Festival de PROMPTS - Fic #1 - Count On Me

[cellyls]

Título: Count on me
Autor: seelphy
Prompt escogido y autor de la idea: #blind Idea Comodín Uno de los personajes de tu OTP se queda ciego temporalmente.
Fandom Shadowhunters
Personaje/pareja: Malec
Clasificación y/o Género: PG
Resumen: El encuentro entre Alec y Magnus no sale cómo pensaban, cuando unos demonios hacen su aparición en el peor momento.
Disclaimer: ¡Los derechos no me pertenecen, pero Malec es canon, así que no me quejo!
Advertencias: Situado tras el final de la temporada 1.

No entendía por qué estaba tan nervioso, no era la primera vez que acudía a casa de Magnus Bane y, sin embargo, sabía que aquella vez sería totalmente distinta. No era una cita, al menos no la primera cita prometida por el gran brujo de Brooklyn, simplemente le había llamado para quedar con él y alejarse por un rato de todo el drama que se estaba viviendo en el instituto. La marcha de Jace con Valentine a cambio de salvarles a todos ellos le dolía demasiado, si no fuera por su hermana Isabelle habría partido en su busca al momento pero al final le habían convencido: era mejor esperar a tener un plan. Confiaba en que pasar un rato con Magnus le ayudaría, el brujo casi había creído en un principio que su llamada se debía única y exclusivamente a la desaparición de aquel “orgulloso y engreído amigo tuyo” pero al ver que Alec solo deseaba verle, su actitud había cambiado y enseguida le había propuesto prepararle uno de sus mejores cócteles.

- ¿Aún estás así?- Izzy entró en el cuarto de su hermano sin llamar, algo que irritaba demasiado al cazador de sombras pero se limitó a lanzar un suave gruñido mientras contemplaba las dos camisas sin saber cuál escoger. Isabelle se puso a su lado y chasqueó la lengua antes de arrancárselas de las manos.

- ¡EH! ¿Qué te crees que estás haciendo?- bufó Alec.

- Toma- la chica le entregó otra camiseta que no había visto antes- ponte esta.

- No creo que…- a Alec, acostumbrado a vestir de negro, no le entusiasmaba aquella prenda con una tonalidad que variaba entre el azul y el morado.

- A Magnus le encantará- Izzy le guiñó un ojo- disfruta de tu cita, hermanito.

- No es una cita- bufó Alec, temiendo que todos creyeran que huía de sus responsabilidades en un momento tan difícil.

- No pasa nada porque salgas esta noche, te irá bien distraerte- Isabelle le miró con cariño- aquí no puedes hacer nada por ahora, ve con Magnus y pásalo bien. Todos nuestros problemas seguirán cuando vuelvas.

- Avísame si…- Izzy le acalló con un empujón- ¡lo digo en serio!

- Mamá será la primera en llamar si hay novedades y no te encuentra- rió ella- date prisa o llegarás tarde.

- Gracias Izzy- Alec le dedicó una sonrisa antes de que saliera del cuarto. Miró la camiseta sin demasiado convencimiento pero decidió confiar en el criterio de su hermana y se la puso. Se contempló en el espejo sin estar del todo convencido pero sabía que como no se marchara de una vez, sería imposible abandonar el edificio sin que los demás se percataran de que se iba. Alec dibujó varias runas en su piel para ser completamente silencioso, y también para pasar desapercibido entre los mundanos: era mejor no llamar la atención. Guardó la estela en su bolsillo y comenzó a caminar por las calles de Nueva York en dirección al apartamento de Magnus. Sus pensamientos se desviaron por un momento hacia Jace quien siempre prefería tomar el metro o cualquier otro medio de transporte para llegar más rápido, esperaba que su parabatai estuviera bien y pudieran encontrarle pronto, confiaba en él y sabía que no se dejaría controlar por Valentine pero temía que los demás cazadores de sombras no compartieran su opinión. Todo aquel asunto le mantuvo distraído el tiempo suficiente para que, casi sin darse cuenta, llegara a la calle donde vivía Magnus. Alec sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo y otra vez aquella sensación de nerviosismo, daba igual que diera la impresión de ser un chico al que nada le alteraba, porque la realidad era muy distinta. Aún no había llegado al piso del brujo cuando notó que se le erizaban los pelos de la nuca y se puso en guardia, había algo extraño en el ambiente y su instinto de guerrero le avisaba de ello. No tardó en ver algunos destrozos en la entrada y pronto se preocupó, sacó su espada y entró como un torbellino en la casa. Localizó un demonio al momento y lo eliminó antes de que éste pudiera detectarle, todo estaba a oscuras pero sabía que no estaba solo- ¿Magnus?

