Capitulo 2
-¡DEJA DE LLAMARME ASÍ! ni mis hermanos verdaderos me dicen nii-chan, ¡no lo hagas, no me gusta!- después de lo dicho y que todos los presentes se quedaran perplejos, Yuya se levantó de su lugar y se marchó a su habitación.
-N-N-No… le hagas caso a Yuya, no quiso decir eso- trataba de consolarlo Daiki.
-Sí, Yu-chan, no le des importancia- le decía Ryutaro
Sin embargo Yuri no volvía en sí, era lo más duro que le había dicho desde aquella vez que tenía 10 años y se quedara en el parque jugando sin avisar. Tembloroso, tomó los palillos nuevamente para continuar con su cena, pero era imposible, el rostro de Yuya, sus palabras… no podía así que se paró y se le quedaron viendo.
-Tengo que… comprar un material que me falta para la clase de mañana, voy a la librería antes que la cierren- y sin más Chinen se retiró del comedor. Los demás lo seguían con la mirada.
-Espera, iré contigo- dijo Yabu.
-No es necesario Yabu-kun-
-Necesito unas cosas también- Yabu lo tomó por los hombros arrastrándolo a la salida -¡Ya regresamos!- dijo lo más alto que pudo sin que pareciera un grito.
Caminaban lenta y calladamente hasta que Chinen rompió el silencio.
-Yo nada más he sido una molestia en su vida, ¿no es así, Yabu-kun? Ya se hartó de mí y cómo no, si sólo soy una carga- sus ojos habían sido tapados por su flequillo.
-Chii no seas duro contigo mismo- le dijo con voz suave y calmada
-Soy un peso innecesario en sus hombros, una molestia, una carga, una imposición- pero el menor siguía martirizándose a si mismo
-¡No Chii!-
-Sí, si lo soy…- sus ojos se habían cristalizado- Llegué a creer que tenía una familia nuevamente… cuando me dijeron que tendría hermanos me emocioné mucho, ya no estaría solo…- hablaba pausado, tratando de controlar las lágrimas que en cualquier momento se deslizarían por sus mejillas- y cuando la señora Takaki me trajo… él… él- Chinen reventó en llanto.
Yabu se acercó a él y lo abrazó, dándole el afecto que en esos momentos necesitaba. Se desahogaba llorando desconsoladamente en el pecho del mayor. Estaba confundido, no sabía cómo debía llamarlo de ahora en adelante….
-o-o-o-o-o-
La fría brisa de la noche azotaba su rostro, tenía sus piernas abrazadas y su cabeza recostada en sus rodillas. Estaba consciente que lo que le había gritado lo haría sentir herido, pero estaba molesto.
-Con que aquí estabas-
-¿Qué quieres Hikaru?- preguntó fríamente
-No terminaste de cenar, te traje leche, la dejé en el mueble- Hikaru le hablaba desde la ventana
-Gracias- dijo secamente, pero Hikaru no se movía de la ventana y al no irse, -¿Se te ofrece algo?- preguntó sin delicadeza
-Espero que estando ahí en el tejado estés pensando cómo disculparte con Chii-
-Le hice una aclaración, nada más-
-¡¿Aclaración?! Es tu hermano, así como Daiki, Ryutaro y yo-
-Otra aclaración, tú eres mi medio hermano. Existes por la aventura que tuvo papá-
-Te pasaste Yuya- Hikaru lo vio dolida y reprobatoriamente.
Había hablado con más dureza de la que quería y ahora tenía bronca con Hikaru.
-Perdón, no fue algo que quisiera decir- y era cierto, hacía tiempo su madre se encargaba de recordarle la aventura de su padre, pero con el tiempo y el trato dejó de hacerlo.
-Aún no entiendo por qué te molesta tanto que Chii te llame así- sonrió de lado- Te pusiste tan contento la primera vez que te lo dijo-
-Gracias… Nii-chan - resonó en su mente la voz de un pequeño Yuri.
Y abrazó más fuerte sus piernas -¿Podrías dejarme solo?- pidió Yuya y Hikaru obedeció no sin antes tirarle una sudadera -Está helando- y con eso se fue.
‘¿Por qué de repente le inquietaba la manera en que Yuri llame a las personas?’ una nueva interrogante llegaba a su cabeza.
