english: So, sadly, I have nothing to you guize, but I wanted to explain the overflow of stories in spanish you'll see today & tomorrow. You may have known that yesterday was the Femslash Day, some time ago, a sorta... meme was done in the Spanish fandom because of this. And now, having the date come to pass, I want to post everything I wrote for then here. So, I'll be posting all these and well, just wanted to say sorry for flowing your flist! Thanks for keeping up with me ♥
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español: QUizás sepan, quizás no, pero hace un tiempo se planteo la segunda edición del
amigo invisible del femslash. El ehcho es que respondí a unos cuantos peidos y por alguna obsesa razón, quiero tener todo publicado aquí, así que voy a estar publicando entre hoy y mañana los diferentes fics hechos :DDD Y les recomiendo que de todas formas pasen por el post original porque hay bellezas increibles ocultas allí dentro :DD
Also, por si alguien aún quiere participar:
MEME DE LAS PERLAS. ♥
Primer fic es de Dollhouse (no solo porque fue el primero que escribí para el AIdF, sino porque acabo de terminar de ver Echo (aunque no E1) y estoy en el mood, ok? XD
Fandom: Dollhouse
Título: Turbaciones.
Palabras: 624
Advertencias: PG13 | femslash
Personajes: Claire/Echo
Resumen: A Claire le perturba Echo. A Echo no le perturba Claire. Todo es tan incotrrecto y al mismo tiempo tan natural. Todo está en las caricias y las cicatrices. O quizás, todo está oculto en lo perturbado del asunto.
Notas: Excuzando el feo!resumen por favor, publicado por primera vez
aquí para
mina_lovette. Un experimento que ha quedado mejor de lo que esperaba :DDDD
A Claire le perturba Echo. No tiene muy claro por qué, solamente que es algo que nace desde el fondo de sus entrañas y se dispersa por el resto de su cuerpo hasta hacer temblores de ella. A veces es físico, Echo se inclinará hacia ella y seguirá la línea de sus cicatrices con la delicadeza con la que toca la porcelana. Solo que ella de perfecta no tiene nada y el daño en su rostro es demasiado íntimo, demasiado suyo, y se siente violada. A veces, no es tan físico, es la manera en que Echo parece elaborar sus frases, en la que llega a esos temas que los demás desconocen, es como si fuera más lejos, solo un poco y a Claire le trae recuerdos borrosos de gestos iguales que ya vio antes.
A Claire le perturba Echo, pero en cierta medida, le perturba más ella misma. Es incapaz de alejarse demasiado, se siente una traidora cuando da vuelta la cara e ignora lo que pasa en aquel lugar. Echo rompe las barreras, pero Claire no se molesta en volver a levantarlas. Es como si estuvieran destinadas a romperse poco a poco y a acercarse aún más lentamente. Claire cuida de ella como si fuera su más delicada y preciada pertenencia. Cura sus heridas como una niña trata a la bebota que le han regalado en Navidad y le sonríe como si aquello fuera suficiente para disculparse.
A Claire le perturba Echo porque Echo no parece perturbada por ella. A veces viene sola, sin que nadie le ofrezca un chequeo, y se sienta en la camilla en silencio, expectante. A veces, no tiene herida, no tiene nada, ni siquiera siente dolor. Se inclina contra ella y roza su mejilla. Suavemente, como si temiera romperla cuando es todo lo contrario. Lo que está roto, roto está; no es Claire quien ha perdido el rumbo, o al menos, eso piensa.
- ¿Duelen? -pregunta cuando Claire no voltea el rostro y deja que la caricia le carcoma la conciencia. - Parecen que duelen.
Claire niega, el dolor está más adentro, en algo que no distingue, que quema, que la trastorna hasta dejarla sin palabras, pero aunque intentará explicarlo a Echo, sería como si nada.
Echo se inclina aún más, torciendo la cabeza ligeramente, como si observara un proyecto o los matices de la luz al pasar por un cristal. Tiene un brillo de asombro casi maravillado en la mirada y una concentración que hiela el alma de Claire. Cuando se mueve, es hacia delante, sus labios se posan donde antes tocaban las puntas de sus dedos. Es suave, tierno, casi infantil, pero Claire siente que el mundo se dispara y solo atiene a intentar afirmarse sobre la camilla. Echo se aleja y la observa curiosa, sus ojos miran la mano de Claire, que instintivamente ha terminado sobre su rodilla, y luego vuelven a posarse en su rostro.
- Son bellas -dice, casi ahogado, algo que Claire no quiere escuchar, no mientras reacciona de la posición de su mano, no mientras siente corrientes de electricidad que desorientan sus sentidos. Aquello no está pasando, porque no es correcto, porque ni siquiera tiene sentido. Se separa y se aleja, y asume que imagina la decepción en el rostro de la muchacha, o muñeca, o lo que sea.
- ¿Por qué no vas por un masaje, Echo? -La voz le tiembla, pero Echo no parece notarlo.
- Los masajes me gustan. -afirma y Claire solo puede asentir y señalarle el camino a la puerta. Una vez que Echo está fuera, sus manos colapsan contra la camilla y su cuerpo se mantiene al borde de un hilo.
La realidad es que a Claire le perturba Echo, pero más le turba el querer que lo haga.