- ¡Ten cuidado, hay varios demonios!- la voz de brujo sonaba débil pero su aviso le sirvió para centrar todos sus sentidos en la búsqueda de aquellos horribles seres. Localizó a otros dos y los mató, pero había al menos un tercero que escapó antes de que pudiera herirle con su arma.

- ¡Mierda!- bufó el humano con toda la intención de ir tras él.

- Alexander- Magnus le llamó entre varias toses que le obligaron a olvidar la persecución y buscar al mago. Tuvo que emplear la luz de su estela hasta que logró dar con él, el brujo estaba tirado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared y una fea herida en la pierna pero parecía estar bien, o eso creyó Alec hasta que miró a sus ojos y le asustó lo que vio en ellos- me han envenenado...

- Estoy aquí- el joven cogió su mano y se estremeció cuando Magnus apretó sus dedos con desesperación, había temor en su rostro y aquello era algo que Alec jamás había visto- ¿qué puedo hacer?

- ¿Has llegado a ver a esos demonios?

- Sí- aseguró Alec, quiso ayudarle a levantarse pero no tardó en percatarse que Magnus no iba a poder caminar ni, muchos menos, salir de allí para buscar ayuda.

- Puede que vuelvan- jadeó Magnus- y mi magia está casi agotada.

- Llamaré a Izzy y le pediré que venga- exclamó Alec al momento.

- No- Magnus le sujetó del brazo- mi ceguera se puede curar, necesito un antídoto para el veneno pero no tengo todos los ingredientes aquí.

- Le pediré que vaya a buscarlos- susurró Alec Lightwood- yo me quedaré aquí por si vienen más demonios, ¿sabes por qué te han atacado?

- Seguramente Valentine les ha enviado a por mí ahora que sabe que os ayudo- carraspeó Magnus acomodándose con ayuda del chico- dime cómo eran esos bichos.

- Está bien- Alec comprobó que las heridas del brujo no revestían gravedad y le explicó la apariencia de los demonios. Magnus asentía con gesto pensativo, pero mirar a sus ojos era como posar la vista en un pozo negro. Alec se estremeció cuando el otro apretó su mano con fuerza.

- Me pondré bien, pero no hay tiempo que perder- aseguró Magnus antes de empezar a darle instrucciones. El cazador de sombras le mandó un mensaje de texto a Isabelle para que se diera prisa en conseguir los ingredientes que faltaban, y se puso a preparar la cura siguiendo cada indicación del brujo. Nunca había hecho algo así y estaba nervioso, preocupado por meter la pata y que Magnus se quedara ciego de forma permanente- lo estás haciendo bien, Alexander.

- Eso espero- replicó el chico con tono serio- ya he echado el colmillo de hombre lobo y está hirviendo. ¿Ahora qué falta?

- Esperar a que tu hermana aparezca a tiempo con la belladona y sangre de sapo...- Magnus tosió mientras trataba de moverse, cansado de seguir en la misma posición.

- Izzy vendrá lo antes posible- aseguró Alec convencido mientras se acercaba a él- será mejor que te vende la herida.

- Hum...

