[El pelilavanda había decidido desde el principio comer a deshoras siempre así no tendría que toparse con los demás, es que no sabe como lidiar con las comidas en grupos, tampoco sabe cocinar por lo que siempre tenía la suerte de encontrar algo pre-hecho, quizás es por esto que todos los demás siempre tenían que cocinarse coff.
Pero hoy no era su
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- ¿¡Por qué no presté atención cuando Brock o alguno de nuestros amigos nos preparaban algo rico!? - Su voracidad aumenta por momentos y siente que su energía baja poco a poco - Casi no puedo ni moverme, espero que en la nevera... - Un aura de desolación se apodera del muchacho, que cada vez anda más lento. Más y más lento, más y más desolado. De repente, lo que parece una masa informe reptante (con su correspondiente aura de desolación) se sitúa al lado de la nevera.
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- ¡Todo el mundo sabe que el hambre es mi punto débil! - Piensa.
- ¡Pikachu! Tú lo tienes fácil. Hoy mismo te han dicho que traerían comida especial para tí...¿no crees que deberías apoyarme un poco? - Le comenta a su amarillento amigo.
Quizás ha exagerado un poco, pero la solución a su dramática situación es actuar rápidamente y ver qué había en la cocina para preparar. Fácil y rápido. Después de respirar tres veces bien hondo, se decide a levantarse del suelo.
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U-uhm...d-di-disculpa...
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- ¿No estoy solo? - Piensa.
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- ¡Hola! - Saluda amistosamente. Su atención se desvía hacia el extraño que se ha acercado a él, y su voracidad pasa a un segundo plano, quizás no tenía tanta hambre. Se plantaba frente a él un chico con pelo violeta y ojos tristes. Lleva un vestido largo negro, pero no al estilo de una niña, al menos de las que él conoce. Además, nota una especie de energía vibrante a su alrededor. - ¿Quizás son imaginaciones mías? - Piensa.- ¡Ah! ¡Ahora lo entiendo todo! - ¿Eres entrenador de tipo fantasma? - Le pregunta casi totalmente convencido de la respuesta.- Yo la verdad es que no tengo preferencia por ningún tipo en especial, aunque este es mi pokémon, Pikachu.
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Esas dos criaturas no se ven amenazantes, supone que no debería tener miedo, o e-eso cree...]
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¡N-no te preocupes! No hay problema, te habré confundido entonces. Dime, ¿a qué te dedicas entonces? La verdad, n-no pareces un tipo muy corriente. - Deja caer Ash con aire pensativo. Intenta, tras su fallo, averiguar algo sobre el chico de pelo despeinado.
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¡Seguramente se suelte un poco tratándole con un poco de confianza! - Piensa Ash seguidamente. - Además es un chico de mi edad, ¡me esforzaré en que nos llevemos bien!
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[Mark había salido al cuarto de baño, y al entrar encontró allí a Ash y a Chrona hablando]
¡¡Ash!!, ¿qué pasa chaval?, [se acerca cariñosamente dándole en la visera de la gorra un golpecito]. ¡Hola Pitachu! [aprovecha y saluda al Pokemon con un guiño] ¿Tenéis hambre?
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[Mark se acerca a Chrona, tranquilo y mostrándose agradable. Le tiende la mano, despacio, mostrándole su sonrisa más grande y educada]
- ¿Quieres hablar?, quería explicarte lo que pasó la otra noche. No te asustes, no quiero hacerte nada malo.
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G-gracias...
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