(no subject)

Jun 28, 2012 01:47

Como tantas otras veces, el problema no era el vértigo sino el deseo de vértigo, el deseo de desear caer pero no necesariamente de caer.
El bucle, en cualquier caso, se resolvía en una espiral que pasada por unos filtros 3D dejaba una maravillosa sensación de tornado de verano. La imagen era exquisita: el tornado, visto desde arriba o desde abajo era el abismo que llevaba al deseo de caída y lo que había que cuidar día a día era el propio tornado, con mucho cuidado había que alimentarlo afanosamente,  recortarle los vértices por las mañanas y cantarle nanas al anochecer. 
Sin embargo, como tantas otras veces, el problema no era el deseo de vértigo sino la falta de reflexión [del reflejo en tanto el reflejo era reflexión, de los espejos en tanto el espejo resultaba especulación], el hueco dejado por no ver reflejado en el in-der-Welt-mit-sein
la cura de la contradicción del deseo de vértigo,
la atención a la espiral que llevaba al tanteo de abismos y vacíos varios.
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