- Estás débil para hacer más magia- insistió dando por finalizada la conversación. Magnus esbozó una leve sonrisa y permitió que el chico le tratara el corte con métodos humanos.

- Lo siento- acabó diciendo tras unos minutos de absoluto silencio- sé que esto es lo último que necesitabas.

- No es culpa tuya- Alec le miró a los ojos y echó de menos aquella expresión entre burlona y coqueta que había siempre en ellos cuando contemplaba al brujo.

- Tampoco es culpa tuya lo de Jace- comentó Magnus con suavidad.

- Debería habérselo impedido.

- Tomo su decisión para protegeros- le recordó Magnus- y sé que encontrarás la forma de traerle de vuelta.

- Yo... no lo sé, en el Instituto las cosas se han descontrolado mucho- confesó Alec.

- Te ayudaré a encontrarle- prometió Magnus alzando la mano en busca de la mejilla del cazador de sombras, Alec le ayudó y sonrió al notar el cariño que había en aquella caricia- no estás solo.

- Gracias- el soldado entrelazó sus dedos sintiéndose algo mejor. Poco después escuchó ruidos en la entrada de la casa y se incorporó dispuesto a pelear, pero se le escapó un suspiro de alivio al ver que se trataba de su hermana- ¡Izzy! ¡Por fin!

- No ha sido fácil dar con la belladona en mitad de la noche- explicó la chica, disimuló un suspiro de asombro al ver el estado en el que se encontraba Magnus y notó la mirada de advertencia de su hermano para que no dijera nada.

- Isabelle, agradezco tu ayuda- carraspeó el brujo tratando de sonar como siempre y no aparentar debilidad alguna.

- Magnus, dime lo que tengo que hacer- pidió Alec con los ingredientes junto al recipiente donde se mantenía la poción. Magnus le dio un par de instrucciones sencillas que realizó en apenas cinco minutos- ¿y ahora?

- Me lo bebo y esperamos que no hayas seguido mal algún paso- bromeó Magnus. Izzy ya estaba sirviendo parte de la poción en una copa que le acercó al brujo, éste olfateó el contenido y sonrió dando su aprobación antes de dar un largo trago. Los dos Lightwood aguardaron en completo silencio el tiempo que pasó entre que Magnus bebió el antídoto y comenzó a moverse.

- ¿Estás bien?- Alec se agachó a su lado al verle sufrir una convulsión y, por un instante, temió que por su culpa Magnus estuviera sufriendo un dolor inimaginable. Éste no dijo nada, tenía los ojos cerrados y una expresión de angustia que poco a poco fue desapareciendo mientras sus facciones se relajaban. Fue cuando sus párpados se abrieron y Alec vio nuevamente luz en ellos.

- ¡Oh no!- exclamó el brujo volviendo a cerrarlos y frotándoselos como si algo hubiera ido terriblemente mal.

- Magnus, ¿estás bien?- Izzy también se aproximó.

- Isabelle... ¿es cosa mía o tu hermano lleva una camiseta morada?

- La lleva- la chica se echó a reír cuando Magnus volvió a abrir los ojos y examinó la indumentaria del cazador de sombras que tenía gesto preocupado.

- Pensaba que era un efecto no deseado de la poción- sonrió Magnus mirando con más atención a Alec.

- Yo... Izzy pensó...- Alec se sintió enrojecer y las palabras no querían abandonar sus labios.

- Acertó- le acalló Magnus poniendo un dedo sobre sus labios, entonces miró a su alrededor y chasqueó la lengua ante el desorden- los demonios no respetan nada.

- Será mejor que me vaya- dijo Isabelle dando un pasito para atrás, Magnus le guiñó un ojo como agradecimiento.

- Bueno, hora de beber- exclamó alegremente el brujo poniéndose en pie con ayuda de Alec, vio que el chico iba a protestar pero se lo impidió con un beso- te prometí el mejor cóctel del mundo y Magnus Bane siempre cumple sus promesas.