-o-o-o-o-o-o-
-Yosh! Están listos- dijo Chii con bastante ánimo mientras amarraba el pañuelo del último bentou.
-¿Qué están listos?- preguntaba un adormilado Hikaru que entraba a la cocina.
-¡Buenos días Hika-chan! Preparé los bentous de todos- Hikaru obesrvó como 5 cajitas estaban envueltas en un pañuelo distinto para cada uno y que Chinen tenía la suya en manos.
-Bien, entonces yo haré el desayuno ¿Qué quieres?- preguntaba mientras abría el refrigerador
-Nada Hika-chan ya me voy para la escuela- decía mientras metía su bentou en su mochila
-¿Eh? Es muy temprano-
-Hoy me toca limpieza de salón- Chinen ya había salido de la cocina y se encontraba en la estancia de la casa colocándose sus zapatos. En eso, la puerta fue abierta y un agitado y sudado Yuya que regresaba de sus ejercicios matutinos entró. Ninguno se había visto desde la noche anterior.
-Buenos… días… Takaki-kun- dijo el menor antes de marcharse, fue un saludo frío y fue evidente la indecisión de hablarle, pero sus palabras fueron firmes.
-¿Takaki-kun?- pronunció desconcertado
-Tú fuiste quien pidió que no te lllamara nii-chan- le dijo Hikaru antes de regresar a la cocina.
‘Pero esperaba que me dijera Yuya’
-o-o-o-o-o-o-
-Yuya ¿no comerás?- preguntó un muchacho delgado, pelinegro de rizos quien llegaba a sentarse en la silla adelante del escritorio de Takaki-El receso comenzó hace 5 minutos-
Desde que Yabu y Hikaru comenzaron a salir, los recesos se habían reducido a estar nada más con Inoo.
Takaki tomó su bentou y lo abrió con cuidado, estaba lo que le gustaba, las verduras cortadas en forma de estrella y las salchichas con forma de pulpo, sonrió levemente. Tomó sus palillos y comenzó a comer, pero mientras masticaba la comida le sabía rara y alejó el bentou
-¿Qué sucede? Tiene todo lo que te gusta- Inoo miraba extrañado las acciones del castaño.
-Sabe raro-
-A ver- Inoo llevó un poco de la comida a sus boca -Está un poco recocido, pero sabe bien- dijo al haberla tragado y luego tomó otra porción del bentou.
-¿Quién lo cocinó?- comentaba
-¿Seguro que no le encuentras un sabor inusual?- preguntó. Inoo movió su cabeza de manera negativa.
Takaki se paró y salió de su salón corriendo.
-¿Vas a regresar o me lo puedo terminar?- pero el mayor ya se había ido e Inoo se quedó con su bentou.
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Yabu y Hikaru se encontraban disfrutando tranquila y melosamente de su receso, como buenos amantes, uno alimentaba al otro -Di a- decía Yabu mientras acercaba los palillos a la boca de Hikaru, éste esperaba porque la comida llegara a su boca, pero nunca llegó y eso era porque Takaki había interceptado los palillos.
-¡aggghh! ¡Yuya! ¿Qué haces aquí?- los amantes fueron sorprendidos
-¿Lo que estoy comiendo es del bentou de Hikaru?- preguntaba ignorando la pregunta
-Sí, ¿por?-
-Es todo lo que necesitaba saber- y salió corriendo
-¡Yuya!- gritaron los dos
-Esta vez me oirá en la casa- decía enfadado Hikaru
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-Dai-chan- Takaki sabía que podría encontrar a su hermano en su salón.
-¡Yuya! Qué bueno que llegas, ¿No me podrías ayudar con esto?- Dai-chan señalaba el libro
-No puedo Dai-chan, quería saber si aún tenías de tu bentou-
-Está delicioso, ne. Tienes suerte de que aún tenga un poco- Daiki sacó su bentou y Takaki se lo arrebató y salió con prisa del salón gritándole gracias.
-De verdad que está hambriento… ¿y ahora quién me ayuda con mi tarea?-
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Takaki fue a un salón vacío y ahí se comió lo poco que tenía y así como su bentou y el de Hikaru, este también le supo a tristeza.
Continuará…