¿seremos libres?
- Pongo la rúbrica...y somos libres.
Matías lloraba...
Pero lloraba de felicidad
¡Qué buena noticia! ¡No más obstáculos ni límites!
Pellegrini es técnico del Real Madrid, pero eso no es impedimento para amar a Matías.
Ál contrario...
ya no existen las fronteras de ser entrenador y jugador, dentro del mismo equipo.
Ahora pueden amarse sin atadura alguna...
Matías no perdió a Manuel ni viceversa.
Se ganaron el uno al otro... porque ahora pueden amarse con toda la libertad que merecían...desde el principio.
FIN HISTORIA
RANCAGUA, 04 JUNIO 2009