[merlin] ecos (morgana) || spoilers 4x03
Fandom: merlin
Título: ecos de una despedida
Personajes: morgana.
Advertencias: spoilers 4x03.
Palabras: 350
Resumen: inspirado en la última escena de morgana en el 4x03. y empujandola un poco hacia adelante. básicamente.
Los siguientes días se escurren entre sus dedos. Dulces y amargos. Solitarios por sobre todo. Se deslizan bajo su cama, como fantasmas de otra vida, y se enrollan entre sus piernas, raíces que le anclan a tierra. El sol brilla entre el polvo de su vivienda, destellos pequeños que le proponen un despertar, pero no lo ve. Amanece y atardece con la lentitud de mil mares y la indiferencia de los muertos. Ella escucha el susurro del tiempo sobre su rostro oculto entre las mantas, pero no hay razón para hacerle caso. Cumplió un objetivo. Cumplió el objetivo. Y aún así, no hay satisfacción suficiente, si acaso pena innecesaria.
“¿Es esto lo que querías?” Palabras que resuenan como eco cada mañana. Cada hora, pesadillas que se cuelan en su eterno descanso. Sí, sí, sí, sí, quiere gritar. Quiere mentirse. Quiere. No lo hace. La respuesta se pierde en el silencio.
Funciona por monotonía. Por rutina. Por honor a la memoria -no se detiene a pensar de quien. No tiene verdadero apuro, ya no es capaz de cuantificar el tiempo ni tiene la necesidad. Agravaine insiste. Ella responde. Mide los avances según la espesura de la niebla de su mente. Son dos adelante y tres para atrás. Y algún que otro indicio de querer despejar.
“¿Es esto lo que querías?” A veces no es más que una memoria que cuelga de su cuello. Una cadena que quema su piel con el recuerdo del dolor, de una noche, de mil noches, de toda su infancia, de todo Camelot. “¿Es esto lo que querías?”
¿Por qué no? Ya no sabe ni porqué lucha. No hay nada en este mundo que valga la pena. Salvo quizás, intentarlo.
Las noches se escurren como la lluvia, húmedas y grises, por los pliegues de su piel. Allí donde se esconden las mentiras que una vez le contaron, y otras tantas se mintió. Se entremezclan entre sueños y pesadillas, se convierten en obsesiones que completan los vacíos impolutos que no sabe rellenar. Porque, eventualmente, las noches simplemente transcurren en la espera de que sepa la respuesta cuando logre despertar.
Título: ecos de una despedida
Personajes: morgana.
Advertencias: spoilers 4x03.
Palabras: 350
Resumen: inspirado en la última escena de morgana en el 4x03. y empujandola un poco hacia adelante. básicamente.
Los siguientes días se escurren entre sus dedos. Dulces y amargos. Solitarios por sobre todo. Se deslizan bajo su cama, como fantasmas de otra vida, y se enrollan entre sus piernas, raíces que le anclan a tierra. El sol brilla entre el polvo de su vivienda, destellos pequeños que le proponen un despertar, pero no lo ve. Amanece y atardece con la lentitud de mil mares y la indiferencia de los muertos. Ella escucha el susurro del tiempo sobre su rostro oculto entre las mantas, pero no hay razón para hacerle caso. Cumplió un objetivo. Cumplió el objetivo. Y aún así, no hay satisfacción suficiente, si acaso pena innecesaria.
“¿Es esto lo que querías?” Palabras que resuenan como eco cada mañana. Cada hora, pesadillas que se cuelan en su eterno descanso. Sí, sí, sí, sí, quiere gritar. Quiere mentirse. Quiere. No lo hace. La respuesta se pierde en el silencio.
Funciona por monotonía. Por rutina. Por honor a la memoria -no se detiene a pensar de quien. No tiene verdadero apuro, ya no es capaz de cuantificar el tiempo ni tiene la necesidad. Agravaine insiste. Ella responde. Mide los avances según la espesura de la niebla de su mente. Son dos adelante y tres para atrás. Y algún que otro indicio de querer despejar.
“¿Es esto lo que querías?” A veces no es más que una memoria que cuelga de su cuello. Una cadena que quema su piel con el recuerdo del dolor, de una noche, de mil noches, de toda su infancia, de todo Camelot. “¿Es esto lo que querías?”
¿Por qué no? Ya no sabe ni porqué lucha. No hay nada en este mundo que valga la pena. Salvo quizás, intentarlo.
Las noches se escurren como la lluvia, húmedas y grises, por los pliegues de su piel. Allí donde se esconden las mentiras que una vez le contaron, y otras tantas se mintió. Se entremezclan entre sueños y pesadillas, se convierten en obsesiones que completan los vacíos impolutos que no sabe rellenar. Porque, eventualmente, las noches simplemente transcurren en la espera de que sepa la respuesta cuando logre despertar.