Han pasado muchas cosas desde que dejé de escribir en las
Crónicas de una Pecosa en
Cabralesa. Después que lo dejé, por estrés máximo, llegaron las benditas vacaciones y ¿qué hice? dormí una semana completa. Armada con pijama, ya en mi nuevo depto, me paseaba cual zombie del dormitorio a la cocina y de vuelta. Me hizo bastante bien, aunque según Rodrigo, sigo estresada y por eso mi salud está tan enclenque.
Han pasado tantas cosas que cada una se merece un post propio, pero como prefiero avanzar, haré un recuento, sin orden cronológico:
- Tras una control sano del Tommy, le diagnosticaron leucemia felina. No se imaginan cómo lloré. Es una enfermedad que puede demorar en aparecer, pero de que lo hará, lo hará en algún momento. Abracé a mi gato y lo estrujé llorando el día que lo confirmaron, no podía creer que un ser tan pequeño e inocente p
udiera pasar por tantas tragedias en su corta vida. Lloré porque no hay nada que hacer para evitarlo, lloré por lo inevitable. Sin embargo lo miré y le prometí que haría todo en mi poder para darle la mejor vida posible y que, cuando llegue el momento, no lo haría sufrir para aplacar mi pena de dejarlo en este mundo y que nunca estaría solo. Si Dios me lo puso en el camino, por algo será. Ahora él está bien, juguetón, mamón y papón, regalón y estornudoso como siempre, obsesionado con las polillas. Lo disfruto cada día al máximo.
- Decir te amo lo cambia todo. Fue más que un anillo, fue más que una firma. El día que Rodrigo y yo nos dijimos "te amo", sellamos un pacto de por vida y así lo vivo cada día. Tenemos planes, tenemos proyectos. Cada nuevo día con él es vivir en ese paraíso desordenado que es nuestro departamento, que amo con locura, porque siempre lo sentí mio, familiar, incluso el 2005 durante la precuela de nuestra historia. Cosas mágicas que a veces pasan.
- Mi hermano se tituló de Ingeniero en Información y Control de Gestión en la U. de Chile y no puedo estar más orgullosa de él. Me corrieron unas lágrimas cuando subió al escenario a recibir su diploma, porque ahí estaba mi bebé! yo que ayudé (según mi papá solo miraba) a cambiarle los pañales, le enseñé a patear la pelota y era mi compañero de aventuras cuando niña, a pesar que teníamos 10 años de diferencia. Mi Pablito es para el mundo, Pablo, pero para mi, siempre será Pablito.
- Salí vocal de mesa. Lo odio.
- Me cambié de depto (eso fue como lo primero), nos fuimos a vivir a La Florida, donde Rodrigo tiene su depto porque era mucho más grande mi depto en Providencia (arrendado). Lo más gracioso es que es igual a mi depto de Provi, pero más grande XD Muchos creerán que es muy lejos, pero no es tan diferente de vivir en Independencia, donde viven mis papás. Ya tenía internalizado la hora de transporte a todos lados. Lo cool es que tengo el metro al lado. Es sólo cosa de organización.
- Me dio por cocinar! creo que en el proceso de "jugar a la casita" y como me gusta ver la cara de Rodrigo cuando llega y le doy cosas ricas para comer, me fui al chancho haciendo comida calórica y rica en grasa y azúcar, lo que me lleva al siguiente punto.
- Me diagnosticaron resistencia a la insulina! del terror... todo salió cuando fui a la dermatóloga, que con muy buen ojo, me mandó a hacer examenes de glicemia. Ahí caché que había un valor bien disparado, así que fui a la que es MI doctora de cabecera, la hermana de mi amiga Karen, que es seca médico general. La cosa es que estoy con Metformina y nutricionista, que me cambió la dieta heavy metal. La primera semana a dieta, sin azucar, me sentía como adicto en abstinencia. Si terminé llorando cual Magdalena en la casa de mi mamá porque tenía hambre! Me costó cambiar las costumbres, pero de a poco lo fui logrando, básicamente no puedo comer azúcar refinada, ni harinas, todas esas cosas que se transforman rápidamente en azúcar. Tengo controlada hasta la fruta. A destajo puedo comer carnes (rojas magras y blancas) y verduras (menos zanahora y betarraga, pero ni ahí con ellas porque nunca me han gustado XD). Un pan pita diario o 2 pedazos de pan de molde, con jamón de pavo, huevos, etc. etc. Ya estoy acostumbrada, y he bajado varios kilos (algo bueno tenía que tener). Ahora en noviembre tengo que hacerme nuevos exámenes a ver si me bajaron los niveles. Ojalá que sí! me lo merezco! he trabajado mucho por esto! (excepto, y lo reconozco, por el ejercicio... le odio).
- De tanto darle comida, Rodrigo también subió de peso pero ya lo bajó XD como él si hace mucho ejercicio, no se demoró 2 semanas en volver a su peso ideal... totalmente envidiable.
- Tuvimos nuestra primer pelea! un año nos demoramos y fue muy piola, como somos nosotros, más bien tranquilos. Conversamos, lo arreglamos y descubrimos que "hacer las pases con sexo vale la pena" jijiji.
Eso sería... creo que me faltan hartas cosas más pero, básicamente, esto ha pasado en estos meses, un recuento pequeño. Espero ir posteando con más frecuencia, pero no será una vez a la semana fija como lo eran las
Crónicas, esto se realizará en la medida que tenga algo que compartir con ustedes. Agradezco tanto haber hecho las Crónicas en
Cabralesa, me dio una experiencia invaluable, si gracias a ella 3 de mis historias están plasmadas en el primer libro!. Siempre recuerdo en eso de que "hay que plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo". El árbol lo planté en 6° básico y está grande y frondoso en una esquina de Cerro Blanco en Recoleta, ¡el libro existe! Gracias a Cabralesa (La Dani) y tb con mis fanfics, aunque sea online. Me estaría faltando un hijo, un proyecto en conjunto con Rodrigo que tiene un nombre ñoño tentativo y sus apellidos ;) Dios dirá.